Esta semana no habrá pelea ni wasap

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 18/01/2018

Al parecer, Nzonzi no saltó una mesa y le arrojó un vaso en la cabeza a un utillero. Nada de eso. Nzonzi se subió a esa mesa para bailar una sevillana e invitar a una copa a su compañero de vestuario. Al parecer, las heridas que el delegado Juan Martagón lucía en la cara no eran producto de una pelea, sino el corte en un mal afeitado. Según la nueva versión, Montella no había pedido que expedientaran a diez jugadores. No, no... Mandó a Castro un expediente muy positivo de diez jugadores.

No me extraña que 'Sálvame' siga siendo el programa estrella de la televisión. La idiocia está cada día más extendida y el interés por el embuste, los líos, los enfrentamientos y los choques es lo que caracterizan cada día más al pueblo. Sevilla se inundó hace unos días con un wasap que relataba la guerra civil desatada en el vestuario del Sevilla y tuve que desgastar muchas horas de mi vida para explicar en privado por qué el profesional del periodismo no entraba en estas cosas. Es muy posible que en ese vestuario hayan pasado cosas, pero como en muchos otros vestuarios y muchas otras oficinas. Y lo que la experiencia me dice es que esos incidentes no moldean un mal equipo. Es al contrario: un mal equipo hace que surjan esos incidentes reales o inventados. Nzonzi es muy bueno, salte una mesa o no. El problema es como Berizzo manejó a un jugador que, posiblemente, sea difícil de llevar; pero para eso los profesionales ganan soldadas deslumbrantes.

En Madrid quedó destapada la mala gestión del grupo que hizo Berizzo, el despiste con el que llegó Montella y la conclusión más importante: para ganar hay que sacar del campo a la mayoría de los fichajes de Arias. El Sevilla ha parado la caída. Ahora le toca a Oscar Arias arreglar los desperfectos. No lo deje para el Corpus. Sería tarde...