muchodeporte.com Real Betis Balompié

Caso Osasuna: El juez ve indicio de delito en Amaya, Figueras y Xavi Torres

Se basa en la localización de móviles, registros de llamadas, contradicciones y en el análisis patrimonial

Redacción
Redacción
16/02/2017

La cosa se ha puesto muy fea para Antonio Amaya, Jordi Figueras y Xavi Torres, que han sido señalados por el juez que instruye el denominado 'Caso Osasuna' por el supuesto amaño de los partidos Valladolid-Betis y Osasuna-Betis de la temporada 2013-2014. Otros ex jugadores béticos, como Sergio García o Jorge Molina, que fueron a declarar en su momento, han visto sobreseído su caso. Junto a ellos, el juez propone juzgar también a otras 15 personas, casi todas miembros de la directiva de Miguel Archanco como presidente del club osasunista y de la posterior gestora de la entidad, que presidió Javier Zabaleta tras el descenso a Segunda División.

Sobre la compra de partidos, el juez estima que hay indicios de que exmandatarios de Osasuna pagaron a tres jugadores del Betis, Antonio Amaya Carazo, Jordi Figueras Montiel y Xavier Torres Buigues, 650.000 euros en metálico, 400.000 para que ganaran al Valladolid y 250.000 para que perdieran con el club rojillo en los dos últimos partidos de la temporada.

Casi toda la directiva de Osasuna estuvo de acuerdo en los pagos y fue el exdirector de la Fundación Osasuna, Diego Maquírriain, quien transportó hasta Sevilla parte del dinero para su entrega a los jugadores béticos.

No queda acreditado, según la investigación del juez, el posible pago de Osasuna al jugador del Espanyol Sergio García por alterar el partido entre ambos equipos de la misma temporada y que terminó 1-1. El juez archiva las investigaciones sobre Sergio García y los rojillos Patxi Puñal, Damiá Abella y el actual entrenador Petar Vasiljevic. 

Tras dos años de investigación, el juez instructor asegura que existen indicios de que Vizcay, Archanco, Peralta, Purroy y Bandrés, "puestos de acuerdo o, cuando menos, conociendo que así se iba a llevar a cabo y consintiendo dicha práctica, a pesar de que era no solo ilegal sino delictiva, decidieron usar dinero del Club Atlético Osasuna para mantener a toda costa al club en la Primera División" mediante la entrega de "diversas cantidades de dinero en metálico a jugadores de otros equipos con la finalidad de alterar el resultado de dicha competición".

Así, "existen indicios" de que pagaron a los entonces jugadores del Betis Amaya, Figueras y Torres 400.000 euros por la victoria del club verdiblanco frente al Valladolid y 250.000 por que su equipo se dejara ganar ante Osasuna.

A este respecto, el juez indica que hay indicios de que, con la finalidad de encubrir los citados hechos, estos exdirectivos "decidieron alterar los libros de contabilidad, realizando en los mismos anotaciones falsas o dejando de incluir en ellos anotaciones de operaciones económicas reales".

En concreto, respecto al delito de corrupción deportiva, la presunta participación de los entonces jugadores del Betis Amaya, Figueras y Torres se desprende, según el juez, del análisis de los posicionamientos de sus teléfonos móviles, que se ubican en las zonas donde se produjeron las negociaciones entre los directivos osasunistas y los jugadores, así como del cotejo de los registros de llamadas, las contradicciones apreciadas en sus declaraciones y careos y en el análisis patrimonial de ellos realizado, que revela diversos pagos en metálico por elevados importes y una caída importante en los reintegros bancarios de dinero tras los pagos en metálico presuntamente efectuados.

Los jugadores del Betis utilizaron un móvil falso (sin registro de titular) para mantener sus relaciones telefónicas con Vizcay y Txuma Peralta, ambos directivos de Osasuna. Según se desprende de un informe de la Policía Judicial, los jugadores del equipo verdiblanco se hicieron con un teléfono de la compañía Lebara (Vodafone) que activaron "con documentación fraudulenta" en un establecimiento donde no se comprobaron los datos para su activación. 

La puesta en marcha de este teléfono tuvo lugar justo en el periodo en el que se iban a celebrar los partidos que ahora se investigan: el Betis-Valladolid (11 de mayo de 2014) y el Osasuna-Betis (18 de mayo de 2014).

Por este motivo, la policía considera que el teléfono "fue usado tanto para la negociación de los partidos como para la reclamación de la deuda contraída después con Osasuna".

El juez relata que en la temporada 2012-13 se contabilizaron 900.000 euros como un pago a los dos supuestos agentes inmobiliarios, los investigados Cristina Valencia y Albert Nolla, quienes por firmar un documento en el que admitían haber recibido ese montante recibieron de Osasuna “una cantidad indeterminada de dinero”. Y dejaron de contabilizar un préstamo de 600.000 euros que un pariente de uno de los directivos había efectuado al club esa temporada, aunque sin conocer la finalidad delictiva que iba a darse a dicho dinero.

Al finalizar la temporada 2013-14, continúa la resolución judicial, se planteó la necesidad de dar cobertura a la salida de 1.440.000 euros. Debido al descenso a segunda división ya había dimitido la junta directiva de Miguel Archanco y al frente del club estaba una gestora provisional.