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Al acecho de la élite del waterpolo

Peter Cutino, un estadounidense afincado en Sevilla, alma mater del lanzado Club Waterpolo Sevilla

Lucas Haurie
Lucas Haurie
20/02/2017

El joven Peter Cutino no podía sospechar en 1985 que aquel torneo internacional le cambiaría la vida. Hijo de un célebre entrenador del waterpolo estadounidense, Cutino tenía poco más de 20 años cuando llegó a Sevilla para representar a su país en el torneo que organizaba el Club Náutico de la ciudad. Repitió en la edición de 1986 y ya no abandonó Sevilla, que por aquel entonces se preparaba para albergar la Exposición Universal de 1992. Recién graduado en arquitectura por la Universidad de Berkeley, el joven Cutino encontró en Andalucía su lugar en el mundo.

Desde entonces Cutino se ha convertido en una figura fundamental para el waterpolo sevillano. Hasta el año 2000 estuvo implicado en la sección del histórico Club Natación Sevilla y cuando ésta echó el cierre, lideró el tránsito de jugadores y aficionados hacia el recién fundado Club Waterpolo Sevilla (CWS). De esta manera se evitaba la desaparición de un deporte con más de 50 años de historia en la ciudad. Hoy Cutino es presidente del CWS y el tirón popular del waterpolo no deja de crecer.

A ello contribuye, sin duda, la gran temporada que está realizando el CWS. La cantera funciona y sus equipos inferiores cuentan con más de cien deportistas que auguran un futuro prometedor para la entidad. Pero es el primer equipo el que se lleva todos los focos por la brillante temporada que está completando en la Primera División Nacional. A siete jornadas del final de la liga, el CWS marcha segundo, a siete puntos de un liderato que parece inalcanzable pero peleando por mantener la segunda plaza, que da acceso a la promoción de ascenso a la División de Honor.

Para conseguir su objetivo, el CWS tendrá que superar un tramo complicado del calendario en las próximas semanas, con partidos contra el CN La Latina (Madrid) y el CN Caballa (Ceuta), cuarto y quinto clasificados respectivamente. Y antes de esos partidos, le espera una prueba muy especial a pocos kilómetros de su piscina: el derbi local del día 25 de febrero contra el CW Dos Hermanas-Emasesa, un partido de alto voltaje a pesar de que el rival transita este año por la parte media de la tabla. 

La rivalidad entre los dos clubes, sin embargo, no va más allá de la piscina. Todos los jugadores se conocen y algunos incluso son amigos, en un contexto de amateurismo absoluto. Ninguno de los jugadores del CWS vive de la pelota y tienen que compaginar los entrenamientos y los desplazamientos con estudios y trabajo. El grueso de la plantilla procede de la cantera y tiene su vida hecha en Sevilla, pero el club cuenta cada año con refuerzos internacionales que aumentan el nivel del equipo. Sin embargo, la presencia de los foráneos acostumbra a ser fugaz, ya que el club no puede retener sus talentos.

Es el caso de Tanner Cullen, un jugador norteamericano que llegó a principios de temporada y que se convirtió en una de las claves de la buena marcha del equipo. Cullen viajó a su país para pasar las vacaciones de navidad y allí recibió una suculenta oferta de trabajo, por lo que ya no regresó a Sevilla. Los jóvenes de la cantera están cubriendo su hueco en el equipo, tal y como es costumbre en este club. De la cantera es el capitán, Víctor Calderón, máximo goleador de la Primera División durante los últimos tres años. Y de la cantera también son los hermanos Alfonso López Sáez (20 años) y su hermano Pablo (17 años), dos valores al alza que ya dan mucho que hablar en el panorama del waterpolo nacional.

Su contribución será importante para conseguir el ascenso, una gesta que el CWS ya consiguió en el año 2007, cuando ingresó por primera vez en la máxima categoría del waterpolo español. Diez años después, el ascenso supondría un premio para un club que es consciente de sus limitaciones pero que compensa con mucho amor y dedicación la falta de grandes patrocinadores y las dificultades de competir en Primera División, donde los desplazamientos son más largos y complicados.

La élite está a sólo seis partidos, pero el ascenso tampoco solucionaría las estrecheces económicas del club, que sobrevive gracias al apoyo de las instituciones públicas andaluzas y de su creciente masa social. El CWS cuenta con más de 200 socios y muchos aficionados que en la última jornada llenaron la piscina para ver el empate contra el líder, el Acuasport Tenerife-Echeyde. La próxima cita en el polideportivo de Hytasa será el 4 de marzo, cuando el CN La Latina visite Sevilla en una cita clave para el futuro de ambos equipos.