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2-0: Esto es más bonito que lo otro, míster

Un Betis más sólido que bonito en esta ocasión gana a su rival para meterse en la parte alta de la tabla

Lucas Haurie
Lucas Haurie
21/10/2017

Quique Setién ha caído de pie en Sevilla por ser un buen entrenador, esto es lo fundamental, pero también porque todo el mundo ha detectado que no pertenece a esa especie tan abundante en el fútbol que son los vendedores de burras ciegas, pues articula un discurso valiente, de obsesivo apostolado del fútbol ofensivo… pero también lo plasma en el campo de forma insobornable. ¡Bien por él! Eso sí, tiene que permitir que el periodismo, con todos los respetos, le reponga que es preferibles amarrar los puntos con un medio pestiño afortunado como el que jugó el Betis contra el Alavés que embarcarse en verbenas escasamente productivas como la de las semanas pasadas. 

Se adelantó pronto Betis con una acción del repertorio de Setién: acumulación de efectivos arriba, paciencia y mucho toque. Campbell distrajo con unos malabares, abandonó su esquina liberándola para Barragán y cedió a Camarasa, quien intuyó más que vio la subida del lateral. Su centro templado lo cazó Sanabria en el primer palo, desde donde cruzó un magnífico testarazo. Ya no debe haber dudas con el paraguayo, que en dos meses ha cubierto el desierto que separa las condiciones de fichaje fallido, lo que parecía ser, y de goleador consagrado, lo que es hoy. En este jugada acabó el fútbol estético de los locales pero empezó la loable tarea de conservación de los puntos.

La nueva dimensión que le ha dado Serra al club, pretensiones de equipo europeo, mejora también el tratamiento de unos colegiados tan radicalmente humanos que se suman a las corrientes de opinión. Tienen cara de ganador los béticos, al contrario que otros años, y se la vio Trujillo Suárez, quien ignoró un claro penalti sobre Munir y le anuló un gol por fuera de juego inexistente cuando perdía por la mínima. Justo lo contrario le sucede al Alavés, tan poco mimado en las decisiones dudosas como indica su mala clasificación. No es justo ni injusto, es la vida misma. Los árbitros, igual que los bancos, le ofrecen un paraguas a quienes viven bajo los rayos del sol.

El caso es que la ventaja temprana empeoró al Betis, dominador sin peligro en la primera parte y sufriente al inicio de la segunda, pese a que este periodo comenzó con un zambombazo de Camarasa que obligó a Pacheco. Pero hubo fatigas en ese tramo, con Wakaso y, sobre todo, Pedraza incurriendo por su carril y creando ocasiones claras, como la que le sacó Adán con el pie al carrilero. Mejor todavía fue el paradón del madrileño en un libre directo de Medrán, que buscaba la cruceta cuando su guante se interpuso. Portería a cero, divino tesoro.

El partido quedó liquidado mediante una de esas acciones que indican el peso específico de los equipos, como las decisiones arbitrales. La ola favorable consiste en esto: te aprestar a sufrir un cuarto de hora final de infarto porque el marcador está apretado y una falta mal sacada por el rival propicia un contragolpe sin demasiada chicha que resuelve un gol en propia meta de Alexis, un sospechoso habitual. Maravilloso espectáculo: abrir el periódico y ver que tu equipo tiene tres puntos más que ayer.

FICHA TÉCNICA

Real Betis (2): Adán; Barragán, Mandi, Amat, Tosca; Javi García, Camarasa (Fabián, minuto 73), Guardado, Joaquín (Boudebouz, minuto 78), Campbell (Tello, minuto 61); y Sanabria.

Deportivo Alavés (0): Pacheco; Vigaray, Alexis, Maripán (Katai, miuto 76), Ely; Pedraza, Torres, Manu García (Burgui, minuto 80), Wakaso, Medrán; y Munir (Bojan, minuto 80).

Goles: 1-0, minuto 13: Sanabria. 2-0, minuto 75: Alexis en propia puerta

Árbitro: Trujillo Suárez, canario. Amarillas para Javi García, Munir, Amat y Wakaso.