Y aún queda un mes…

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 15/07/2021

A Luis Rubiales le parecen pocos los tres meses de vacaciones ligueras. Sin duda, tiene alma de sindicalista. Sus decisiones buscan siempre la reducción de horarios y compromisos, cuando la empresa y la producción reclaman todo lo contrario. Quizá, en breve también se posicionará a favor de la jornada laboral del futbolista de cuatro días a la semana. Ya destrozó la Copa del Rey, eliminando un puñado de partidos que hacían más justa la competición y redondeaban el calendario con más encuentros. Peleó por cargarse los partidos de los viernes y los lunes para defender presuntamente "al aficionado al fútbol". La justicia, afortunadamente, ha tumbado esta iniciativa que va contra lo que demanda el aficionado. Y ahora, en medio del tórrido verano, lanza otra genialidad: cambiar el formato de la Liga para reducir el número de partidos y buscar el espectáculo con enfrentamientos dirigidos y en sedes neutrales. Tebas no dudó un segundo en echar la idea al cubo de la basura. Tiene el aval de haber armado una liga interesantísima.

No sé por qué diablos siguen empeñados en que se jueguen menos encuentros. Lo más asombroso es que la idea suele surgir del presidente de la Federación y de muchos periodistas deportivos, tipos que viven del fútbol. Es como si el dueño de Zara cierra las tiendas por la tarde. De verdad que me esfuerzo, pero sigo sin entender al personal. A la Liga aún le queda un mes para empezar, un verano eterno de tres meses cerrado por vacaciones con noticias insignificantes que ninguna empresa se lo puede permitir. Hasta los jugadores, hartos del barquito en Ibiza, se pusieron a entrenar hace ya un siglo. Las formas que Rubiales pretende darle a la Liga son inexplicables, pero el fondo es aún peor por su clasismo. La Copa del Rey es una estafa, porque filtra con el doble partido en las semifinales las pocas opciones de los "menos poderosos". Y la Liga que ha planteado lleva la sangre de la Superliga de Florentino, el amigo de los periodistas, que busca enfrentar siempre a los fuertes entre ellos y al resto que les den… ¿Es posible que aún alguien se trague estas milongas de los predicadores de la igualdad? La Liga es otro fútbol, precioso, que nada tiene que ver con el de las eliminatorias. Y a ver si se enteran de una vez que este invento no puede estar parado tres meses… Miedo me da que el nuevo ministro de Cultura y Deporte, Miguel Iceta, a quien no se le conoce ninguna vinculación con la cultura (tardó cinco años en sacar el primer curso de Derecho) y menos con el deporte (analicen su figura) pueda sumarse a Luis Rubiales en la pelea por la gestación de la idea más genial. Y aún queda un mes por delante...