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El esquí deja de ser un deporte de invierno

Durante el verano es posible la práctica de este deporte gracias a la existencia de las pistas de nieve artificial

Redacción
Redacción
09/05/2017

¿Quién dice que no se puede esquiar todo el año? ¿sólo es viable practicar este deporte en una época concreta? La mayoría de las personas tienden a asociar esta disciplina deportiva con un periodo determinado del año, en este caso el invierno. Sin embargo, esquiar en los Alpes Franceses, en Sierra Nevada o cualquier otra estación de cierto renombre es posible a la par que beneficioso para la salud. Calificar dicha modalidad como “deporte de invierno” no es algo correcto, ya que durante el periodo estival es posible igualmente la práctica del mismo gracias a la existencia de pistas de nieve artificial.

Y es que, en primera instancia, no hay que olvidar que el esquí es una de las modalidades deportivas más antiguas existentes hoy día. Fueron los escandinavos los que comenzaron a utilizar los esquís como transporte individual para moverse por las zonas nevadas. Se trata de un deporte que, cada vez más, cuenta con mayor número de aficionados, desde niños hasta adultos, por lo que es ideal practicarlo tanto con los amigos como con la familia.

Para aquellos que lo desconozcan, el esquí ofrece dos modalidades: alpino y de fondo. El primero se realizar en bajadas montañosas más o menos pronunciadas, mientras que el segundo únicamente se practica sobre superficies planas. En esta línea, conviene destacar que, al igual que el resto de deportes, conlleva una serie de riesgos. No obstante, las ventajas que ofrece son bastante mayores.

En primer lugar, purifica los pulmones, ya que las pistas de esquí se encuentran situadas en entornos montañosos de elevada altitud que hacen posible respirar aire puro y, por consiguiente, favorece la oxigenación de la sangre. Por otro lado, tonifica el cuerpo, puesto que ayuda a tonificar los músculos, especialmente los cuádriceps, debido al movimiento de piernas al deslizarse por la nieve,los glúteos, los brazos (cuando la persona se impulsa con ayuda de los bastones) y los abdominales oblicuos. De esta forma, el trabajo del cuerpo es el mismo que se lleva a cabo en otros deportes como el ciclismo u otras prácticas como la elíptica o el uso de las pesas. Al mismo tiempo, beneficia a la pérdida de peso, ya que favorece de manera muy significativa a la quema de calorías. Tanto es así que, en función de la intensidad, se pueden llegar a quemar desde 350 a 650 calorías por hora.

En lo que respecta a la salud, conviene añadir que el esquí protege, en cierta medida, contra enfermedades cardiovasculares. Esto es así porque se trata de un deporte aeróbico, por lo que la quema de calorías y el gasto de energía que supone, ayuda a prevenir cualquier tipo de problema de colesterol o sobrepeso, protegiendo, de este modo, tanto los pulmones como el corazón. En lo correspondiente a lo físico, dicha disciplina interviene en la mejora de la resistencia del cuerpo, así como en el desarrollo de la fuerza. Gracias a esta práctica deportiva la persona puede fortalecer espalda, brazos, piernas, glúteos y abdominales. En general, supone una mejora importante de la condición física, como consecuencia del trabaja llevado a cabo con la intensidad y la resistencia.

Del mismo modo, el esquí ayuda en la mejora de cualidades, tales como la coordinación, la flexibilidad, la agilidad, la concentración o el equilibrio, puesto que invita a una “fusión” concreta y especial de movimientos y mantener una posición correcta todo el tiempo. En este sentido, al igual que en otros deportes, esta modalidad ayuda a disminuir el estrés y a relajar los músculos. No obstante, a diferencia de otras disciplinas deportivas, el esquí es considerado como uno de los deportes más completos a todos los niveles. De hecho, desde una perspectiva psicológica, y comparándolo con la efectividad de la medicina, hay ciertos estudios que afirman que es capaz de mejorar e incluso curar la depresión.

Uno de sus mayores beneficios es la relación mental que conlleva su práctica, la cual ayuda innegablemente a disminuir el nivel de ansiedad. Algo que se debe principalmente a la adrenalina que se genera con su práctica. Ello, unido a la alegría de disfrutar del paisaje del entorno en el que se desarrolla, produce una grata sensación de bienestar y libertad. Por ello, se considera ideal para desconectar de la rutina. Aunque parezca un deporte orientado exclusivamente a un grupo de personas (deportistas y aventureros fundamentalmente), es apto para cualquier tipo de persona, ya que también se practica, precisamente, para pasar unos días en un entorno alejado, tal y como ya se ha mencionado. En portales como Esquiades.com todos aquellos apasionados a la montaña pueden encontrar ofertas para vivir este tipo de experiencias.

Otro de los grandes alicientes de este deporte es la sociabilidad que conlleva. Estamos hablando de una disciplina que permite ser practicado en compañía, ya sea con amigos o familiares, al margen de que hace posible conocer gente nueva. Lo cierto y verdad es que, tanto en invierno como verano, no hay excusa alguna para decirle no al esquí.