Revisen la fe
Me levanto y me voy
Víctor Fernández 14/09/2021 |
En un instante, tras un chasquido de dedos de diputados del Silencio, de manera inesperada, el Sevilla se esfumó. El perfil competitivo, seguro, serio, ambicioso y fiable desapareció por la alcantarilla arrastrado por la fuerte corriente de agua. No sé si fue consecuencia del largo y dañino periodo vacacional o el resultado de, simplemente, un mal día, pero la puesta en escena en Europa tuvo un aire decepcionante, pobre y perdedor. No es serio que un equipo de la dimensión de este Sevilla se desconecte de manera inaceptable ante un grupo de niños. Los errores son admisibles, pero los disparates tienen un fondo preocupante. Una patada de Diego Carlos, un empujón infantil de Navas y una salida alocada de Bono fabricaron tres penaltis propios de un grupo sin experiencia y menor, que es lo que pareció anoche el Sevilla. Los austriacos eran jóvenes valores, muy rápidos, pero sin el veneno suficiente para matar a un Sevilla que salió dispuesto a suicidarse. La prueba, los dos penaltis desaprovechados. En-Nesyri remató el cuadro con su saltito de la rana con el que intentó engañar al árbitro. Con una amarilla en la mochila, el sentido común debe invitarte a no hacer estupideces.
El escaso ritmo de Suso, Rakitic, Jordan y Papu acompañaron a tantos errores disparatados. Sin olvidar a Koundé, con la cabeza aún puesta en el verano. Supongo que será cuestión de tiempo que regrese al presente. El Sevilla parecía hundido, sin capacidad para arponear al rival como tantas veces ha hecho. La impotencia devoró las buenas intenciones. Y esa fe que siempre acompaña a este equipo hasta el último suspiro desapareció de un plumazo. El sevillismo pareció más dedicado a cargar con las culpas al árbitro que a exigirle un esfuerzo ganador a los suyos. ¿Serán los efectos de la pandemia? Hace muy poco tiempo este Sevilla hubiese acabado volcado sobre el rival, pero terminó rezando y firmando a gritos un empate que limpiara su decepcionante actuación. Vale, quédense con el sabor del puntito, pero esa forma de pensar sí es un paso atrás. Deberían revisarlo.
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