El filial, en busca de una nueva columna vertebral

José Antonio Jiménez 09/08/2017

Era cuestión de tiempo la salida de los mejores jugadores del Sevilla Atlético. Los Bernardo Cruz, Diego González, Toño Cotán e Ivi ya son historia. Cerradas las puertas del primer equipo, no han tenido más remedio que buscarse la vida por otras latitudes. Es ley de vida. Y es que no hubiera sido muy normal que siguieran defendiendo un curso más la camiseta de un elenco que lo bordó en su retorno a Segunda.

Evidentemente, si para un filial siempre es complicado mantenerse entre los mejores, sin sus elementos más desequilibrantes es mucho más complicado. Y lo será más si antes del final del mercado estival se marchan José Antonio Caro, Borja Lasso, David Carmona o Joaquín Matos. De los cuatro, el primero es el que más opciones reales tiene.

Con un panorama más negro que blanco, le toca al bueno de Luis García Tevenet encontrar en su vestuario (o en el mercado) a cuatro o cinco elementos que hagan olvidar lo antes posible a los que acaban de volar. Para la zaga, Alex Muñoz, Cristian, Amo o el recién llegado Mariano Konyk son los llamados a hacerse con la propiedad del eje de la zaga.

En la medular, si Borja Lasso acaba quedánsose, hay menos problemas. Parece que con Nando San Emeterio y Yan Brice hay músculo de sobra para darle competitividad a una zona del campo tan relevante. Más problemática será suplir a Ivi. Ha llegado Aitor Cantalapiedra, pero sus características distan bastante de las del nuevo atacante del Levante. Los chavales Mena o Rubén están llamados a dar un obligado paso al frente.

Eso sí, también es una garantía que no se haya ido Marc Gual. El catalán, ya con un año de experiencia en Segunda, debe ser un elemento de peso en una nueva columna vertebral que tiene la complicada misión de cerrarle la boca a todos los que aseguran que el futuro del filial pinta oscuro.