Si no fue en Valladolid, ¿cuándo?

No hay forma de tumbar la maldición fuera de casa

Redacción 21/10/2013

Vuelve a ser un lunes desapacible para el Sevilla. Ni siquiera en Valladolid, con un 0-2 a favor, fue capaz de abrochar un triunfo fuera de casa. La maldición continúa. Son ya trece meses sin ganar lejos del Sánchez Pizjuán en Liga. Y muy posiblemente serán catorce, pues la próxima salida es al Bernabéu.

Las causas están más o menos localizadas. Hay poco empaque, escasa identidad para saber aguantar los resultados pese a la buena imagen de la primera parte. Por fin se vislumbró un Sevilla más lógico, más armado, más defensivo también. Dicho planteamiento quedó reforzado con el gol de Bacca a lo dos minutos.

Pero quedarse con una imagen parcial no sirve de nada. Mientras la RFEF no diga lo contrario, los partidos duran noventa minutos. Y lo que se vio en la segunda parte ya fue otro cantar. El Sevilla empezó a jugar con fuego ante un Valladolid que ni apretaba. Y terminó achicharrándose. Aquí es donde, un lunes más, vuelve a tomar un papel principal la labor de Emery y sobre todo su lectura de partido. Tarda en hacer los cambios una barbaridad y normalmente los elige mal. En Valladolid solo hizo dos, cuando la falta de frescura en ciertos jugadores era evidente. Todo fue a peor con las sustituciones.

Además de estos errores de concepto (inconcebible dejarse dominar por un Valladolid que se sabía liquidado), tampoco el nivel de la plantilla ayuda. Está más o menos aceptado, no se sabe muy bien porqué, que el nivel de calidad es bueno, cuando semana tras semana se observa que siempre hay alguien que mete la pata. Vitolo con su falta, un Beto que nunca salva, errores delante del portero... Nadie da oxígeno cuando se hace necesario.

El componente psicológico de sentirse inseguro también juega un papel clave. Por tanto, no es la primera vez que asalta esta pregunta a los sevillistas (solo cabe recordar el derbi de la temporada pasada en el Villamarín): si no fue ayer, ¿cuándo?