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50 aniversario de Estudio Estadio: Cuando el Betis y el Sevilla fueron sus protagonistas absolutos un 13 de diciembre de 1981

José Antonio Jiménez
José Antonio Jiménez
25/03/2023

Estudio Estadio y sus distintas nomenclaturas cumple este soleado 25 de marzo 50 años. Un 25 de marzo de 1973 en el que se escribió la primera página de un libro que a lo largo de todos estos años ha tenido buenos y malos capítulos, distintos escritores (presentadores queremos decir) y mil protagonistas.

Dos de ellos lo fueron un histórico 13 de diciembre de 1981. La noche en la que no tuvo más remedio que comenzar con los cuatro goles de Pintinho al Real Zaragoza y el golazo de Diarte (fallecido hace algunos años) al Sporting de Gijón. Un sevillista nacido en Brasil y un bético de Paraguay que se ganaron el derecho de ser protagonistas indiscutibles por una noche, cuando defender los colores de un equipo que no fuera el Real Madrid o el FC Barcelona no daba derecho a nada… mediáticamente hablando. Recordemos qué paso para que lo primero que se viera fuera a los citados peloteros.

El Sevilla FC llegaba a La Romareda en horas muy bajas. Con un buen equipo al que Miguel Muñoz había sido incapaz de sacarle rendimiento. Entendible que fuera cesado tras la derrota casera ante el Hércules (0-1, gracias al gol de Segundo cuando el empate parecía irremediable). No era sin duda el mejor lugar para remontar el vuelo. El Zaragoza era un equipo muy complicado en casa, sobre todo por la calidad de la mayoría de sus elementos. Parecía evidente que tanto Manolo Cardo como Francisco (que debutada en Primera esa jornada) tendrían que esperar algunos días para que sus compañeros fueran subiendo puestos en la tabla. Todo parecía en contra para los profesionales nervioneses. Sin embargo, nadie contaba con un factor determinante: Pintinho. Para los que no tuvieran la oportunidad de ver jugar al brasileño, basta con decir que tenía calidad para aburrir, pero una irregularidad que le impediría ser más de lo que fue. Su rendimiento era una incógnita. Pero ante la tropa de Jorge Valdano tocaría verle en su mejor versión. Solito, como los mejores, quiso que se rompieran todos los pronósticos previos. Marcó los cuatro goles de su equipo, hizo lo que quiso con la zaga maña… incluso tuvo la osadía de no hablar con… JOSÉ MARÍA GARCÍA tras haberse ganado una entrevista en el programa más escuchado de la radio deportiva del país. Tres goles antes del descanso y uno en la segunda parte de penalti, la excusa perfecta para que nos acordemos de vez en cuando del 1-4 cosechado por los blancos en la capital maña cuando eso de las redes sociales ni siquiera sonaba. Unos profesionales que fueron poco a poco más… alcanzando al final de temporada una impensable plaza para jugar la UEFA tras el cambio de entrenador en su banquillo.

Mejor le iban las cosas en el campeonato de la regularidad al eterno rival… a pesar de los vaivenes sufridos en su banquillo tras la inesperada marcha de Luis Aragonés a las primeras de cambio Tenían un buen equipo los de las trece barras, todavía bastantes elementos de los que ganaron la Copa del Rey años atrás seguían haciendo las delicias de la parroquia bética. En casa eran muy sólidos, aunque fuera no lo eran tanto (normal, para los equipos de la zona media hace cerca de 40 años). A las puertas de la Navidad, la visita del Sporting de Gijón no parecía un imposible para sumar los dos puntos en juego. Los de Miera, ya sin Quini, echaban de menos la puntería del ‘Brujo’ para estar al nivel de cursos anteriores. Antes de la primera media hora, ya ganaba el Real Betis tras el primero de la tarde de nuestro protagonista. El pleito parecía estar condenado a terminar con un cómodo triunfo de los profesionales de las trece barras. Sin embargo, que no cayera el 2-0 daba alas a los de Vicente Miera. Corría el reloj y el 1-1 parecía inevitable. Sin embargo, todo cambiaría en el minuto 79. Saque de esquina para los asturianos. Despeje de la zaga verdiblanca, el balón llega a los pies del paraguayo… que no lo suelta hasta perforar el arco de Castro. Más de 60 metros de carrera, dejando en el camino a los rivales que se le ponían por delante. Gol de pañuelos, tanto que los más viejos del lugar consideran el mejor logrado en el recinto de la Avenida de la Palmera. Al desaparecido ariete no lo sacaron a hombros. Lo hubiera merecido tras su gesta dominical. Dos tantos, catorce al final de temporada, para que su equipo sumara los dos puntos en juego y para ser protagonista de un Estudio Estadio que pasará a la historia de nuestro fútbol.

Un Estudio Estadio que no tuvo más remedio que aparcar para mejor ocasión a la aristocracia de nuestro balompié. Y todo, porque Pintinho y Diarte lo bordaron una tarde de diciembre en los albores de la inolvidable década de los 80 del siglo pasado…