Colusso

El Petardazo

José Antonio Jiménez 09/12/2014

No es lo mismo una pachanga que un partido. No es lo mismo jugar en El Sadar que hacerlo en el Camp Nou. No es lo mismo defender la camiseta del Camino Viejo de Tomarés que la del Real Madrid. Cada situación, cada obligación, requiere de una capacidad. Jorge Valdano, por ejemplo, habló del miedo escénico que generaba dar patadas a un balón sobre el césped del Santiago Bernabéu. Un miedo que, aunque nada tenga que ver con el fútbol, ha retirado momentáneamente a Pastora Soler de su carrera. Miedo que manifestó nuestro petardazo de la semana. Sin temor a equivocarnos, uno de los peores fichajes realizados por el Sevilla FC en su historia: Cristian Daniel Colusso Peralta.

Colusso era un juvenil que tanto Menotti como Bilardo ponían extrañamente por las nubes. Unas flores que tarde o temprano servirían para que algún equipo del Viejo Continente lo firmara. Y lo firmó el Sevilla FC de José Antonio Camacho en el banco y José María González de Caldas en el palco del estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Contratación del corte de Lautaro Acosta, para que los más jóvenes se hagan una leve ideal del pelaje del fichaje. En uno de sus primeros partidos oficiales, tras certificar unas pestaciones indignas para la Primera división, comentó algo que le marcaría para siempre. "Me han temblado las piernas…". Un temblor que le dio para disputar cinco partidos oficiales más con un equipo que le agradeció los servicios prestados a las primeras de cambio.

Eso sí, sin calidad para la Liga española, pero con unos agentes o conocidos que fueron capaces de alargar su carrera hasta 2009. Su Argentina natal, México, Ecuador, Venezuela, Italia, Argelia e Inglaterra fueron los numerosos países en los que este singular pelotero se ganó la vida antes de colgar la botas. Un futbolista que se ganó con creces la etiqueta de petardo con mayúscula. De fichaje injustificable si detrás no había intereses que poco o nada tienen que ver con lo estrictamente deportivo.