Cabildo

La Esperanza que va a Roma

María José Caldero
María José Caldero
11/04/2024

Como ya se adelantaba en mayo del pasado año cuando solo se trataba de una hipótesis, será la Virgen de la Esperanza de la Archicofradía de Paso y Esperanza de Málaga la que acompañe al Santísimo Cristo de la Expiración de la Hermandad del Cachorro en la procesión que recorrerá las calles de Roma en mayo del próximo año 2025. La invitación formal llegaba el pasado viernes 5 de abril, realizada por Monseñor Fisichella, el máximo responsable del Jubileo que se celebrará en la capital italiana en un acontecimiento en el que se espera una asistencia masiva de fieles llegados de todo el mundo en unas jornadas que se celebrarán entre el 16 y el 18 de mayo. La procesión será el día 17 y, no cabe duda, supone un hito en las hermandades y cofradías andaluzas, una oportunidad única de mostrar al mundo, con dos bellísimos iconos, el extraordinario patrimonio devocional, histórico y artístico de las hermandades y cofradías andaluzas.

En Sevilla sabemos qué supone llevar la imagen del Cachorro a Roma, uno de los pilares devocionales de nuestra Semana Santa, pero queremos acercarnos a la otra imagen que le acompañará en este acontecimiento histórico, a la bellísima Virgen de la Esperanza. Imagen de profundo significado devocional, artístico y teológico en Málaga, la Virgen de la Esperanza es la titular mariana de la Archicofradía de Paso y Esperanza, hermandad fundada el 16 de julio de 1641 y que queda agregada a la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús, una corporación cuyo origen estaba ligado al asentamiento en Málaga de la orden de los predicadores, que fundan en Málaga el convento dominico de Santo Domingo y San Carlos en 1494. La Hermandad del Dulce Nombre de Jesús posiblemente se fundara en la primera mitad del siglo XVI. En 1609 tiene lugar la primera representación de 'El Paso', el auto sacramental en el que se escenificaba el encuentro del Señor con su Madre en la calle de la Amargura y que terminaba con la bendición del Nazareno al pueblo que le esperaba en la Plaza.

El siglo XIX, desastroso para las cofradías andaluzas, provocó pérdidas patrimoniales e inestabilidad en la corporación malagueña debidas a la invasión napoleónica y a la desamortización de Mendizábal. Ya en la década de los veinte del siglo pasado, se van a vivir momentos de de esplendor con el estreno de los tronos de Luis de Vicente y las procesiones de la noche del Jueves Santo, la madrugada y la mañana del Viernes Santo. En 1931 llegaría la pérdida irreparable de la imagen del Dulce Nombre de Jesús del Paso, conocido como El Moreno, con la llamada "quema de conventos". De la Esperanza de salvaría la cabeza gracias a la valiente intervención de dos hermanos que, atravesando el fuego, rescataron el rostro de la imagen y la pondrían a salvo dentro de un bidón vacío que se encontraba en una droguería frente al templo, hecho este relatado por un hermano en el programa 'Andalucía en Semana Santa' de Canal Sur TV. Será en 1940 cuando el extraordinario escultor valenciano Mariano Benlliure realice la nueva imagen del Señor.

La grandísima devoción a la Virgen de la Esperanza será reconocida en 1988 con la coronación canónica de la imagen, una talla anónima del siglo XVII (en torno a 1641) que enamora con sus grandes ojos oscuros y profundos que derraman cinco lágrimas que le aportan gran parte de la expresión dolorosa. Tras el fatal suceso de 1931 fue restaurada por Andrés Risueño y ya en 1970 por Luis Álvarez Duarte que le haría las manos actuales.

La Esperanza del Perchel procesiona sobre uno de los tronos más pesados de Málaga, portado por 264 hombres que se reparten sus más de cinco mil kilos de peso. Esta Esperanza de ojos insondables y del romero que cubre las calles de su barrio cuando pasa, acompañará Al que no se muere en Sevilla y tampoco lo hará en Roma.