La broma de los lunes

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 01/12/2020

Ángel Haro y López Catalán no van a parar hasta mandar al Betis a Segunda División. Los dos jefes del Betis libre y poderoso llevan años intentando compensar sus incompetentes conocimientos deportivos con un desorbitado gasto hasta conducir al club a un empobrecimiento generalizado. La gestión ha desembocado en un equipo sin ningún valor a día de hoy y asfixiado económicamente. Sólo en una entidad en la que la fidelidad se confunde con el servilismo y se acepta la propaganda con pleitesía se permite que dos desconocidos sin tradición bética ni cultura futbolística se apoderen del apoyo accionarial y del beneplácito de la mayoría de los aficionados. Salvo el descenso parece que les vale todo para seguir al frente de este despropósito. Y en ese pensamiento radica el mal de este Betis porque acepta con resignación, sin gesto alguno de rebeldía, los habituales ridículos con los que castiga a esos aficionados que aún piensan que el Betis se merece algo más que ser la broma de los lunes por la noche.

La propaganda ha permitido que empleados sin capacidad como Ramón Alarcón o Martínez Feria se planten con unas carpetas en los despachos de los directores de los medios de comunicación para pedir justicia. Esa misma propaganda ha hecho creer a muchos aficionados que criticar la pésima gestión es atacar al Betis. Revisen la historia, ya ha ocurrido muchas veces. La propaganda también abrazó a muchos periodistas que vienen clavándole puñales al club con su permisividad y ausencia de crítica. Y la rabia que esa propaganda ha extendido consiguió que muchos hinchas prefieran hundirse en la mediocridad antes que darles la razón a los pocos que llevan años denunciando tanta decadencia. Esos estados propagandísticos acaban siempre de la misma forma.

A la fiesta se ha unido Cordón, que ha empeorado al equipo y ha sido incapaz de meterle a este grupo de futbolistas un poco de nivel competitivo. Desde que llegó, se ha limitado a barrer las esquinas mientras la casa se desploma. "Los fichajes no son lo más importante", ha llegado a decir. Sin duda, un gran lema para colgar en la puerta del despacho de un director deportivo. Visto lo visto, la fe bética se refugió en el pasado de Pellegrini. A día de hoy, el fútbol del chileno está más cerca del retiro chino que de otra cosa. El Betis se deshace ante la quietud de los accionistas béticos. La gente suele preferir el sufrimiento a la aceptación del fracaso y al cambio.