Nada más tengo que añadir

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 14/01/2018

El análisis más limpio, puro y directo, a veces, llega del buen aficionado. De ese sevillista culto y preparado capaz de definir con dos golpes geniales la situación. Y yo tengo un puñado de esos que me rodean. Hoy, tras el esperpento perpetrado en Vitoria, me ha vuelto a llamar Jesús Rebollo: "Sólo recuerdo una cosa igual a lo de Mercado de capitán, cuando Cordón se puso una vez el brazalete. No encuentro diferencias entre Vukicevic y  Nolito... Adiós, te dejo". Mi amigo Carlos Cubiles es más escueto a través de un sms: "¿Aún no se han dado cuenta que con lo que hay esto no tiene arreglo?".

El otro se llama Abel García, un iluminado y asesor directo de algunos miembros de estos blogs: "La imagen de estos tíos enseñándole un papel con unos dibujos a Muriel es desoladora... Vincenzo no conoce nada, no sabe nada de la plantilla.  Cuando se entere somos el 14. No sabe nada. Ha mantenido en el campo a Carole 90 minutos. Es peor que Berizzo. Cómo se llega a la conclusión de que Montella es el ideal". Y añade: "El éxito del Sevilla llegó con dos muy buenos entrenadores, esa es la clave...". Mi dilecto José María Pérez es demoledor: "Pizarro es un jugador infame que estaba en México...".

Este personal me ha acortado hoy el trabajo. Sin análisis profundos y con tres pinceladas han retratado perfectamente la situación de un equipo plagado de jugadores mediocres, un entrenador perdido y un director deportivo sin capacidad de reacción. Los errores están permitidos, pero los disparates te llevan al hoyo. Y ya son demasiados disparates...