Viajes cerrados

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 20/03/2018

No quería acudir hoy a ninguna cita literaria, en las que me gusta refugiarme, para evitar que la pesadumbre que le provoca a mi dilecto Paco Cepeda su déficit lector se agudizara aún más; sin embargo, no podrá ser. Escribió James Joyce: “¿Por qué echar de menos mi talento? Si no lo tengo. Me cuesta tanto escribir, escribo tan despacio. El azar me proporciona lo que necesito. Soy como un hombre que tropieza: mi pie choca con algo, me inclino, y eso es precisamente lo que hace falta”. Andaba dándole vueltas a qué escribir cuando el teléfono sonó. Como nadaba en la dispersión, abandoné el teclado y abrí el mensaje. Era de mi también dilecto Oliva (aquí son todos dilectos): “Acabo de cerrar con Paco el viaje a Munich. Ah, y también el de Madrid. Nos vamos el viernes por la mañana…”. Mi respuesta fue inminente: "Gracias Oliva, me acabas de hacer el artículo".

Resulta que mientras el Sevilla limpia sus armas  para disputar una ¡final de la Copa del Rey! y unos ¡cuartos de la Liga de Campeones ante el Bayern de Munich!, aquí seguimos enjuiciando la  imagen que dio el equipo en Leganés, días después de ser el centro del mundo futbolístico. Como en esta web está permitido debatir con los compañeros de piso, rescato la opinión de Juan Miguel Vega que me sirve de muestra: "A la vista de lo que nos lleva deparado este año, la realidad de este equipo se aproxima más a lo que demostró ayer en Leganés... Los otros dos logros bien pudieran ser espejismos, delirios provocados por un trastorno bipolar del que vamos a ver cómo acabamos saliendo a la vista de cómo pinta la cosa. Llega la Semana Santa. Recemos lo que sepamos". Querido y estimado Juanmi Vega, quizá lleves razón en que detrás de estos éxitos haya muchas trampas. Ya saben, detrás del comunismo siempre está el hambre. Pero te pido que le des una vuelta a mis razonamientos. ¿Qué le ha dado la Liga al Sevilla? Nada. La gloria ha llegado con las finales en unas competiciones a las que a veces no entró vía Liga. Pues claro que el Sevilla debe impedir despeñarse en el campeonato casero, pero… Ahí va mi siguiente reflexión: ¿Qué equipo es capaz de sostener el nivel en las alturas? Ni el Madrid lo ha hecho este año… ¿No crees que la oportunidad que se le ha cruzado al Sevilla no es para jugársela y buscar la gloria?  Y si, al final, cae muerto y fuera de Europa, ¿no habrá valido intentarlo?  Será entonces cuando el club deberá remodelar el equipo y volver a convertir la Liga en algo atractivo. Y para esta bonita locura hace falta un tipo como Montella, que aún piensa más como futbolista que como entrenador, con ese ansia de gloria exprés y egoísmo necesario para vivir momentos inolvidables. Recuerda, el azar siempre proporciona lo que uno necesita…