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Confianza quebrada

Puede que Emery siga un año más, pero no han gustado sus formas ni las de Jorge Mendes, su agente

Redacción
Redacción
02/06/2015

Unai Emery ha dado un paso en falso que no ha gustado lo más mínimo a José Castro. Mañana (si es que no se ven hoy mismo) se van a reunir para dejar claras las cosas. En estos momentos, lo más probable, que no seguro, es que Emery siga el año que viene en Sevilla, cobrando más de lo estipulado en un principio, pero sin ampliar el contrato dos o tres años, como esperaba el Sevilla antes de que su nuevo representante, Jorge Mendes, montara una reunión muy fea en Madrid con el Nápoles en la que estuvo presente el propio entrenador. Aunque ya saben todos que dentro de unas semanas, o días, se pueden dar unos abrazos espectaculares, en el Sevilla creen que la influencia de Jorge Mendes, el todopoderoso agente que ahora lleva la carrera de Emery, va a ser negativa para el club de Nervión. Mendes se mueve mejor que bien, pero este verano no parece que tenga un banquillo top para Emery (Nápoles y West Ham ofrecen mucho dinero pero ningún salto deportivo en su carrera), aunque posiblemente sí la temporada próxima, cuando como mínimo Bayern y City muevan ficha en ese sentido. Y quiere tener a Emery sin ataduras para ubicarle en alguno de los huecos que esos movimientos esperados provocarán. En el Sevilla temen, además, que con Mendes detrás, Emery se meta más de la cuenta en la confección de la plantilla, porque así funciona el representante con más peso en el mundo del fútbol, un hombre que en concreto no quedó muy bien con Monchi porque con Helder Postiga apalabrado, al final el director deportivo se decantó por Bacca, dejando plantado al portugués, afortunadamente para el Sevilla. Pepe Castro, y Monchi, pese a todo, prefieren que Emery se quede, y posiblemente pase porque el entrenador se ha puesto en manos de Mendes para algo más importante que manejar ofertas de Nápoles o West Ham. Pero la magia entre las partes, al menos en estos momentos, se ha roto. Y normalmente todo eso no acaba bien casi nunca.