¿Feddal de delantero?

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 01/03/2019

El Betis vuelve a dejar vivo al Sevilla. No nos engañemos, la opción de colarse en la final de la Copa del Rey en el Villamarín aparecía como un arma blanca suficientemente dañina para noquear al eterno rival. Era el momento, la ocasión pintada por el más bético de los béticos, la imagen ideal para confirmar el regreso del Betis, un instante pintiparado. Y en el momento de volver a dar ese paso hacia la gloria, todo saltó por los aires. No es para menos la decepción con la que Joaquín abandonaba Mestalla, con los ojos enrojecidos y lamentando la ocasión perdida. Al Betis se le vuelve a escapar la grandeza que te da ganar hoy y debe volver a ilusionarse con recuperarla en la victoria de mañana.

En un mes, la ilusión de mirarle la cara al Sevilla se ha roto en mil pedazos. El golpe sufrido ante el Rennes ya está analizado, la eliminación  ante el Valencia deja muchos análisis pendientes. Es cierto que al equipo le faltan cosas para que hasta el más optimista lo califique de "plantillón". ¿Cómo diablos va a existir un plantillón sin delanteros de prestigio y con las bandas cojas? Esa exageración es inadecuada, pero ya la hemos dado en clase. El Betis entregó el dominio de la eliminatoria buscando el tercer gol en su estadio y dejándose empatar. Y se apagó por completo cuando Setién, una vez más, se vio en la obligación de reaccionar tras el gol de Rodrigo. El entrenador se atascó de forma inexplicable, sin entender que necesitaba atacar como vikingos para morir en el intento. Tardó un rato en sacar a Loren y un mundo en poner a Tello. Se olvidó de la velocidad de Lainez. Dejó a Sergio León sin vestir y acabó con Feddal… de delantero centro. No tardará en llegar el tuit de Javier Clemente. Demasiados errores de principiante. Un sueño roto en mil pedazos.