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Francis Alonso, el espartano andaluz que se está comiendo la NCAA

FRANQUICIA SUR

Javier Márquez Mata
Javier Márquez Mata
05/04/2019

Nunca es sencillo el camino hacia la élite baloncestística, pero si alguien está trabajando para llegar, ese es Francisco Fernando Alonso, más conocido como Francis Alonso. El malagueño de casi 23 años es a día de hoy uno de los grandes buques insignia de la universidad de Carolina del Norte en Greensboro, el escolta de 192 centímetros busca crecer tanto como se esperaba de él en las filas del Unicaja, club de su ciudad natal y único equipo de la ACB con el que ha estado relacionado hasta partir a Estados Unidos. Tras nutrirse de los conocimientos técnicos europeos, su marcha al Instituto Cushing Academy era inevitable para seguir con su crecimiento deportivo y personal. Tras un año, firma por la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, donde continúa actualmente, tras 3 años con los espartanos.

Francis consiguió el año pasado jugar la fase final de la NCAA, conocido como “March Madness”, el mayor evento deportivo de todo Estados Unidos, al menos el más visto. Pese al exitoso año pasado, este curso ha vuelto a ser uno de los mejores de su equipo y ver, así, como cierra una etapa de 4 años con el equipo que le ha hecho crecer hasta ser el hombre que es hoy.

El escolta malagueño, elegido como mejor freshman (jugador de primer año), se halla con un futuro un tanto incierto, ya que puede presentársele, o bien la oportunidad de jugar en la NBA o bien en Euroliga. Aunque, en cualquiera de los casos, los derechos del jugador residen en su club de origen, el Unicaja de Málaga, que tendrá la última palabra sobre su futuro, sobre todo si pone una oferta por él sobre la mesa, ya que el jugador ha reconocido en Colgados del aro que tendría mucho que pensar.

En cualquier caso, Francis es un jugador que destaca por sus buenas anotaciones y corrección defensiva, todo bien acompañado por su buena cabeza, algo que le permite jugar de base también. Todas estas características le hicieron ganarse un sitio para las ventanas FIBA con España.

Su mejor partido fue contra Liberty, con 36 puntos y unos triples en los segundos finales absolutamente decisivos, sentando un precedente realmente bueno para aquellos equipos que decidan posar su confianza en el joven malagueño, al que seguro aguarda un brillante futuro.