

El partido de la emotividad
![]() Bernardo Ruiz 21/09/2023 |
En el San Sebastián alcanzó un nivel de popularidad sobresaliente. Un auténtico incordio para un tipo que huye de los focos y del elogio impostado. En Aznalcázar cocinó su carrera de entrenador revolucionario y que exige a sus fieles discípulos la reflexión y el pensamiento repentino a ras de césped. Busca fusionar el cómo y el cuándo en una desafiante ecuación de la que escapa el fútbol moderno, preso de los resultados y la impaciencia.
Sin tiempo para digerir la derrota del estreno de la Liga en la División de Honor, el entrenador del Villafranco afronta un partido especial. Un día emotivo. Rafael Tubío González, Rafa Tubío (Sevilla, 24-7-1981), retará en el Rafael Beca a la UD Tomares, un conjunto con el que firmó la mayor gesta del fútbol del Aljarafe durante lustros. El combinado del San Sebastián, en el que aterrizó en junio de 2020, selló su clasificación para la Copa del Rey, en la que se cruzó con Osasuna en el Estadio de La Cartuja tras eliminar en la ronda interterritorial al CP Chinato extremeño. Con Tubío como jefe de filas.
Criado en Aracena, residente en Aznalcázar desde hace años y experto en comercio internacional y logística, Tubío, que domina cuatro idiomas, fue el guía de aquel Tomares que, además de sellar su pasaporte para el torneo del KO, logró el histórico retorno a la Tercera Federación. Su hoja de ruta en el orbe de los banquillos nació de forma casual.
Fue en 1999 y durante su último año como jugador juvenil del Aznalcázar, su dulce hogar y donde permaneció hasta que en 2006 estrenó un periplo laboral en el extranjero que se prolongó hasta 2014.
Tras residir en Marruecos, Holanda o Francia, Tubío retornó a su localidad, donde se enfrentó por primera y única vez a la UD Tomares en un partido de la Cuarta Andaluza cadete. Con apenas unas decenas de curiosos espectadores como invitados. No fue hasta 2018 cuando se incorporó al club que dirige Javi Falcón, donde se erigió en uno de los técnicos más reputados y al que se medirá apenas 18 meses después de su adiós.