La Fiebre Amarilla sube de temperatura

Segunda Andaluza

Carlos Vizcaíno 11/10/2022

La temporada 22/23, como si de la salida de una carrera se tratase, está tomando posiciones. No pueden extraerse conclusiones definitivas cuando apenas se llevan disputadas una semanas de competición, tanto para aquellos conjuntos que han arrancado de manera notable como los que todavía no están funcionando. No obstante, a nadie le amarga un dulce y El Palmar Vereda Real festeja su provisional liderato en el Grupo I de Segunda Andaluza.

Compitiendo entre gigantes del fútbol provincial, el modesto equipo del Palmar de Troya continúa con la dinámica positiva de la pasada temporada. Se llevan jugadas cinco jornadas, pero puede catalogarse como el conjunto revelación al sumar doce puntos y estar igualado con Arahal y Sam-Cam Dos Hermanas. Después de varios años sin competir, bajo la dirección de Miguel Pliego, la pasada temporada se volvió a crear un equipo sénior. El entrenador utrerano, con pasado sénior en La Liara y Tinte de Utrera, acudió a la llamada de una hornada de futbolistas oriundos de la localidad palmareña que dirigiera en los juveniles del Utrera y cuyo deseo era volver a competir en el equipo de su municipio.

Dicho y hecho. Con una plantilla de una media de edad baja, remozada con algún veterano, el nuevo proyecto del Palmar Vereda Real echó a rodar en la 20/21 y con gran éxito, logrando el ascenso a Segunda Andaluza como campeón en una temporada en la que llegó a encadenar 19 victorias.

Esta temporada ha comenzado como la acabó. Cuatro triunfos y una derrota le han aupado a lo más alto, desencadenando #LaFiebreAmarilla, hastagh que emplea el club en sus redes sociales, orgulloso del apoyo de una afición que acude en cerca de 500 espectadores (la localidad cuenta con unos 2.400 habitantes, aproximadamente) a su campo.

Conscientes de la dificultad de la categoría, caminan con paso firme, pero sin complejos, seguros de la calidad de una plantilla que cuenta con un grueso de jugadores de la localidad (15), de muy buen nivel, reforzada con antiguos jugadores que dirigió Pliego. A los más veteranos Pedro Lobato o su hermano Yoga (éste, posiblemente lesionado de gravedad el pasado domingo), Diego Panal o Riki (28), hay que sumar jóvenes talentos como el mediapunta Morilla (dos años entrenado con el primer equipo del Utrera, pero ya con 23 años); el lateral-extremo Marcos Gago, de 20 años; el mediapunta zurdo Cristian Gamba; el centrocampista Blesa; el lateral derecho Sancho… 

Ahora, ha incorpoprado al portero Josema Lara, dos años sin competir y al pivote zurdo Juanito, de 32 años, fichajes a los que hay que sumar los anteriormente realizados de Andrés y Adri, a quienes dirigió Pliego en el Coronil.

“Lo que estoy viviendo en este pueblo no lo he vivido jamás”, asegura un entrenador amarillo plenamente identificado con el proyecto palmareño y en el que destaca la implicación y entrega de su cuerpo técnico: Turro (segundo entrenador), Gordo (utillero), Morilla (entrenador de porteros) y el benjamín, Miguel Jr, hijo de Pliego, de 13 años, que se ha sumado #LaFiebreAmarilla. 

Foto: @palmar_vr