1-3: La leyenda se perpetúa

Un Sevilla pentacampeón sale vivo de la primera parte gracias al árbitro y arrolla al Liverpool luego

Paco Cepeda 18/05/2016

Se agotan todos los calificativos. Este Sevilla prodigioso, mítico, legendario, ha hecho el más difícil todavía. Suma su quinta Copa de la Europa League en diez años en la final más extraña de las que ha jugado ante el poderoso Liverpool. Y lo hace después de una horrible primera parte en la que solo salió vivo porque el árbitro no vio varios penaltis claros. Pero tras el descanso cambió todo, todo, y de nuevo emergió ese equipo que no juega finales, las gana. Primero empató Gameiro, en gran jugada de Mariano, y luego Coke, el capitán, la apuesta de Emery en esa posición de interior derecho, hizo los dos tantos del triunfo. Así se las gasta esta máquina de coleccionar plata.

Estoy por no escribir nada de la primera mitad, para no afear lo que ha hecho el Sevilla, pero es obligatorio. El Sevilla salió mandando, aunque tampoco sin abusar, pero con el paso de los minutos se hacía pequeñísimo, ante un Liverpool que por otro parte no parecía nada del otro mundo, aunque muy intenso, eso sí. Y poco a poco el campo se inclinaba y llegaba el Liverpool muy suelto sobre todo por el lado de Escudero. El árbitro, un sevillista más toda la noche, se encargó de frenar a los ingleses, pero no tanto como para impedir que Sturridge hiciera un gol a lo brasileño, con los deditos de fuera. Un golazo. El Sevilla no aparecía, Nzonzi no la pillaba y Banega, demasiado. No pasaba nada en clave sevillista y lo mejor, pero sin duda, era que seguía vivo, porque un 1-0 es muy poca cosa para matar al gran Sevilla.

Sin embargo, ni el más optimista podía imaginar lo que ocurrió en Basilea de repente. Jamás un descanso de quince minutos sirvió para tanto, sin mover ni una ficha. No sé que pasó, pero salió un vendaval, el Sevilla de las finales. Jugadón de Mariano, colándose hasta la cocina, y gol a placer de Gameiro, que se vino arriba en un día poco afortunado para él en el remate. El francés pudo salirse, con tres goles mínimo, porque desde el primer minuto de la reanudación el Liverpool dimitió, o le hicieron dimitir, y las ocasiones se agolpaban. Pero quedaba un guiño, uno para el entrenador que lo pone y otro para el inesperado héroe de esta mítica final. Un vallecano, Coke. Un lateral modesto que de vez en cuando juega de interior y que esta noche ha hecho dos goles, dos, uno de ellos dudoso, pero que subió al marcador, ya lo creo que subió. Y todavia quedaban minutos para que la grada, los 6.000 sevillistas, se hiciera gigante ante la mayoría inglesa, absolutamnete rota y doblegada ante el campeón de campeones. Cinco títulos, tres seguidos, dos más que Liverpool, Inter y Juventus, casi nada. Sí, además hay mucho dinero, plaza fija para Champions, la disputa de la Supercopa de Europa... pero eso, siendo muy importante, es una porquería comparado con lo fundamental: otro título, otro. Qué barbaridad. ¿El domingo más?

FICHA TÉCNICA:

Liverpool FC (1): Mignolet, Clyne, Lovren, Kolo Touré (Benteke, m. 82), Alberto Moreno, Lallana (Allen, m. 72), Emre Can, Milner, Firmino (Origi, m. 67), Coutinho y Sturridge.

Sevilla FC (3): David Soria, Mariano, Rami (Kolodziejczak, m. 77), Carriço, Escudero, Krychowiak, N’Zonzi, Coke, Éver Banega (Cristóforo, m. 92), Vitolo y Kevin Gameiro (Iborra, m. 89).

Goles: 1-0, minuto 35: Sturridge. 1-1, minuto 46: Kevin Gameiro. 1-2, minuto 63: Coke. 1-3, minuto 70: Coke.

Árbitro: Jonas Eriksson, sueco. Amarillas para Lovren, Vitolo, Éver Banega, Origi, Rami, Mariano y Clyne.