Tesquiyá

Vía de Escape

Manuel Pellegrini es santiaguino, chileno, con familiares italianos, muchos de ellos de la gran Roma. Y jamás ha dejado de serlo. Y hace bien. No le ha gustado ni le gusta el aplauso fácil por la vía de la identificación sentimental, ni con rotonda en Málaga ni con halagos en Sevilla coreados por el Benito Villamarín. No se vende. Pero ayer tuvo un comportamiento muy sevillano. En un mal día como entrenador, porque ni puso el once adecuado ni eligió bien los cambios, ni nombres ni momentos, sí que tuvo que lidiar al Chimy cuando fue expulsado. 

Sin mediar palabra, al principio de la explicación del argentino macareno tras ser expulsado, al menos le miraba. Le contaría la milonga de que no había hecho nada, que era injusto, que esta vez no había sido él, pero pasaban los segundos y el entrenador dejó ya de mirarlo, ni medio gesto, y a la caseta. Le faltó, para la sevillanización completa decirle el famoso y contundente "tesquiyá", o el más sonoro y poco edificante "un mo...ón pa ti", también muy esclarecedor.

Porque el argentino, que le viene de fábrica, se parecía a mí cuando me echaban de clase con una notita. Yo le contaba a mi padre, el pobre, sabio silencioso, que era culpa del maestro, que me tenía manía, que le rompí el cuaderno a mi compañero porque me había dijo no sé qué, pero no me echaba ni cuenta. Resolvía la cuestión firmando la notita y dándole la razón al maestro, que el 95% de las ocasiones era acertado. Y a otro cosa.

El Chimy se metió ayer en una de esas jugadas que tanto le ponen. Forzó una expulsión, sin duda exagerando una agresión que no se produjo, pero cargó tanto la suerte, pegó un brinco tan espantoso cuando le tocaron la orejita, que centrño la atención del árbitro, que estaba deseando empatar el marcador de expulsiones.

Al Chimy ya lo van a cambiar esa forma de ser, me parece que a los 30 años y toda una carrera haciendo lo mismo, y además con el propio jugador asegurando que está como una cabra, ni Pellegrini ni nadie le va a cambiar ni medio comportamiento. Y alguna vez será aplaudido, y hasta ponderado por los hombres de fútbol con el famoso "esto es de listos", pero lo cierto es que yo no le veo la utilidad, eso sale siempre peor que mejor, o casi siempre. 

A Chimy, eso sí, no creo que sea bueno reirle las gracias, que dos fotos de costalero y tres en la Maestraza, que se las hará, no le conviertan en lo que debe ganarse a base de goles, no de la ojana. Somos muy dados a reir estas gracietas y debemos de seguir a Pellegrini, una miradita, luego nada, y al final, el "tesquiyá" cuando se está yendo.