Conversaciones abiertas para evitar la desaparición del Baloncesto Sevilla

El Betis pondría su nombre al equipo de baloncesto, aunque sin contribuir por ahora económicamente

Miguel Ángel Chazarri 10/07/2016

Además de cumplir con la obligación de confeccionar un buen equipo de fútbol, los dirigentes del Betis andan moviéndose en otros ámbitos para ampliar la proyección del club. Así, se vienen manteniendo conversaciones en las últimas semanas con La Caixa para evitar la desaparición del Baloncesto Sevilla. El Betis está por la labor de ayudar. No quiere que el baloncesto de alto nivel en Sevilla tenga sus días contados y de ahí que haya mostrado su disposición a colaborar. De ninguna manera pretende adquirir la propiedad del club, ya que ello plantea cuestiones legales que no son fáciles, ni rápidas, de resolver. En primer lugar, tener un equipo de baloncesto no está contemplado en los estatutos del club. Habría que convocar Junta para modificarlos. Ya la sección de fútbol sala se encuentra al límite. La de baloncesto, directamente, no encajaría. Los dirigentes del Betis deben ser muy escrupulosos con lo marcado por la ley, pues cualquier paso en falso se aprovecharía para alimentar la guerra de trincheras que sigue existiendo en el club. Además, después de tanta convulsión, la idea es poner los cinco sentidos en el primer equipo de fútbol, ganar en estabilidad y en dos o tres temporadas, con los ingresos consolidados, ya se verá.

Por tanto, ¿en qué consistiría dicha ayuda al Baloncesto Sevilla? El Betis ha puesto como condición que el equipo de básket lleve su nombre. No se contempla ayuda económica alguna. En las primeras reuniones ha quedado claro que no saldrá ninguna partida para la necesitada entidad sevillana. La idea es aprovechar el indudable tirón social del Betis para que, por ejemplo, aumente el número de abonados al club de baloncesto, promover precios especiales para los aficionados verdiblancos, facilitar ingresos publicitarios que de la mano del Betis siempre es más fácil amarrar... En definitiva, poner toda la maquinaria, con el nombre Betis, al servicio del club. Si con el tiempo la relación es la adecuada, ya se plantearía hacerse con la propiedad.

Con algo más de un millón de euros se cubriría el presupuesto de un equipo de baloncesto que simplemente quiere permanecer en la categoría. Al fin y al cabo, poca cosa para lo que mueve el fútbol. Como operación de márketing, el interés parece claro. A la espera de lo que dictara la canasta, se contribuiría a evitar la desparición del querido equipo de baloncesto, se haría club y se ofrecería al bético otro equipo con el que identificarse. La sensibilidad hacia este asunto es total y las conversaciones continúan, aunque la entrada, de producirse, será poco a poco, pues ahora prima lo que prima. El Sevilla, por ejemplo, se ha mostrado más frío y considera que lo suyo únicamente es el fútbol. No ha contemplado establecer diálogo alguno en este sentido.