Villalba

El Petardazo

José Antonio Jiménez 15/04/2014

En los 80, el portero suplente del Sevilla Fútbol Club estaba condenado a ver los toros siempre desde la barrera. A vivir a la sombra de Paco Buyo o de Fernando Peralta, tras la marcha del gallego al Real Madrid. Nuestro petardo de la semana es un claro ejemplo de lo que estamos comentando. Y eso que los técnicos pensaban que tenía cualidades de sobra para ser un portero de mucho nivel.

Villalba llegó a nuestra ciudad muy joven, con apenas 19 años, desde su Castellón natal. Tres años después debutaría en el primer equipo ante Osasuna en Nervión en la temporada 84/85, dejando en su estreno más dudas que otra cosa. Tuvo que esperar a la 86/87 a que le llegaran oportunidades de nivel para demostrar su verdadero potencial. Siete oportunidades en las que sin hacerlo mal del todo tampoco demostraría nada del otro mundo.

La 87/88 sí le marcaría para siempre. Para mal, desgraciadamente para este arquero con pinta de alemán. Su nefasta actuación ante el eterno rival en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán y los ocho tantos encajados en La Romareda pesaron mucho más que su buen encuentro ante el FC Barcelona en el Camp Nou. Tras lo sucedido a orillas del Ebro, su presencia bajo los palos era la excusa perfecta para que los rivales de turno le pusieran a prueba una y otra vez. Tras otra campaña marcada por los errores y la desconfianza de la grada, no tuvo reparos en hacer la maleta y poner punto final a su estancia en la capital de Andalucía.

El Hércules de Alicante fue su siguiente y último equipo en la élite. Y es que tras dos campañas en el cuadro alicantino decidió colgar las botas. Desde entonces, se gana la vida enseñando a los más pequeños. “Ya tuve la oportunidad de trabajar con niños en mi pueblo, Alfondeguilla, como monitor de actividades extraescolares, y la experiencia me enganchó. Así, cuando Honorio Gómez me propuso entrenar a los porteros de la escuela de fútbol de La Vall no lo dudé", comentaba al respecto no hace demasiado un Villalba que parece ser mejor profesor que portero de Primera.