Una década del Desafío Doñana

Rafael Pineda 19/09/2019

Está seco el Vado del Quema. La flecha verde que es el Corredor del Guadiamar baja hacia el Coto de Doñana con demasiado polvo para el viajero. Hace falta que llueva. Quizás algunas leves precipitaciones acompañen a los deportistas, que no a los senderistas, que más debajo de ese Vado del Quema disfrutarán compitiendo en una de las pruebas que engalanan el calendario deportivo andaluz. Se trata del Desafío Doñana, un triatlón que este 2019 cumplirá 10 años de existencia. Una década en la que una de las pruebas de resistencia más duras del panorama andaluz se ha ido consolidando de manera evidente.

En esta edición tan especial de este fin de semana, los deportistas volverán a internarse en una de las reservas más importantes de Europa. El Parque Nacional de Doñana acogerá la tercera parte de esta prueba tan singular. Será el momento en el que los deportistas de este triatlón se calcen las zapatillas en la Punta del Malandar, justo enfrente de Sanlúcar de Barrameda y en la desembocadura del Guadalquivir, para hacer una carrera por unos parajes absolutamente vírgenes. Se trata de la playa de arena fina que enlaza este accidente geográfico con la localidad turística de Matalascañas. Un total de 30 kilómetros que pondrán fin a la prueba por la interminable playa de Doñana (15 de ida y 15 de vuelta). Sin duda, una carrera por un auténtico vergel. A un lado, las aguas cristalinas del Atlántico. A otro, las dunas pobladas de pinos y los corrales que las arenas forman con la vegetación. En medio, una espectacular playa para competir.

La carrera será el punto y final a una prueba que tiene su inicio en la provincia de Cádiz. Allí, se desarrolla en primer lugar la prueba en bicicleta durante 100 kilómetros. En una provincia como la gaditana, hay que estar muy pendientes del viento. Al llegar a Sanlúcar, los deportistas tienen que nadar para cruzar el Guadalquivir y adentrarse en el propio Coto de Doñana. El paso del río no es fácil para los competidores aunque se trate solo de apenas un kilómetro de distancia. Se trata de un tramo de desembocadura en el Océano Atlántico muy particular, con una mezcla de mareas de agua dulce y salada que hacen que el cruce a nado sea complicado y espectacular. Las corrientes pueden provocar alguna mala pasada.

En la primera edición, celebrada en 2009, la prueba se celebró durante 200 kilómetros. El paso de las ediciones ha ido provocando cambios en los trayectos a cubrir, aunque sin duda la carrera por el espacio protegido de Doñana le confiere a este triatlón un atractivo singular.    

Más de 300 deportistas entre mujeres y hombres participaron en la prueba del pasado año. El triunfo correspondió a Yessica Pérez y a Emilio Martín. Este deportista onubense, doble campeón del mundo de duatlón, tardó 4:33:45 en realizar el recorrido. Martín obtuvo así su tercer triunfo consecutivo en la prueba. El propio Martín, Yessica Pérez y hasta siete vencedores más de esta prueba participarán este fin de semana también en la décima edición de la prueba.