La felicidad de la raqueta

Lucas Haurie 20/11/2023

Estrella Cabeza vive para el tenis. Las lesiones continuas impidieron que su esplendor perdurara en su carrera, en la que llegó a disfrutar entre las 100 mejores del ranking en 2013. Entrenadora nacional y directora de la escuela Manolo Cabezas de su Palacios natal, y donde hizo sus primeros pinitos, se acaba de incorporar a la Junta Directiva de la Real Federación Española de Tenis.

Estoril nunca se le olvidará porque fue el torneo que le impulsó a estar en la elite. Pero el éxtasis de 2013 se convirtió en calvario los dos años siguientes por una lesión de codo. Durante la gira australiana, prolegómeno de la temporada, llegó a disputar las semifinales contra Garbiñe Muguruza en Hobart. Todas las ilusiones cayeron en picado desde entonces, pese a ganar en Barcelona el torneo Hispanofrancés en 2018. De nuevo, una lesión de menisco le hizo replantearse su futuro.   

Aguantó otros dos años y vio pasar a una fulgurante Paula Badosa. En 2020, la pandemia y el coronavirus terminaron de frenar la carrera de Estrella Cabeza, que se estrenó con la raqueta con poco más de un año, siempre cerca de su hermana, mientras su padre entrenaba a los prometedores jugadores de Los Palacios y alrededores. Su hermana llegó a conquistar un campeonato de Andalucía, con 18 años, pero se inclinó por estudiar. Estrella siguió el duro trayecto del deportista anónimo.

Acumuló éxitos locales, regionales y nacionales y la Federación Española se la llevó a Barcelona, donde pensaba en el tenis las 24 horas del día. Sus máximas eran mucho entrenamiento, mucho orden y una mentalidad de acero para competir contra jóvenes emergentes en previas de torneos menores, a los que la sevillana acudía para recuperar el ritmo de competición, cuando las lesiones le golpeaban el ánimo. La sevillana se despidió con un subcampeonato de España en 2006, campeona por partida triple en dobles y 13 trofeos profesionales ITF en 28 finales, aunque le faltó saborear los Gran Slams.   

Con su padre ya jubilado, retoma con más fuerza el legado en Los Palacios, donde piensa ampliar el número de pistas, las condiciones de entrenamiento y las técnicas de aprendizaje. Estrella Cabeza disfrutó la felicidad de ser tenista profesional, pero desea hacerles el camino más fácil a quienes vienen apretando desde debajo de las nuevas generaciones.