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3 de mayo de 1989: 35 años del 'ascenso' del Caja San Fernando a la Liga ACB

José Antonio Jiménez
José Antonio Jiménez
01/05/2024

¡Cuántos acontecimientos coincidentes para una fecha tan recordada a orillas del Guadalquivir! El mismo día que los estudiantes sevillanos asaltaron la despensa de la Universidad Laboral en medida de protesta por el abandono que por aquel entonces presentaban las instalaciones de la actual Pablo de Olavide, José María Ruiz Mateos la emprendía a golpes con Miguel Boyer o Diego Armando Maradona acercaba al Nápoles hacia su primer título continental, el Caja San Fernando cosechaba una victoria que marcaba un antes y un después en el devenir de la entidad sevillana. Un triunfo que finiquitaba las dudas generadas a lo largo de su segunda temporada en la extinta 1ª B. Una alegría necesaria para darle vida a un proyecto creado de la nada, que tenía los días contados de no haber sucedido en Asturias lo acaecido la tarde-noche del lejano 3 de mayo de 1989. Un final feliz como desenlace a diez segundos que duraron una eternidad. El tiempo que tardaba Abdul- Jeelani en provocar una personal, pedir un aumento de sueldo, anotar dos tiros libres y ver fallar un triple a la desesperada desde el centro del campo a López Rodríguez.

Igual los más jóvenes del lugar no recuerdan que el equipo que esta temporada milita en la LEB ORO y que tiene un futuro tan inquietante se fundó tras la compra de los derechos del Dribling de Madrid había logrado el ascenso a Primera B (el 7 de mayo del 87). Con anterioridad, a finales de 1986, se intentó sin éxito que Uniplubic le vendiera la propiedad del RCD Espanyol (equipo de la Liga ACB). Al enterarse, la Generalitat se negó a que un conjunto catalán acabara siendo el origen de uno andaluz. Tal decisión provocó que la escuadra perica se fusionara poco después con el Granollers (el nuevo elenco militaría en la ACB).

En Gijón, el actual XOY Betis Baloncesto tenía que ganar o ganar para mantener viva la ilusión del ascenso a la Liga ACB. Enfrente, Lagisa Gijón, un rival con las mismas aspiraciones que horas antes al pleito había puesto de patitas en la calle a su entrenador (Ed Johnson fue sustituido por su segundo, Víctor Lago). Eran 40 minutos en los que no había margen de error tras dos choques anteriores en los que ni unos ni otros habían sido capaces de aprovechar el siempre útil factor cancha. 

El choque en cuestión se disputó en el pabellón de La Arena, un antiguo patio vecinal con ese ambiente tan de los 80 del siglo pasado. Vamos, el escenario ideal para pintarle la cara al visitante de turno. José Alberto Pesquera, que apenas había dormido los días previos al choque, sufrió mareos tras el triunfo de su equipo. Algo lógico después un duelo épico, emocionante y vistoso a partes iguales. Y los directivos cajistas, con Miguel Ángel Pino a la cabeza, sintieron en sus propias carnes lo sencillo que resulta pasar de la gloria al fracaso en un abrir y cerrar de ojos.

Lagisa comenzó defendiendo muy fuerte. Rozando los límites de lo permitido por el reglamento. Pero muy poco tardaron los cajistas en tomar las primeras ventajas (6-11, minuto 5), gracias al acierto de Abdul Jeelani, que lo mismo contraataba con cabeza que defendía su aro como si le fuera la vida en ello. Los locales dependían en exceso de Stinnie, su jugador franquicia aquel ejercicio, pues ni López Rodríguez ni Abrines (el padre del exterior del FC Barcelona) gozaban de demasiadas opciones para lanzar a canasta. Así, era normal que al descanso se llegara con un marcador que estaba haciendo justicia a lo que ocurría sobre el parket (38-45), un resultado que daba pie a la esperanza hispalense. A nadie se le escapaba que los astures ni mucho menos habían dicho la última palabra. Ni mucho menos.

En la reanudación, el miedo a perder afectó sobre todo a los hombres de Pesquera. Jeelani no era el mismo del primer acto, mientras en la escuadra local habían surgido dos invitados inesperados que provocaron un giro de 180 grados en el devenir de la contienda (Blázquez y Moro). El técnico leonés no tuvo más remedio que mover el banco, buscando esa frescura que permitiera a los suyos volver a tomar el mando de las operaciones con todavía casi 10 minutos por delante. Sin embargo, sus variantes tácticas no impidieron que se llegara a los compases decisivos con todo por decidir (empate a 74, minuto 38).

Con un elemento por cada equipo eliminado por faltas (Blázquez y el desaparecido Javier García), el otrora Caja San Fernando encaraba los finales 60 segundos cuatro arriba (74-78, merced a un vital rebote ofensivo de, cómo no, Jeelani). La victoria parecía estar en el bolsillo. Con todo perdido, Lagisa tocó arrebato. Triple imposible de López Rodríguez desde la esquina (77-78, a falta de 17 segundos). Una posesión tenían los hispalenses para no echar por tierra el buen trabajo de los anteriores 39 minutos. Pero los nervios y algo más provocó que Víctor Más le señalara a Vicente Lafuente una falta en ataque tan clara como inoportuna. Balón para los de Víctor Lago... y a rezar. Ataque rápido que acabó con una falta de Jeelani sobre Clavero. Dos tiros que valían casi un ascenso. El escurridizo alero anotó el primero, pero erró el segundo. Rebote para Abdul Jeelani, que no tuvo reparos en subir el balón como si de un base al uso se tratara. Antes de llegar al aro asturiano, falta a dos segundos para la conclusión. Con 78-78 en el electrónico, estaba claro que en sus manos estaba algo más que un ascenso. Estaba la continuidad o no de un proyecto parido casi de la nada. Evidentemente, todo lo anterior ya no servía.

El 1+1 significaba el partido, la eliminatoria, el salto a la elite… La suerte de los hispalenses dependía del acierto de un tipo especial, contratado para situaciones como la que estaba muy cerca de protagonizar. Que un año antes ya había sido pieza clave en el ascenso del Askatuak formando pareja de foráneos con Lance Berwald. El ala-pivot norteamericano (28 puntos y 17 rebotes durante los 35 minutos que estuvo en cancha) encestó el primero como si no hubiera nada en juego. Hizo lo propio con el segundo (78-80). No había tiempo para casi nada. Bueno, para que Charly López Rodríguez intentará un triple desde el centro del campo. Lanzamiento que no entró para desgracia de los suyos.

El Caja San Fernando había ganado una batalla. Y casi la guerra. En Asturias, en los albores de mayo del 89, puso pie y medio en la Liga ACB. Restaba derrotar al Syrius Patronato de Essie Hollis, empresa mucho más asequible para un club que había salvado un peligrosímo match-ball ante un elenco plagado de grandísimos profesionales, apoyado por una presión ambiental que nada tenía que envidiar a la que viven los equipos que visitan los campos griegos o turcos.

"Para mí fue, evidentemente, algo muy importante. No habíamos subido a la ACB, porque todavía había que derrotar al Syrius, pero éramos conscientes de que lo verdaderamente importante era sacar adelante el playoff ante Lagisa Gijón. No recuerdo una anécdota especial del partido, sí a Abdul Jeelani pidiendo un aumento de sueldo antes de lanzar los tiros libres que nos dieron el triunfo. Eso hablaba por sí solo de su personalidad. Abdul era un jugador con mucha experiencia y mucha calidad”, rememora para este sitio web José Alberto Pesquera, el entrenador del equipo del ascenso y que en los años que quedaban por venir consolidara al Caja entre los grandes y lo clasificara para disputar la extinta Copa Korac.

El Caja no subió en Gijón, pero casi. Lo hizo semanas después de haber superado una situación límite en la cuna de uno de los mejores delanteros del fútbol patrio. Enrique Castro ‘Quini’, el ‘brujo’. Como igual de mágicos resultaron los dos puntos logrados por Gary Cole, al que su reconversión al islam le convirtió en Abdul Jeelani para el resto de sus días.

Los actores principales de un final de partido que cumple 35 años también fueron protagonistas hace algún tiempo. Abdul Jeelani, el héroe sevillano, fallecía hace unos años tras haber vivido en la marginalidad y rehabilitarse gracias a los admiradores que no entendían que un jugón penara por la vida tras haber colgado las botas. Lopéz Rodríguez, el héroe que pudo haber sido y no fue, sufre esclerosis múltiple desde 2006. Un exterior que se convirtió en el jugador que más partido le sacó a los 6.25 la temporada de su estreno en España, defendiendo la camiseta del Magia de Huesca.

 

Plantilla del Caja San Fernando en la temporada 88/89:

Bases:
Manu Rodríguez
Manuel Rodríguez "Buscató"
Fernando Román
Aitor Zárate

Aleros:
Diego Gallardo
Javier García
Miguel Ángel Morate
José Mª Fernández Villagrán

Pívots:
Abdul Jeelani
Juanfra Garrido
Vicente Lafuente
Jesús Llano
Leo López
Quique López

Entrenador:
José Alberto Pesquera