En la aduana de la gloria

Tercera Federación

Bernardo Ruiz 13/03/2023

Lebrija. Mayo de 2002. José María Aznar era el presidente del Gobierno de España y Manuel Chaves el rostro más familiar de Andalucía gracias a su cargo como presidente de la Junta. El euro había devorado las carteras de las familias obreras y Cañizares era el Zamora de una Primera División en la que convivían Real Betis, Sevilla FC y Málaga en representación del Sur. Y en el Bajo Guadalquivir, Juanma Corbacho había apadrinado a una plantilla de cine, el Atlético Antoniano.

Aquel mayo de 2002, concretamente el día 19 del mes de las Cruces, los hombres de Corbacho cerraron la Liga con un incontestable triunfo ante el Montilla (1-3) y certificaron su clasificación para el play off de ascenso a la Segunda División B. Con 18 jugadores naturales de la ciudad de Lebrija y sólo cuatro aterrizados allende las fronteras locales, el central de Dos Hermanas Jacobo, el extremo del Cerro del Águila Juanma Monroy, el mediapunta de Bellavista Juan Carlos y el delantero de Chipiona Óscar de la Rosa, que procedía del Jerez Industrial. 

Desde aquel día, el Atleti jamás había conseguido certificar una clasificación para la liguilla de ascenso a la antigua Segunda División B o la actual Segunda Federación. Hasta ayer, cuando los pupilos de Diego Galiano vencieron al Salerm Cosmetics Puente Genil (3-1) y sellaron de manera matemática su billete para la lotería de las eliminatorias.

Un año de ensueño

La campaña 2001-02, con Corbacho en el banquillo, Antonio Calvo en la presidencia y Juan Antonio Romero, Nene, como delegado, fue de fantasía. En aquella mítica liguilla de ascenso, un formato que varió con el transcurso de los años, el Antoniano fue encuadrado en el grupo D-1, en el que rivalizó con el CP Cacereño, el Málaga B, dirigido por Antonio Tapia y en el que militaban Alexis Ruano, Abel Calatayud o Pedro Carrión, y el Quintanar del Rey.

La formación del Bajo Guadalquivir se despidió del anhelo de asaltar el torneo de bronce del fútbol estatal en la última fecha, en la que perdió (4-1) ante el CP Cacereño en un Príncipe Felipe abarrotado. Con un punto, el Atlético Antoniano hubiera ascendido y, por ende, rubricado la mayor gesta en la historia del deporte de Lebrija. Hoy, con aquel recuerdo aún en la memoria, celebra que es de play off 21 años después.