Irene Cabrera: El terremoto del triatlón
Sólo la pandemia del covid-19 fue capaz de frenar la fuerza competitiva de Irene Cabrera, una de las grandes protagonistas del triatlón en España. El baile y el dibujo le apasionaban de pequeña, aunque el deporte era la actividad extraescolar que más le hacía disfrutar. La cordobesa inspiró a su hermano menor, Rafa, para pelear en la piscina, aunque Jesús, su otro hermano fotógrafo, siempre le acompaña también a cualquier prueba.
Llegó a ser campeona de Andalucía de aguas abiertas, pero el triatlón fue un amor a primera vista como válvula de escape a la presión de los estudios con 16 años. Empezó con una bici pesadísima, la más barata que ofrecía el mercado, y provocó pronto el interés del entrenador del club de sus amigas. Sus tiempos eran excelentes sin apenas entrenar. Jugueteó con el voleibol y algún día probará el boxeo, kick-boxing o escalada, pero nada le entusiasma más como esa modalidad que combina natación, bici y carrera.
Le frustra tanta exigencia. Los cambios de trabajo, las lesiones y otras eventualidades le impiden en muchas ocasiones ser constante. Y así lo reconoce. Pero tiene un don innato para pelear por la victoria. Si por ella fuera, se quedaría con el ciclismo, porque le permite charlar, disfrutar más del aire libre y salir en grupo. Pero ahí está Camilo Puertas para tirar de Irene Cabrera en cada entrenamiento. La temporada es durísima entre febrero y noviembre con sesiones diarias. Una hora de natación y días alternos de carrera, ciclismo y transición. La carrera a pie es su debilidad, pero es la faceta que más disfruta por su afán de superación.
No renuncia a salir con sus amigos. No olvida jornadas eternas de levantarse a las siete de la mañana y acostarse a las doce de la noche. A la cordobesa nunca le gustaron la tele ni los videojuegos, pero no perdona sus momentos de vida social. El objetivo es mantener la cabeza liberada de estrés y agobios. Esa preparación mental la cuida en sus entrenamientos. Leer, estudiar y salir a dar sus paseos son sus grandes terapias. La soledad que muchas veces sintió pudo superarla gracias al apoyo de Camilo Puertas, su gran mentor.
Ya ha ganado el Campeonato de España de triatlón por equipos, el subcampeonato del circuito andaluz y numerosas pruebas individuales. En unos años, además de seguir en su trabajo de nutricionista, se ve practicando deporte, en cualquier disciplina inimaginable.
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