muchodeporte.com Fútbol Provincial

La redención del hijo pródigo de Los Ventolines

Primera Andaluza

Carlos Vizcaíno
Carlos Vizcaíno
22/09/2022
Ponce regresó a Pilas tras un año; debut con doblete y asistencia”

“Buen juicio o prudencia, sensatez”. Esta es una de las acepciones que el diccionario de la RAE contempla para definir madurez, estado en el que la persona alcanza su plenitud emocional, un estado que no tiene edad ni momento fijo para lograrlo. Al menos, en el caso de José Manuel Ponce parece haber llegado a los 25 años. “Salir fuera de casa me ha hecho madurar”, señala uno de los protagonistas de la primera jornada de Primera Andaluza, con un doblete y una asistencia en el trepidante Pilas-Montequinto, que finalizó 3-3.

El pileño se refiere a la temporada pasada. Concretamente, a su paso por el Villafranco, donde brilló y fue uno de los protaginistas del ascenso a División de Honor. Se vio obligado a salir, por primera vez, de su pueblo al no contar con él, marchándose primero al Camas. Por problemas de desplazamiento sólo estuvo tres meses, hasta que en febrero apareció el equipo de Isla Mayor. “Me vino muy bien el equipo y el entrenador, Diego Román. Cambió mucho mi modo de ver el fútbol. Desde que me partí el cruzado hace tres años, físicamente estaba mal. No podía. Son años creo que he perdido”, rememora un Ponce que lamenta los pecados de juventud cometidos.

Salido de la cantera blanquiazul, el atacante era uno de los jugadores mejor valorados por su proyección. De hecho, pasó su etapa juvenil en el sénior, aunque no terminó de cumplir las expectativas: “Faltaba a los entrenamientos, salía… Por eso, el Pilas no contó conmigo el año pasado. Salir fuera de casa me ha hecho madurar y Diego Román me hizo cambiar el chip”.

Ahora, Ponce afirma cuidar más la alimentación y, sobre todo, entrenar al cien por cien. “Disfruto más del fútbol. En el Villafranco, como no entrenara bien, no jugaba”, señala un Ponce que pese al interés del club aurinegro en seguir contando con él, tenía una espinita clavada: “Me hacía ilusión volver a mi pueblo y demostrar mi fútbol, el que la gente esperaba de mí y no lo he demostrado por mi culpa”.

Ponce comenzó su particular redención con una actuación sobresaliente, anotando dos goles y dando una asistencia. Su polivalencia (delantero en sus inicios, ahora se desenvuelve en todo el frente del ataque e, incluso, de interior) hace que su nuevo entrenador, Chema Borrero, le sitúe como centrocampista más adelantado en el 1-3-5-2 que alinea desde la pasada temporada, la del ascenso, aunque el canterano pileño alterna posición con Cisqui, otro talento de Los Ventolines. “Él juega arriba y yo más atrasado, pero cuando baja a recibir yo me adelanto. Ahora veo mejor el juego”, indica.

Si bien el año pasado se marchó un niño, la competición dictaminará si el Pilas ha ganado un nuevo líder tras la ‘penitencia’ de Ponce en Camas y Villafranco.

Imagen: Fotos Oro