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Diego Martínez: "El partido del domingo será especial"

El técnico gallego regresa a la que fue su casa

José Antonio Jiménez
José Antonio Jiménez
12/01/2018

Diego Martínez, uno de los responsables del ascenso del Sevilla Atlético a Segunda en junio de 2016, vuelve este domingo a la carretera de Utrera. Lo hace como técnico de Osasuna, uno de los llamados a pelear por subir a Primera. Sin duda, el enfrentamiento entre el que fuera su equipo y el rojillo es la excusa perfecta para saber cómo le va la vida por Pamplona, conocer sus sentimientos en las horas previas al primer partido de la segunda vuelta y su particular valoración de cómo ve desde la distancia la actual situación de la que fuera su casa durante algunas campañas.

"Estoy viviendo una experiencia muy bonita como entrenador de un equipo que venía de pasar una temporada complicada. El objetivo es competir con los mejores para poder ascender. En Segunda hay diez o doce equipos que pueden luchar por conseguirlo. Intentamos que, mezclando juventud y veteranía, poder configurar un plantel que pueda pelear por subir y, de conseguirlo, que luego pueda consolidarse en Primera", admite un técnico que no esconde que la gran asignatura pendiente de su tropa son los partidos en casa.

Sin querer mojarse sobre los principales aspirantes al ascenso, algo quizás lógico dada la complejidad de la categoría, no podía esconder que la cita del domingo no tiene nada de ordinaria. "Es especial. Es volver a la que considero mi casa todavía. Me voy a reencontrar con una ciudad deportiva en la que he pasado muchas horas. Con amigos, compañeros y sensaciones positivas. Es especial, pero a partir de ahí toca competir el partido para intentar ganarlo. Necesitamos enlazar nuestra tercera victoria consecutiva. Eso sí, no es una presión añadida tener que derrotar al colista. No olvidemos que el filial, siendo colista, fue capaz de doblegar al equipo más en forma de Segunda en ese momento (el Granada). En esta categoría, todos le pueden ganar a cualquiera. Los filiales son siempre equipos muy peligrosos", admite, argumentando las claves de su marcha de la entidad nervionense. "Entendí que mi ciclo en el Sevilla había terminado. Me ofrecieron seguir, pero era el momento de buscar nuevos retos. Nuevas experiencias. Al Sevilla le estaré eternamente agradecido por cómo se portaron y por la oportunidad que me brindaron en su momento".

La pregunta obligada, ¿cómo ve Diego Martínez a la tropa de Tevenet desde la distancia. "Están pasando un año difícil. Ves que están sufriendo y te duele. Empatizas con ellos. Pero esto es largo y hay tiempo para todo. No sé si se salvarán. No sé ni lo que va a pasar con mi equipo, no soy pitoniso. Hay mucha igualdad y al final la competición pone a cada equipo en el lugar que se merecer. Me encantaría que se salvaran y que nosotros lográsemos el ascenso. Lo firmaría ya. Costó mucho subir y sería bonito que se salvara. A partir del lunes, que gane todos los partidos", desgrana.

Monchi, Miguel Ángel Gómez, el propio Diego Martínez… Gente que ya no está y que el sevillismo echa de menos. "Ponerme a la altura de Monchi es una barbaridad, es un símbolo del sevillismo. No es justo y objetivo ponerme en ese escalón. El fútbol son momentos buenos y malos. El Sevilla siempre ha demostrado que sabe reinventarse y adaptarse a los cambios. Lo volverá a hacer, de una manera u otra. Más tarde o más temprano", enfatiza, entendiendo la situación en el banquillo del filial de su sucesor, Luis Tevenet.

Para el entrenador gallego, "el partido del domingo será complicado, juegues en un campo en otro. Este año ya hemos jugado con nieve, con barro, con canoas... Pero siempre dije que el filial tenía que jugar en el estadio. Lo sigo pensando. Jugar en el estadio es un plus para los jugadores. Lo pienso, pero eso no significa que tenga razón. Tampoco escondo que en la ciudad deportiva logramos el ascenso tras derrotar al Logroñés, el Lleida... Nosotros rompimos el tópico de que el filial no lograría resultados en el Ramón Sánchez-Pizjuán", mantiene al respecto.

Reconociendo que de pasada le han recordado la rivalidad existente entre su exclub y Osasuna y sin saber que su delegado (el exfutbolista Ibáñez) lo bordaba cada vez que se medía al elenco nervionense, reitera en su última respuesta lo comentado casi al comienzo. El deseo en voz alta de un entrenador al que el tiempo ha dado la razón en más de una cuestión que casi todos poníamos en solfa el curso pasado. "Queda Liga, pero sería el hombre más feliz del mundo si Osasuna vuelve a Primera y el filial puede disfrutar una temporada más de la Segunda división", rubrica Diego Martinez en las vísperas de un choque tan especial como relevante para unos y otros.