El futuro dirá, pero desde luego lo que se vio del Sevilla en Dortmund ya es otra cosa. Nada que ver con la etapa anterior, ni siquiera con lo presenciado en el partido ante el Athletic, cita en la que los de Sampaoli dieron un paso adelante -la primera media hora- para luego regresar exactamente al punto de partida con una segunda parte bastante deplorable. Recibiendo una ocasión de gol cada cuatro minutos no perdió, ojo. Dato a tener en cuenta.
Quizás, todo empiece por la base. Por la estructura. Por los andamios. Ya Sampaoli avisó en rueda de prensa de que se trataba de competir de igual a igual ante un magnífico equipo. Un lugar común como una catedral, pero que encierra la verdad del fútbol. Rápidamente, el Sevila volvió a llenar el área con, al menos, tres o cuatro jugadores dispuestos a rematar. Lamela se acercó con peligro nada mas comenzar el encuentro, Rakitic remató alto cuando lo tenía todo para definir, llegó el gol de Nianzou... Era un Sevilla dominador. No rápido -nunca lo será con estos jugadores- pero sí bien posicionado en el campo, con continuos apoyos y escalones para que la pelota saliera correctamente jugada.
La pena es que con poco, el Borussia Dortmund empató. Acuña estaba fuera de sitio y a Nianzou, gran partido el suyo, le quitaron la cartera. No afectó al joven central el accidente, gracias en gran parte a un Marcao que sin duda es una de las claves del cambio. Si esta pareja se consolida, la película será disitnta. Bono volverá a ser Bono, los laterales tendrán más confianza para subir... Hasta Rakitic y Gudelj llevaron el partido con señorío. Sin buenos centrales no se puede ir ni a la esquina.
La duda, tras el descanso, era ver si el Sevilla duraría o, una vez más, pediría la hora desde el minuto 50. Aguantó perfectamente. Incluso se olía el golpe dulce al final que abriera el grifo del optimismo. Los cambios de Januzaj e Isco fueron en esa línea. Ninguno de ellos aportó gran cosa. Isco se perdió en arabescos y pases difíciles. Januzaj necesita mejorar, pero seguro que Sampaoli lo querrá enchufar. Con todo, las tuvo el Sevilla, especialmente en las botas de Lamela a la salida de un córner. Tampoco era cuestión de arriesgar nada en los minutos finales. La Champions se fue antes, lamentablemente. Toca alargar la vida europea y seguir progresando. No se ha ganado aún con Sampaoli, pero sí se observa una clara progresión. A seguir remando.
Borussia de Dortmund (1): Kobel, Meunier (Schlotterbeck, minuto 84), Sule, Hummels, Rothe (Guerreiro, minuto 46), Özcan, Bellingham, Adeyemi (Hazard, minuto 71), Brandt, Malen (Reyna, minuto 71) y Modeste (Moukoko, minuto 64).
Sevilla FC (1): Bono, Jesús Navas (Montiel, minuto 90), Carmona, Nianzou (Joan Jordán, minuto 90), Marcao, Acuña (Álex Telles, minuto 71), Gudelj, Rakitic, Lamela, Suso (Januzaj, minuto 59) y En-Nesyri (Isco, minuto 59).
Goles: 0-1, minuto 17: Nianzou. 1-1, minuto 34: Bellingham.
Árbitro: Srdjan Jovanovic, serbio. Amarillas para Jorge Sampaoli, Gudelj, Carmona, Hazard, Özcan y Bono.
Buen partido del central en Alemania. Buena salida de balón, anticipación en las jugadas y gol de cabeza.
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