Barbosa

El Petardazo

José Antonio Jiménez 26/09/2016

Casualidades, benditas y caprichosas casualidades. Mucha gente no lo sabe, pero el fallecimiento en abril de 1974 de George Pompidou tuvo mucho que ver en el éxito alcanzado por ABBA a lo largo de la década de los 70 del siglo pasado. ¿Qué tiene que ver un presidente de Francia con los suecos? Muy sencillo. Su muerte impidió que los galos participaran en Eurovisión, un festival que todo el mundo pensaba ganaría la francesa Dani. Sin la presencia de su máxima favorita, Waterloo arrasó para satisfacción de un cuarteto que igual nunca reparó en las circunstancias de un triunfo tan determinante en su exitosa carrera. Si de casualidades hablamos, toca recordar la estancia en el Sevilla FC durante la campaña 2014/15 de un futbolista que en circunstancias normales nunca hubiera defendido la camiseta blanca: Mariano Damián Barbosa.

Este discreto arquero, clave estando en Las Palmas para que subiera a Primera división el Córdoba, vino a la capital de Andalucía por una serie de factores un tanto peculiares. Estaba llamado a ser el eterno suplente de Beto. Pero una lesión del luso le dio la opción de reivindicarse... hasta que otro contratiempo le relegó definitivamente a la grada. El salto al primer equipo de Sergio Rico fue clave para que se convirtiera en el tercer portero de un conjunto que apenas le dio un par de partidos oficiales. Muchos, visto el nivel de un Barbosa que todavía tuvo el curso pasado la suerte de ganarse la vida en el Villarreal. Eso sí, siempre viendo los toros desde la barrera. En su caso, las circunstancias le dieron para firmar por los nervionenses. No para defender la meta de una entidad que además de pagarle religiosamente le dio la ocasión de engordar su CV con un título. Mucho para un petardazo en toda regla.