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Octubre 1963: Real Madrid y Glasgow Rangers se reúnen con el 'Megatsunami' de la Presa de Vajont

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
25/09/2021

Entre el 25 de septiembre y el 9 de octubre de 1963, el Real Madrid -todavía de Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskás- y el Glasgow Rangers se midieron en 1/16 de final de la IX Edición de la Copa de Europa de Campeones de Liga. El incontestable éxito de un ya veterano, decadente Real arrancó con 0-1 en Glasgow, Ibrox Park, gol de Puskás (el Real regresaba a Ibrox tras su exhibición en la memorable final de 1960)... y se rubricó con el devastador 6-0 en el Estadio 'Santiago Bernabéu'; aquí, con tres goles del propio Puskás, ante 90.000 espectadores. Esta última demolición de unos 'Rangers' quizá con más lesiones de la cuenta sorprendió por su magnitud a propios y extraños. En su aria final o 'Canto del Cisne', el Real 'de las Cinco Copas' seguiría adelante en la Copa de Europa 63-64 hasta llegar a la final del Prater vienés, donde 'La Grande Inter' de Helenio Herrera le sacudiría el polvo al gran Real Madrid con un definitivo 3-1 que-el 27 de mayo de 1964- canceló la rutilante Era madridista de Don Alfredo Di Stéfano y provocó un 'cambio de guardia'. Por cierto, aquel Rangers no era desconocido en Sevilla, ni mucho menos.

Justo un año antes, entre el 5 y el 26 de septiembre de 1962, el Rangers -prácticamente con el mismo equipo que chocaría con el Real Madrid en 1963- había apeado al Sevilla de la Recopa 1962-63 (que el Sevilla jugó en cuanto que finalista de la Copa del Generalísimo 61-62, en final perdida por 2-1 ante el Real Madrid en el propio 'Bernabéu); aquel éxito del Rangers ante el Sevilla se produjo con marcadores de 4-0 en Ibrox para los locales... y un insuficiente 2-0 (Diéguez, Enrique Mateos) para el Sevilla en la vuelta, en el Estadio 'Ramón Sánchez-Pizjuán'.

Pero lo que no cabía esperar ni en duras pesadillas es que precisamente en el turno de vuelta de la eliminatoria de 1/16 de Copa de Europa entre Rangers y Real Madrid, en la noche del espléndido día que fue el miércoles 9 de octubre de 1963, se produjese una de las mayores catástrofes 'naturales' (las comillas van porque el desastre no fue del todo 'natural''), en la región italiana del valle del río Piave y en la frontera entre las provincias de Belluno (Veneto) y Pordenone (Friuli-Venezia Giulia). Este es el 'solar patrio' de grandísimos jugadores de baloncesto como Renato Villalta, el legendario Dino Meneghin y su amigo Ottorino Flaborea, figuras y compañeros en Varese, 'Ignis'. La ubicación de esta desmesurada tragedia de 1963 se localiza geográficamente entre Friuli y Véneto, al pie de los Alpes Dolomitas. 

Se trató del llamado 'Desastre de la Presa de Vajont', que costó la vida en números redondos a unas 2.000 personas; el número final de muertes oscila entre 1.910 y 2.018, incluidos 487 niños de menos de 15 años. Realmente... sólo se recuperaron 1.500 cadáveres. Puede caber la pregunta de por qué se trae esta catástrofe a cuento. Cabría cuestionar, para empezar, que se halle prácticamente olvidada cuando han pasado seis décadas casi exactas. Pero, en primer término, ocurre que aquí nos situamos ahora en los vasos comunicantes del corazón de otro desastre 'más o menos' natural, el volcán canario de La Palma, 'Cumbre Vieja'. Y en segundo término, resulta muy raro encontrar hoy un relato del llamado 'Desastre de Vajont' que no incluya la referencia al hecho de que casi todos los habitantes del 'maldito' pueblo de Longarone, barrido por las aguas enloquecidas (tras esperable corrimiento de tierras)... se hallaban delante de los pocos televisores del vecindario, presenciando el segundo turno del pulso entre el Real y los Rangers. De alguna maléfica manera, los nombres de Real Madrid y Glasgow Rangers quedaron vinculados para siempre al de 'Vajont', en sitios tan dispares como 'La Gazzetta dello Sport'... y 'National Geographic'.

Tomemos como y por ejemplo la reseña que 'La Gazzetta dello Sport' publicó cuando se cumplieron 50 años (en 2013) de que las aguas y el lodo de Vajont barrieran Longarone a partir del salvaje corrimiento de tierras que había desbordado el gran embalse, descendiendo desde las laderas del Monte Toc, que en dialecto friulano/véneto significa 'Monte Podrido'. 

Extracto literal de Simone Battagia, en 'La Gazzetta': "El 9 de octubre de 1963 también fue miércoles, e incluso entonces miércoles significaba fútbol: la Copa de Campeones. Esa noche, desde las 21.55 horas (NB; en Italia, la señal Rai llegaba en diferido, algo mucho más común entonces que ahora; el partido había comenzado en Madrid a las 20.30)... la Rai estaba retransmitiendo el Real Madrid-Glasgow Rangers. Los televisores en las casas aún eran pocos, pero en toda Italia los bares estaban llenos. También en Longarone. Estaban los lugareños, pero también había allí mucha gente que venía de las aldeas vecinas. En Val Zoldana, por ejemplo... aún no había llegado la señal de televisión. Toda esa gente se ha ido, ya no está. A las 22.39 horas, un deslizamiento o corrimiento de tierras de 160 millones de metros cúbicos de roca y tierra se desprendió del monte Toc y cayó sobre la cuenca de Vajont, justo frente a Longarone. Se generó una gran ola que barrió en parte el valle de Erto y Casso, en la margen derecha del embalse, y en parte superó la presa y se precipitó hacia el Piave, golpeando Longarone, Castellavazzo, Pirago, Villalta y otras aldeas. Por donde pasó, el agua se lo llevó todo. Casas, calles, animales, hombres. Los muertos fueron 1910."

'UN BALÓN EN EL FANGO'...- Continúa Simone Battagia: "Entre ellos, los muertos, también se encontraban Angelo Olivier, Pier Antonio y Renato Piva, Giorgio De Cesero, Roberto Trevisson y Giorgio Dal Molin. También les encantaba el fútbol, y probablemente, casi con toda seguridad, aunque nunca podrá saberse... esa noche estaban en algún bar, frente al televisor desde Madrid. Su balón quedó perdido en el fango. Todos eran jugadores de Acli Longarone, la 'squadra' de la comarca, de colores amarillo y azul, ascendido de la Tercera a la Segunda categoría italiana para la campaña 1963-64. Un Campeonato que el Longarone nunca había jugado. 

'Unos días antes habíamos jugado un partido amistoso en Auronzo -recuerda Domenico Damian, uno de los seis supervivientes-. Ganamos 5-0 con cinco goles de Giorgetto De Cesero. Era el más fuerte y el mejor de todos nosotros; el Bolonia quería hacerle una prueba'. 

Aparte de los seis futbolistas muertos que Battagia reseña, Assente, otro jugador del Acli Longarone, escapó como pudo a la tragedia total, con varias heridas graves y una pierna rota. Battagia también se detiene en lo mucho que el fútbol tuvo que ver en el regreso a la vida de la comarca del Valle de Vajont, entre Friuli y Véneto. El periodista se reunió con Franco De Biasio, uno de los jugadores supervivientes en Longarone y escribió esto: "La vida de De Biasio cambió dramáticamente esa noche... 'Perdí a mamá, papá, una hermana y unos diez parientes cercanos. Cuando regresé a Longarone, al día siguiente, solo encontré los cimientos de mi casa'. Recordar esos días es muy difícil, incluso para aquellos que no quedaron abrumados por las muertes de sus afectos. Como el técnico Umberto Sacchetto, el defensa Rino Concolato y como Lorenzo Franco, De Biasio estaba esa noche en Padova, cumpliendo el servicio militar. 'Soy de Castelfranco pero el año anterior había jugado en Longarone, estaba esperando que me trasladaran a Belluno. Ese equipo estaba y permanece en mi corazón. Regresé allí después de tres años y en Longarone también encontré esposa, una chica que se había podido salvar en aquella noche maldita". 

Así, la vida en Longarone también volvió a florecer gracias al balón. Con el paso de los años también se ha podido establecer que en aquella noche de pesadilla la avalancha hacia la comarca arrasada se compuso de unos 270 millones totales de metros cúbicos de roca, agua y tierra (un volumen más del doble que el del agua contenida en el cuenco del embalse de Vajont). Esa avalancha, como movida por la colosal mano de un ciclope, hizo desbordarse el embalse en sólo 45 segundos, con lo que las tierras, rocas, árboles y agua, en cientos de millones de metros cúbicos, se deslizaron hacia el valle del Piave y sus pueblos a una velocidad de 30 metros/segundo (110 km/h); todo, rumbo hacia el interior del cuenco inferior de la presa de Vajont, que contenía unos 115 millones de metros cúbicos de agua en el momento del desastre. Como una cósmica 'explosión' o 'megatsunami'.

Todo esto acabó provocando una ola de inundación 'tricúspide' que superó el borde de coronación de la presa en 250 metros de altura y que inclusive subió en parte por la pendiente opuesta, destruyendo todas las localidades a orillas del lago Vajont. En la zona de los municipios de Erto y Casso, unos 25/30 millones de metros cúbicos se desviaron ante la resistencia de la pared del dique; esa parte de obra y edificio permaneció casi sustancialmente intacta, a pesar de haber sufrido fuerzas 20 veces superiores a aquellas para las que había sido diseñado. Así, la ola del demonio siguió el vertido en el valle de Piave, destruyendo casi por completo Longarone y los municipios vecinos. 

En parte, la brutal ola cayó sobre el propio deslizamiento de tierra, creando un pequeño lago. Cifras muy milimétricas -hubo decenas de desaparecidos que 'se esfumaron' o 'deshicieron', como 400 o 500 cuerpos- suben la cuenta hasta 2.018 víctimas, de las cuales 1.450 eran de Longarone; 109 se produjeron en Codissago y Castellavazzo, 158 en Erto y Casso y otras 200, originarias de otros municipios.

A orillas del lago Vajont cayeron destruidos los pequeños pueblos de Frasègn, Le Spesse, Il Cristo, Pineda, Ceva, Prada, Marzana, San Martino y la parte baja de Erto. En el valle de Piave quedaron arrasadas hasta los cimientos las comunidades de Longarone, Pirago, Faè, Villanova y Rivalta. Sufrieron graves daños Codissago, Castellavazzo, Fortogna, Dogna y Provagna. También hubo ruina varias en los municipios de Soverzene, Ponte nelle Alpi, en la ciudad de Belluno (Borgo Piave) y en el municipio de Quero Vas, en el caserío de Caorera donde el río Piave, hinchado por la ola, inundó el pueblo y alcanzó el presbiterio de la iglesia. 

CAUSAS Y RESPONSABLES.- El hecho se debió a una serie de causas, la última de las cuales en orden cronológico fue la elevación de las aguas del lago artificial más allá de la cota de seguridad de 700 metros deseada por la entidad gestora, operación realizada oficialmente para la prueba de planta, pero con el plausible propósito de hacer caer el más que eventual deslizamiento terrizo al embalse de manera controlada, para que la masa de tierra se absorbiera por el agua y no constituyese peligro. Esto, combinado con abundantes precipitaciones meteorológicas y grave negligencia en el manejo de los posibles peligros (estaba de sobra avisada la particular estructura hidrogeológica de la ladera del Monte Toc) aceleró el movimiento de antiguos deslizamientos ya presentes en la ladera norte del Toc, en la frontera de límites entre Belluno y Pordenone. 

Los avisos de todo tipo sobre un eventual desastre se habían ido sucediendo entre 1961 y 1963. Sin embargo, los modelos utilizados para predecir las modalidades del telúrico evento resultaron ser incorrectos, ya que se basaron en una velocidad del probable deslizamiento hacia el embalse... bastante subestimada, como a un tercio de lo que al fin se produjo.

La idea de una construcción de un embalse en el lago de Vajont, lo que se llamaba 'el Gran Vajont', venía siendo acariciada desde finales del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX por la Società Idroelettrica Veneta, luego absorbida por la SADE, Società Adriatica Di Elettricità, que tenía en el propio Longarone la sede comarcal. Por muy poco no se ejecutó el arriesgado proyecto antes de la II Guerra Mundial. Pero después se retomó ese 'Proyecto del Gran Vajont', que acabó inaugurándose en 1961 (con la obra final del puente, de Carlo Pradella, a 261 metros de altura), bajo gestión a cargo del Servizio Costruzioni Idrauliche (S.C.I.), dirigido por el ingeniero Carlo Semenza, autor material del proyecto global. Semenza murió en 1961, sólo unas semanas después de ver concluida 'su' (nefasta) gran obra vital. 

Al morir Semenza, en octubre de 1961, dos años antes del desastre, tomó el control su primer ayudante, el ingeniero Alberico Biadene. También intervenía el Servizio Idroelettrico (S.I), aunque el implante de Vajont era 'propiedad material' de Esercizio Idroelettrico Veneto Orientale (E.I.V.O). Al control material de la gestión directa del SCI en el momento del gran desastre se hallaban los ingenieros Mario Pancini y Giancarlo Rittmeyer. En 1968, Mario Pancini se suicidó, corroído por el sindrome de culpabilidad y arrepentimiento. Estaba en vísperas de ser juzgado. Sólo recibieron escasas condenas Biadene y su 'director de operaciones', Francesco Sensidoni. Ninguno de ellos llegó a pasar dos años en prisión. Indro Montanelli, el ilustre periodista, escritor e historiador florentino, tomó partido por la teoría de la 'catástrofe natural', aunque luego se desdijo parcialmente. Montanelli aseguró que su inicial toma de posición se debía a la postura de impedir 'más culpabilización y sufrimiento de una importante serie de personas que en nada habían sido responsables de la catástrofe'.

Finalizaremos este atípico 'Escaparate', cuando el 'Cumbre Vieja' sigue rugiendo sobre La Palma, con un par de referencias; las futbolísticas, de 'Calcio Scout'... y las increíblemente directas de 'National Geographic'. Primero, de 'Calcio Scout'...

"El 9 de octubre de 1963 es un día soleado, uno de esos maravillosos días cálidos que a veces ocurren en las montañas otoñales. Ese día era miércoles, miércoles de Copa de Europa: por la noche estaba el partido de Eurovisión, Real Madrid-Glasgow Rangers ..... imperdible. Muchos trabajadores de la Sade di Longarone no regresaron a casa, como solían hacer, ese miércoles porque los 'merengues' del Bernabéu llamaban la atención de todos; eran el equipo más bonito de ver en todo el mundo con Puskás y Di Stéfano haciendo el espectáculo. Todos se metieron en el bar para ver el partido, porque los televisores eran raros en las casas. A las 20.30 comienza el partido en Madrid, y a las 21.55 en las televisiones... pero a las 22.39 se apagan los semáforos. 

A las 22.39 horas del 9 de octubre de 1963 y desde Monte Toc, que en friulano significa 'podrido', cede el deslizamiento de tierra, ya en movimiento durante años, no puede pararse en las paredes de la montaña y, batido y abrumado por el agua, puesta y removida varias veces a sus pies.... toda la tierra del Monte Toc se encuentra adosada en una sola manzana que va llevándose por delante árboles, caminos, casas y cientos de personas. En pocos segundos alcanza la velocidad de 90 km/h y, a esta loca velocidad se lanza al lago..."

'National Geographic' dedicó a la tragedia un notable documental. Se tituló..."Seconds From Disaster' ('A Segundos Del Desastre'). Y, ¿por dónde empezaba 'National Geographic'? Pues por ese duelo continental del 'Santiago Bernabéu' entre el Real Madrid y el Glasgow Rangers, ese mismo 9.10.1963. Así: "En la noche del partido Real Madrid-Glasgow Rangers (9 de octubre de 1963), los pubs en los pueblos debajo de la presa estaban llenos de lugareños que veían a Ferenc Puskás y a otros grandes jugadores del Real Madrid enfrentarse a los potentes Glasgow Rangers... cuando un masivo deslizamiento de tierra causó un 'megatsunami' que rompió las paredes de la presa de Vajont y envolvió pueblos y ciudades, abajo del Monte Toc, con una ola de más de 800 pies (N: unos 244 metros), matando a unas 2.000 personas en uno de los peores desastres naturales ambientales de Italia."

El 10 de octubre de 1963 se recibió en el Palacio romano del Quirinal, sede del Gobierno italiano, este telegrama de John Fitzgerald Kennedy (JFK), 35º Presidente de los Estados Unidos de América. "Todos los estadounidenses se unen a mí para expresar su total solidaridad con quienes han sufrido pérdidas debido al trágico desastre que ocurrió cerca de Belluno y el valle de Vajont. Estaría encantado si esta solidaridad quisiera rendir la interpretación más cortés de mi más sentido pésame a los familiares de las víctimas ". En ese mismo momento, a JFK, 'Mr. President', le quedaban... 43 días de vida y no más; justo hasta el 22.11.1963. En Dallas.

El Gobierno italiano decidió transferir y reasentar a la entera población de Erto. En 1971, para permitir que los desplazados aún sin hogar volvieran a la normalidad, se construyó de nueva planta el municipio de 'Vajont', cerca de Maniago. Otro pueblo, 'Nuova Erto', se construyó en Ponte nelle Alpi (Belluno), del cual constituye hoy un distrito. Y la actual ciudad de Erto se construyó sobre el asentamiento original del antiguo Erto.

Para intentar reactivar la economía local tras la tragedia, el Parlamento italiano aprobó la 'Ley Vajont'; disponía que todos los habitantes de los municipios afectados que tuvieran una licencia comercial, artesanal o industrial con fecha del 9 de octubre de 1963 recibirían una subvención no reembolsable del 20% del valor de la actividad destruida, más un préstamo adicional equivalente al 80% a tipo de interés fijo por una duración de 15 años, y que por 10 años estuvo exento del pago del impuesto sobre el patrimonio móvil. 

Si el beneficiario no pudiera o no quisiera reanudar la actividad anterior, aún tenía derecho a ceder la licencia a terceros, quienes gozarían o gozaron de las mismas exenciones y ventajas a condición de operar en una zona que inicialmente correspondía a la del siniestro... pero que luego se extendió a todo el territorio de las regiones involucradas de alguna manera (Trentino, Veneto, Friuli-Venezia Giulia). Al momento, y al adquirir las licencias en cuestión a precios ridículos, empresas y negocios completamente ajenos a la historia, pudieron disfrutar de una importante, significativa financiación pública, inicialmente destinada a las víctimas directas. Así, la fábrica 'Molteni', la célebre empresa de mobiliario industrial que más tarde financiaría el equipo ciclista de las grandes hazañas de Eddy Merckx, abrió su gran centro de operaciones/almacén ('Stab Molteni') en las cercanías de Longarone.

Tras trocear al Rangers por 6-0, la noche de aquel 09.10.1963 con el trío de golazos de 'Pancho' Puskás, 'El Coronel Galopante' o 'Cañoncito Pum', acompañados por otros tres tantos de Evaristo, Gento y Félix Ruiz (era 4-0 en el descanso), el Real Madrid 'de las Cinco Copas'... todavía alcanzó la final de la Copa de Europa tras pasar por encima -literalmente- de Dínamo Bucarest (3-1, 5-3), AC Milan (4-1, 0-2) y, en semifinales, Zúrich: 2-1 y 6-0. En esa final del Prater, ante 72.000 espectadores (27.05.64), 'la' Internazionale de Helenio Herrera, Luis Suárez, Mario Corso, Sandrino Mazzola, Giacinto Facchetti... liquidó al Real Madrid 'Distefaniano', crepuscular a pesar de todas las cosas: 3-1, con dos goles de Mazzola, otro de Milani y el tanto del Real Madrid a cargo de Felo. "Jugando al ritmo que Alfredo (Di Stéfano) nos impone, no tenemos ninguna posibilidad ante este Inter. Sólo con el ritmo físico nos van a pasar por encima", advirtió Miguel Muñoz a Santiago Bernabéu, la víspera de la gran final, el gran 'finale'. Al regreso a Madrid desde el fracaso de Viena, Alfredo Di Stéfano recibió la carta de libertad del Real Madrid, previo durísimo enfrentamiento con Bernabéu y se fue a jugar al Español, a 'Los Delfines' de Juan Vila Reyes, donde aún firmaría dos aceptables -si bien discretas- temporadas. 

Todo esto era ya muy cerca de que Don Alfredo (nacido el 04.07.1926) cumpliese los 40 años de edad. Su último partido oficial como jugador resultó ser en Heliòpolis, Sevilla. Y firmó el KO copero en 65-66 de 'su' Español ante el Real Betis Balompié, la tarde del 01.05.1966 (4-0 para el recién descendido Betis, 1/8 de Copa, vuelta de un 2-1 españolista en Sarría). Todo sucedió en soberbia exhibición del ariete trianero Joaquín Sierra 'Quino', doble goleador aquel Primero de Mayo en Heliópolis. Esto valdría a Quino para que el propio Di Stéfano le reclamara en 1971 para 'su' Valencia, al que, ya como entrenador, acababa de dirigir al título de Liga 1970-71. Todo se consumó el 31.8.1971 (tras pago al Betis de un traspaso-récord, 17,8 millones de pesetas), cuando Quino suscribió -con el bolígrafo de oro del entonces gerente valencianista, Vicente Peris- su contrato de tres temporadas con el 'Distefaniano' Valencia campeón de Liga.

Las imágenes que acompañan la apertura de este texto nos muestran el saludo de Paco Gento y Bobby Shearer, capitanes de Real Madrid y Glasgow Rangers, en aquella 'noche de brujas' del 09.10.1963, en el Estadio 'Santiago Bernabéu'. Y a su lado, como un símbolo satánico, perverso e implacable, aún nos queda el gran arco maligno del dique del 'Gran Vajont'... tal como sigue hoy (con la presa vacía y el dique sellado, naturalmente); ahí, junto a Longarone. En su ladera norte, el Monte Toc aún exhibe la desnudez salvaje de su corteza arrancada, como si fuera piel despellejada o una titánica dentellada. Es la asombrosa huella del telúrico arrancamiento y corrimiento de la tierra, un perverso rastro del Mal. 

Es en Piave: 58 años después de la catástrofe.