Una asistencia de Papu Gómez y un gol de Isco, dos futbolistas tan sobrados de clase como faltos de condición física para la élite, han asegurado al Sevilla la tercera plaza de su grupo de Champions y el consiguiente pase a la Europa League. Al octavo intento, se sustanció la primera victoria en casa de una temporada que pinta negra negrísima a pesar de esta goleada mendaz aun Copenhague horroroso que, sin embargo, amenazó hasta el penúltimo minuto con hacerle una avería a los de Sampaoli.
La alineación de Sampaoli desprendía cierto aroma extraño en la línea de medias puntas: Suso, Isco y Papu Gómez, futbolistas exquisitos en la cima de su arte que ahora difícilmente junto uno entre los tres. La idea innegociable era monopolizar la posesión, desde luego, porque con semejante (carencia total de) despliegue físico más la asistencia a su espalda de Rakitic y Joan Jordán, ¿quién demonios iba a restar una pelota ahí? La querencia a la trinchera de Jacob Neestrup, el técnico escandinavo, invitaba a juntar a tanta vieja gloria. Iba a ser hoy o nunca, desde luego. En punta, Dolberg debía aprovechar la (teórica) capacidad del terceto para filtrar pases.
El resultado, sin embargo, fue previsible y desolador porque la pizarra lo aguanta todo, especialmente cuando se dibuja en ella con el recuerdo de cualidades pasadas. Pero la realidad es tozuda y dicta que, hoy, esta tropa es inservible. Si algún día volverá a servir, es una pregunta cuya respuesta cada vez está más clara. No hay más que ver la actitud, rayana con el pasotismo, con la que se echaban la pelota ante la cerrada defensa danesa, a la que no estuvieron en disposición de desbordar en ningún momento: acumuló el Sevilla unos cuantos tiros desde la media distancia para la estadística y aceptó, mediado la primera parte, una ocasión clara de Haraldsson que conjuró Dmitrovic. Al poco, Suso respondió con un tiro cercano, tras buen pase de Rakitic, que detuvo Grabara.
La segunda parte empezó con En-Nesyri, que entró por Kasper El-Turista-Accidental Dolberg, y con un susto morrocotudo, pues estrelló Clem en el palo un despeje corto de Dmitrovic en un córner. El Copenhague no había marcado en cuatro jornadas pero el Sevilla, con pérdidas constantes en zona sensible, estaba empeñado en terminar con la maldición, que prolongaba el portero serbio al ganarle un mano a mano a Haraldsson. La entrada de Lamela por Suso, ofreció una solución inmediata: balón largo que baja el argentino y sirve para Isco, cuyo disparo, esta vez sí peligroso, desvía el portero.
Rondando la hora de partido, con los daneses cada vez más envalentonados porque olisqueaban la corriente de angustia que bajaba de la grada al campo, y viceversa, Papu Gómez se reencontró consigo mismo y halló también a En-Nesyri. Convergió el argentino hacia su pierna derecha y metió un centrito vertical que cabeceó a la red el marroquí. Con su amplia colección de defectos, tiene piernas y capacidad para rematar, dos cualidades que son uranio enriquecido en este plantel desértico. La tragedia, porque el año viene como viene, es que volvió a lesionarse.
Ya en ventaja, por pírrica que resultase, la única prioridad era mantenerla. Lo que no pasaba exactamente por defender, pues el entramado para ello mantecoso y permeable, sino por entretener el balón en zonas intrascendentes. Si lo nórdicos se destapaban, más por la premura del reloj que por su propia naturaleza, pues igual dejaban un hueco por el que marcar el segundo. Aun así, un saque de banda llovido al área, antediluviano, no se convirtió en el empate porque el remate de Diks a portero batido golpeó en la cruceta. Tenía prisa, y se veía con opciones, el Copenhague en los minutos finales, lo que permitió que Rafa Mir estrellase un remate contra el muñeco y, sobre todo, que Isco sellase la victoria con un golazo: un suave pase parabólico a la escuadra contraria. En la prolongación, Montiel cerró un marcador gozoso, que rima con engañoso.
Sevilla FC (3): Dmitrovic, Montiel, Marcao, Gudelj, Álex Telles, Joan Jordán, Rakitic, Isco, Papu Gómez (Acuña, minuto 74), Suso (Lamela, minuto 54) y Dolberg (En-Nesyri, minuto 46 (Rafa Mir, minuto 70)).
Copenhague (0): Grabara, Jelert (Sorensen, minuto 80), Khocholava, Lund (Diks, minuto 80), Kristiansen, Lerager, Claesson, Clem (Oskarsson, minuto 80), Johannesson (Bardghji, minuto 63), Haraldsson (Cornelius, minuto 72) y Daramy.
Goles: 1-0, minuto 63: En-Nesyri. 2-0, minuto 88: Isco. 3-0, minuto 92: Montiel.
Árbitro: Benoit Bastien, francés. Roja para Khocholava. Amarillas para Claesson, Lamela, Montiel y Sorensen.
Marcó un gol muy importante y jugó bien los minutos que le permitió su lesión.
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