Wolfsburgo	vs	Sevilla FC
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Ficha técnica · El Mejor

Champions League (2021/2022) > Champions. Fase de grupos. Jornada 2

¡Viva el VAR!

Bueno, bueno, bueno… Vamos, aunque nada bueno se vio en Wolfsburgo, sí que fue bueno el resultado que arrancó el Sevilla gracias al VAR, gracias al imprudente Guilovogui y gracias a su peor futbolista del momento, Ivan Rakitic, plomizo en la circulación de pelota pero preciso desde los once metros: salvaron los sevillistas el pescuezo y el puntito en la Baja Sajonia de idéntico a cómo los salvaron contra el Salzburgo, con una ejecución excelente del croata desde el punto de penalti. Hemos empezado por el final, sí, porque todo lo que ocurrió durante los primeros ochenta y tantos minutos fue, en clave sevillista, un purito dolor para la vista.

Se ponga enfrente quien se le ponga, grande, mediano o pequeño, lo primero que hace el Sevilla al salir al campo es dejarle clarito al rival que la velada va a ser larga y sin concesiones. Quizá no meta miedo por su virtuosismo técnico, ni mucho menos por la velocidad de sus ataques, pero sí por la aridez de su propuesta: largas posesiones, ritmo de zumba, mucho roce y una maraña defensiva de acero. Con este estilo, nada vistoso pero endiabladamente eficaz, transcurrió una primera mitad en la que sólo hubo dos ocasiones y ambas de Rafa Mir, que no llegó a una, falló la otra y se fue al banquillo nada más adelantarse los alemanes. Se va añorar a En-Nesyri durante una convalecencia que se puede hacer eterna.

Esta manera de jugar obliga a ser quirúrgico en el área enemiga, a matar a cañonazos o con cerbatana o a guantazo limpio, pero obliga a matar porque son pocas las veces que el Sevilla se pone de gol. Uno de los contendientes obró así pero, ay, fue el Wolfsburgo. En su primer acercamiento serio, nada más empezar el segundo periodo, Jesús Navas despejó un centro desde la derecha de manera tan extraña que le dejó el balón a Steffen franco para empujar el gol local. Con la desventaja se aturulló Lopetegui, que empezó quitando al único delantero que tenía y acabó sacando del filial a Iván Romero y del ostracismo a Munir, es decir, todos los delanteros que tenía a mano aunque es patente que no son de su agrado.

Nada produjo, como suele cuando se hace sin un plan, tamaña acumulación de puntas. El ataque por amontonamiento siempre es una elocuente declaración de impotencia. Sí tuvo que obrar Bono el milagro de cada tarde para mantener con vida a un Sevilla en el que nadie bajaba a defender: espléndida la mano del quebequés ante Weghorst, que contraatacaba raudo y sin oposición. Y cuando la derrota se daba ya por descontada, Guilavogui le enseñó una plantilla temeraria a Lamela, quien interpretó a la perfección su papel de victimado por una segadora. Penalti (penaltito, pero nos vale) previa consulta al VAR, gol sin temblar de Rakitic y una prolongación esperanzadora para aprovechar la superioridad numérica. Estuvo a punto Papu Gómez de marcar un 1-2 que habría el colmo de la potra, pero su centro-chut lo repelió el poste. 

Wolfsburgo (1): Casteels; Mbabu (Mmecha, minuto 62), Lacroix, Bornauw, Roussillon; Guilavogui, Arnold; Baku, Lukebakio, Steffen (Waldschmidt, minuto 73) y Weghorst (Yannick, minuto 92).

Sevilla FC (1): Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña (Rekik, minuto 46); Fernando, Joan Jordán (Iván Romero, minuto 70), Papu Gómez; Suso (Lamela, minuto 53), Ocampos (Munir, minuto 73) y Rafa Mir (Rakitic, minuto 53).

Goles: 1-0, minuto 47: Steffen. 1-1, minuto 86: Rakitic, de penalti.

Árbitro: Georgi Kabakov (búlgaro). Expulsión por doble amarilla para Guilavogui. Amarillas para Lacroix, Steffen, Suso, Rafa Mir, Mbabu, Rekik, Weghorst y Roussillon.

Bono

Clave para evitar el 2-0 y por tanto la derrota. Posteriormente llegó el penalti y marcó Rakitic. El punto fue en gran medida suyo. ¿Cuántas veces ha salvado ya?