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Que no se aburra Rubén Castro...

El canario, desesperado porque no le llegan balones

Redacción
Redacción
16/10/2014

La pegada, esa virtud que por ahora en el Betis sólo tiene Rubén Castro y nada más que Rubén Castro, no aparece en los últimos partidos. El Betis lleva tres partidos sin marcar un gol, y eso que se enfrenta a rivales de medio pelo o directamente limitadísimos.

Ya hay síntomas de la 'marcha' de Rubén Castro. El canario no es el mismo del inicio liguero, cuando pelota que cogía, pelota que enchufaba. Claro que aquí está el quid de la cuestión: la producción ofensiva es ruinosa. En los últimos partidos, el Betis ni prueba a los porteros rivales. De Valladolid se fue sin tirar a puerta (se mantuvo en pie, elogiaron algunos) y exactamente lo mismo ocurrió ante Las Palmas. Frente al Lugo, cierto es, sí hubo dos ocasiones claras: un tiro al larguero de Dani Ceballos y un mano a mano de Jorge Molina en la primera parte. Pare usted de contar.

Pero hablamos de dos ocasiones ante un modesto de la categoría. Muy poco. Casi nada. Velázquez no tiene nada trabajado y donde más se evidencia es en el juego ofensivo. Simplemente, el Betis no sabe cómo atacar. Los mediocentros enlazan pases rutinarios y los jugadores de banda jamás desbordan. ¿Qué hace Rubén Castro en esa situación? Desesperarse. Ya son continuos los gestos de lamentos del canario, que espera como agua de mayo algún servicio de sus compañeros.

En tal situación, la solución de la pegada no aguanta. Ningún jugador del mundo puede solventar tal caída. Y menos si jamás lo ponen en ventaja. Tampoco ayuda que sus compañeros marquen tan poco. Hasta ahora, ni Jorge Molina (un gol) ni Rennella (otro, en Copa) se enganchan. Y los mediocentros, bastante tienen con realizar partidos aceptables.

Es cierto que los registros atrás han mejorado, pues al Betis no le hacen un gol desde la jornada 5 en Girona (1-3). Pero achacar cualquier mejora al trabajo de Velázquez, o incluso a la mejora de los centrales, es pura ciencia ficción. Al Betis no le marcan porque los rivales no tienen calidad arriba. Pero llegar, llegan. Merodear, merodean. Y mucho. Sí ha elevado su rendimiento Adán y también parece preparado para cualquier momento Dani Giménez, cuya actuación frente al Lugo fue notable. En la portería no hay el menor problema. Pero arriba, si el equipo no crea y Rubén Castro se aburre...