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The Shot, el tiro mágico de Michael Air Jordan desde cuatro décadas atrás

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
14/04/2024

En los años 90 del Siglo XX, los afortunados currantes (afortunados por la circunstancia, no por ser 'currantes') que debían desplazarse a Chicago en cualquiera de las finales de la NBA que jugaban los Chicago Bulls bajo el liderazgo de un tal Michael Jeffrey Jordan (Cumberland Hospital, Brooklyn, Nueva York, 17.2.1963, 1,98 de altura)... acababan antes o después, lo quisieran o no, pagando visita al 'Michael Jordan's Restaurant', el restaurante y asador concebido como franquicia por el ídolo o 'Rey Midas' que convertía en oro todo lo que tocaba.

Ya en el umbral del Siglo XXI, la pared central del 'Michael Jordan's Restaurant' era un memorable icono fotográfico en mural. Verán. Se mostraban, enfrentados, el tiro en suspensión con el que Jordan había 'ejecutado' a Georgetown el 29 de marzo de 1982, en la final del Campeonato Nacional de la NCAA, en el Louisiana Superdome de New Orleans, para dar el título nacional a los 'Tar Heels' de North Carolina (63-62)... frente a frente con otra suspensión calcada, ésta del 1 de junio de 1997, en el primer partido de las 'NBA Finals' de ese año, Chicago-Utah. Este último tiro, sobre la sirena, firmó el 84-82 definitivo para los Bulls en ese primer partido de las 'Finals'. Era como una fotocopia en color del tiro de 1982 con la North Carolina de Dean Smith. 

El mural superponía frente a frente la acción de tiro de 1982 (en blanco y negro) con la de 1997 (en color, pero siempre Jordan con camiseta blanca), bajo este rótulo que se sobreponía sobre las dos imágenes: 'Some things... never change'. 'Algunas cosas... nunca cambian'. Como algunas cosas 'nunca cambian' y nos metemos en cuatro décadas desde que el héroe de 'Space Jam' empezó a producir heroicidades, acompañadas de sus fenomenales proezas físicas, aquí haremos una pequeña recopilación de los nueve mejores 'Magic Moments' o momentos mágicos del tiro 'Air Jordan', los que uno guarda en la memoria del espectador-currante... que presenció en las pistas cinco de esos nueve momentos, alguno de ellos tan insólito, inconcebible y poco recordado como el de 'regular season' en Seattle, ante los Sonics de George Karl, el 2 de febrero de 1997. Y un aviso: hubo 'MÁS' como éstos. Pero no estamos aquí para escribir una enciclopedia, no es factible. Vamos allá.

 


1) NORTH CAROLINA-GEORGETOWN, 1982

Michael Jordan jugando en la Universidad de Carolina del Norte.

El 29 de marzo de 1982, ante 61.612 espectadores en el Louisiana Superdome de New Orleans, entonces plusmarca de asistencia de espectadores a un partido de baloncesto en el Hemisferio Occidental, una suspensión aérea e implacable de Jordan castigó a los 'Hoyas' de Georgetown (entrenados por John Robert Thompson Jr.) con la canasta que valía el 63-62 definitivo para North Carolina (UNC). 

Ante la temible zona 1-3-1 de Georgetown, desde cuyo corazón ya se le echaban encima las interminables zarpas del pívot Patrick Ewing, Jordan anotó 'The Shot' a 16 segundos de la sirena de la gran final universitaria de la NCAA, Division I. Fue a pase del base 'Tar Heel' Jimmy Black, en jugada diseñada para Jordan por Dean Smith, mítico 'coach' de Carolina a quien Antonio Díaz-Miguel llevó a la Feria de Sevilla, en 1990. "Chicos, Michael nos va a sacar de este trance", dijo Smith a su banquillo y jugadores cuando el 'coach' dibujó la jugada final de UNC, en tiempo muerto a 32 segundos del final y cuando los 'Hoyas' de Georgetown mandaban por 61-62, tras canasta personalísima del base-escolta Eric 'Sleepy' Floyd, otro 'Hoya' que sería estrella en la NBA.

Jordan, novato o 'freshman', iba a cerrar el partido final de la NCAA con 16 puntos, 9 rebotes y dos asistencias. Con 18 segundos por delante, recibió de Black frente al banquillo de North Carolina, casi en el rincón izquierdo del ataque. Estaba solo con el 'balón del Campeonato', porque UNC había 'sobrecargado' el ataque hacia el otro lado, para 'comprometer' a la defensa de Georgetown. El tiro dobló la red de los 'Hoyas', en la primera gran heroicidad de Michael, que diría: "No lo vi entrar, ni siquiera miré al balón. Sólo rezaba".

En el siguiente ataque, los plomos se le fundieron a Fred Brown, el base-director de juego de Georgetown, quien entregó el balón directamente al 'Tar Heel' James Worthy, a falta de siete segundos. El 'Hoya' Eric Smith aún pudo pillar y hacer falta a Worthy con sólo dos segundos en el reloj, pero Dean Smith y Worthy -inminente Nº1 del 'Draft NBA' de 1982, con L. A. Lakers- identificaron la situación, James no anotó el primer tiro libre y lanzó a fallar el segundo para que, con 63-62 en el marcador, Georgetown no pudiese pedir tiempo muerto 'a posteriori'. 

A falta de dos segundos, Georgetown aún capturó el rebote que volaba... pero ya sin tiempo para casi nada más. Con 28 puntos, Worthy se despedía aquí de North Carolina para irse a los Lakers. Ahí, Jordan tenía 19 años casi recién cumplidos, era 'freshman', jugador de primer año... y el riguroso Smith le había vetado para la fotografía de portada de 'Sports Illustrated', la que presentaba a North Carolina como gran favorito para el título. "No debe estar en esa fotografía un novato de primer año que aún no ha jugado un minuto oficial; nada ha hecho para merecerlo", sentenció Smith, a quien Jordan respetaba y adoraba. Así que UNC presentó a sólo cuatro hombres (titulares) para aquella imagen de 'Sports Illustrated': Jimmy Black, Worthy, Sam Perkins -otra figura en NBA- y el ala-pívot blanco Matt Doherty, hoy entrenador. En aquel equipo de North Carolina jugó -no era titular- Cecil Exum, padre del actual profesional exbarcelonista Dante Exum (Dallas Mavericks).


LOS ÁNGELES 1984

Final Olímpìca de baloncesto en Los Ángeles 1984 entre España y USA

El sábado 4 de agosto de 1984, en el Forum de Inglewood, Los Angeles, el 'templo' o 'santuario' de Los Angeles Lakers, la Selección española que iba a ser subcampeona olímpica se medía con la de Estados Unidos en el partido que cerraba el Grupo B de clasificación, aún lejos de la gran final del siguiente día 10. Ambos rivales ya eran cuartofinalistas y sólo ventilaban la primera plaza del Grupo. Ese 19 de junio, Jordan ya había sido elegido en el 'Draft NBA' de 1984... con el número 3, por detrás de (H)Akeem Olajuwon y Sam Bowie [pívot de Kentucky]... y por delante de Sam Perkins y Charles Barkley.

En el primer tiempo de ese partido, la España de Diaz-Miguel iba a producir su mejor baloncesto en esos Juegos de Olímpìcos de California, frente al sensacional equipo estadounidense (de universitarios) que Bob 'The General' Knight, 'coach' de Indiana University y gran amigo de Díaz-Miguel, había ensamblado para 'USA Basketball': Jordan, Perkins, Ewing, Chris Mullin, Wayman Tisdale [fallecido en 2020], Steve Alford, Alvin Robertson... al filo del descanso, a 28 segundos, España sólo perdía por 44-41 y tenía posesión incluso para empatar con el brillante equipo de Robert Montgomery Knight en caso de '2+1'; éstos iban a ser los últimos Juegos Olímpicos sin canastas lejanas de tres puntos.

La España de Díaz-Miguel... y del fabuloso base Juan Corbalán movió el balón para su último ataque del primer tiempo, que concluyó en tiro errado. Con dos segundos de plazo hasta el intermedio, el rebote de Ewing puso el balón en manos de Michael Jordan, quien´[con el número '9' de 'USA'] arrancó desde 'pista propia'... Corbalán, como primer hombre del 'balance defensivo' español, vio 'destellar' por su lado una especie de resplandor aéreo: "Jordan pasó por mi izquierda y un poco más de allá de media pista, cuando iba a sonar la sirena, casi junto a mí, vi cómo despegaban las zapatillas; se levantó perfectamente, muy poco más allá de la media pista, siempre a la izquierda, y anotó un tiro limpísimo, sin perder la mecánica. Nos fuimos perdiendo al descanso sólo por 46-41, pero con la sensación de que habíamos visto una cosa asombrosa". 

Ese tiro -tan alucinante, pero 'de dos puntos'- machacó a España, que encajaría un 55-27 de parcial en la segunda parte para acabar perdiendo por 101-68, rumbo al cruce de cuartos con Australia y la eventual semifinal con la Yugoslavia de los hermanos Petrovic. Este día de esta canasta ante la mirada asombrada de Corbalán, Jordan fue el mejor anotador de EE UU, 24 puntos en 23 minutos de acción, con 12/14 en tiros de campo. Epi (17 puntos) y Andrés Jiménez (14) fueron los mejores de unos españoles que habían visto algo así como el amago de una detonación nuclear.


3) 1989. EL TRAUMA DE CRAIG EHLO

Jordan contra Cleveland.

Ya en los Bulls, Jordan luchaba cada año por llevar al equipo de Chicago a los primeros peldaños de la Conferencia Este. En los playoffs de 1988, los Cleveland Cavaliers se enfrentaron a Jordan y los Bulls en primera ronda, perdiendo en Chicago el decisivo quinto partido... cuando Michael ya maravillaba al mundo del baloncesto. En esa serie de 1988, Cleveland Cavs-Chicago Bulls, Jordan logró 39 puntos en el partido definitivo, para consolidar la primera victoria con su equipo en una serie de playoffs. Un año después, en 1989, venía revancha, con unos Cavs en ventaja de campo tras 57 victorias... incluido un 6-0 a los Bulls en 'regular season'.

Se repartieron cuatro partidos: 2-2. El final de la serie, en Richfield, Ohio fue cerrado y tenso. Todo un escaparate para Joel Craig Ehlo, brillante alero blanco, ('Mr. Everything', más o menos, 'Mr. Hacelotodo') de los Cavs; de Lubbock, Texas: 2,01 de altura, melena rubia. Buen jugador, sí. "Los dos últimos minutos de esa noche fueron, quizá, los mejores de mi carrera en playoffs", diría Ehlo a Harvey Araton, de 'The New York Times'. Fue así... hasta los tres segundos finales, cuando Ehlo ya había firmado 24 puntos, incluidos dos triples y una entrada vital. 'Hasta ahí', Ehlo era el héroe del partido, recibía abrazos y clamores en Richfield...

A falta de 3 segundos en el Richfield Coliseum, Ohio, una bandeja de Ehlo... justo ante Jordan puso a los Cavs en ventaja: 100-99. En el tiempo muerto de los Bulls, el 'coach' Doug Collins dictó: "Se le da el balón a Michael, y todo el mundo 'get the fuck out the way', todo el mundo se va a la m... y se quita de en medio". Ehlo, que tenía que defender a Jordan, le dijo al regresar a pista: "Mr. Jordan, no puedo permitirle anotar"; "Pensaba que podía comerle un poco el coco. Quizá debería haberle llamado... 'Michael y ya está; y quizá, no haber anotado ante él la canasta anterior".

A 3,0 segundos del final, 100-99, Brad Sellers sacó de banda sobre Jordan, a quien 'punteaba' Larry Nance, dejado libre por Sellers. De frente a Jordan, Ehlo cometió el error fatal de no mantenerse 'establecido' en la posición en defensa. Lo que hizo fue romper esa posición... y correr tras Michael, para saltarle al tiro. "Fui de lado a lado, mi mano iba en su cara, pero él se mantuvo en el aire durante un trozo de segundo, mientras yo pasaba volando'.

Actualmente, y viendo la grabación, se puede comprobar que Jordan, casi en perpendicular perfecta desde la cabeza de la línea de zona, a unos cinco metros del aro, se mantuvo en el aire de Richfield ('hangin' time') no por un trocito de segundo, sino como durante un interminable par de segundos, desde que se alza con el balón, a 2,0 de la sirena... hasta que el mismo balón, tras ejecución perfecta y golpes brutales de potencia en abdominales bajos y piernas 'jordánicas', entre el 'aire' y el espacio'... traspasa la red de los Cavs para el liquidador 100-101. La fotografía, la instantánea del momento, resultaría inolvidable.

Por propia velocidad e inercia, Ehlo acabó hundido y de rodillas en la otra banda, manos a la cara, mientras Jordan, más 'Air' que nunca, daba enormes, gigantescos saltos de júbilo, que han sido 'posterizados' una y otra vez en una de sus canastas más icónicas. Michael cerró la noche de Richfield, ese 7 de mayo de 1989, con 44 puntos (17/32 en tiros), 9 rebotes y 6 asistencias. "No quería tener que ir a los tiros libres, estaba concentrado en el balón y en meter un tiro como ése, una canasta como ésa; esto es lo que yo entiendo por jugar a baloncesto". Los Bulls perderían la final del Este por 2-4 ante los 'Bad Boys' de Detroit, eventuales campeones NBA en 1989. En 17 partidos de los playoffs de 1989, Michael Jordan promedió 34,8 puntos, 7,0 rebotes y 7, asistencias. 

Increíblemente, el 17 de mayo de 1993 casi se calcó la historia, siempre en Richfield y ahora en semifinales de la Conferencia Este. Allí, de nuevo, Jordan manejó y produjo el tiro para ganar y echar a los Cavs de la carrera para el título. Esta vez, a Michael le defendía Gerald Wilkins, hermano de Dominique. A siete segundos del final, y con empate a 101, volvió a ocurrir lo mismo que en 1989, Jordan anotó el tiro. 'The Shot', esta vez en suspensión un poco hacia atrás... y con 101-103, los Bulls, de paso para su tercer anillo, barrieron a los Cavs: 0-4. 

Once meses después de 'la noche de Craig Ehlo', el 28 de marzo de 1990, en partido de 'regular season' y de nuevo frente a Ehlo, quien se aplicaba con toda la dureza que podía... Jordan iluminaría el Richfield Coliseum con una llamarada de 69 puntos en 50 minutos (hubo prórroga), la anotación más alta de Michael en su carrera NBA: 23/37 en tiros de campo, 21/23 desde la línea de personal, 18 rebotes y triunfo para Chicago: 113-117. Los Bulls de Jordan chocaron con los Cavs en siete eliminatorias de 'playoff'... y ganaron cinco. 

Los primeros cuatro o cinco años después de aquella noche del 7 de mayo del 89, Craig Ehlo, 'Mr. Everything', estuvo como traumatizado hasta que 'me harté de ver la jugada una y otra vez y de que la gente hablara y hablara. Me dije a mí mismo que había que seguir adelante y que me había visto en un momento histórico ante el mejor jugador del mundo, que hizo algo sensacional. Sólo podía decir a mis hijos que yo di lo mejor de mí. ¿Lo di? Sí, lo hice". 

Craig Ehlo se pasó en el tratamiento con pastillas y fue arrestado brevemente por violencia doméstica (amago) en 2013. Más adelante, y siempre un 'Cav Fan', de Ohio, (aunque jugaría en Atlanta Hawks y Seattle SuperSonics), Ehlo se hizo amigo de LeBron James, llamado 'King', a quien diría: "Lo siento, pero hasta que no ganes al menos tantos o más anillos que Jordan, nadie va a decir que seas el mejor jugador del mundo". "Bueno, ya lo veremos", replicó James. Hasta hoy.


4) 1991, HIS HIGHNESS VUELA SOBRE LOS LAKERS

Jordan contra Los Ángeles Lakers.

El viernes 7 de junio de 1991, en el 'Great Western Forum' de Inglewood los Lakers de Earvin 'Magic' Johnson, en su única final sin el ya retirado Kareem Abdul-Jabbar, disputaban un pivotal tercer partido de las 'NBA Finals 1991'. Se regresaba del Chicago Stadium con 1-1, tras 91-93 para los Lakers en el primer partido... y una impresionante acrobacia aérea de Jordan ante Sam Perkins, con cambio de mano en el aire, en el segundo partido: 107-86, Chicago: 1-1.

Con 89-90 para los Bulls en aquel mediodía angelino del 7.6.1991 -y que uno vivió allí mismo-, los Bulls montaron y fallaron un ataque desde la cota de 49 segundos. Tras 'time out' de los Lakers (Mike Dunleavy al frente), Vlade Divac anotó tres puntos en '2+1' bajo cesto, ante Bill Cartwright. Ya era 92–90, Lakers, con esos 10,9 segundos por delante. 

Tras el tiro libre de Divac, Phil Jackson pidió 'aclarado' para Michael, como Doug Collins ante los Cavs. Desde pista propia, Jordan avanzó botando calmosamente hacia los Lakers, con toda la iniciativa ganada ante la medrosa defensa de Byron Scott, quien se veía como frente a un espectro mortal. A falta de 3,5 segundos y al pisar la cabecera de zona de los Lakers, desde su sitio preferido (prácticamente, idéntica posición y distancia que ante Craig Ehlo), Jordan dejó ver a Scott la suela de sus 'Air Jordans VI', se alzó a una altura indecible y acertó en un tiro impecable, quizá sobre falta de Divac, que llegó a la ayuda una décima de segundo tarde. 

Ese indescriptible tiro de 'Number 23' -con la tracción del dedo en los 'muelles' del salto ante Scott, Jordan rompió la puntera de la 'Air Jordan VI' negra, el utillero John Ligmanowski tendría que recortarla...- valió el 92-92 en Inglewood, forzó la prórroga... y en el tiempo extra, los Bulls pasaron por encima de unos fatigados Lakers: 5-12 (seis puntos de Jordan en la prórroga, para 29 totales, con 9 rebotes), para definitivo 96-104 en el marcador y ventaja de Chicago -que ya sería irreversible- en esa serie final: 1-2, de paso para 1-4,para el primer anillo en la carrera NBA de Michael, quien pasó a ser 'His Highness' o... 'His Airness'. Básicamente... 'Su Alteza Aérea'.


5) NBA FINALS 1992: THE SHRUG GAME

Jordan celebra contra Portland en las finales del 92.

El miércoles 3 de junio de 1992, en el Chicago Stadium, el primer partido de las 'NBA Finals' de ese año, Chicago-Portland, iría a la memoria como 'The Shrug Game'. Algo así como 'El Partido de Encogerse los Hombros'. En 1991-92, Jordan llevaba un flojo 27% de acierto en triples... pero sólo en la primera parte acabó cosiendo el aro 'blazer' con una hilera de seis tiros de tres, algo que igualaba el récord de media parte en la NBA en esos días, de paso para ¡¡35 puntos!! en el descanso y 39 al fin del partido: "Sentía como si los triples fueran tiros libres", revelaría  MJ. La fila de triples de Jordan abrió un tanteo parcial de 57-23 para los Bulls, hacia el 122-89 definitivo y el 1-0 en la serie final de ese año... que los Bulls dominarían con no muchos problemas ante los Blazers: 4-2.

Tras encestar el sexto triple antes del descanso (serían 6/10 al fin), sobre la 'defensa' del sometido 'blazer' Clifford Robinson [fallecido en 2020], Michael Jordan volvió a defender corriendo hacia atrás y encogió cabeza y hombros con una  sonrisa de las mas típicas suyas, la de los 'comerciales' y gesticulando con la cabeza en dirección a Earvin 'Magic' Johnson, que estaba como comentarista televisivo de la NBC. El gesto podía interpretarse con la idea de... 'no sé qué se puede hacer, pero si es que no puedo fallar, es que esto es lo que hay...’. Johnson diría: "La noche antes del partido estuvimos jugando a las cartas y le di una paliza. Le dije... ‘Michael, vete a dormir, tienes partido mañana’, pero él no soportaba perder y quiso seguir jugando. Y le gané, no sé, quizá cuatro o cinco partidas seguidas. Al día siguiente lo pagó con los Blazers y cuando metió el sexto triple se giró hacia la mesa de anotadores; al lado estaba yo. Estaba cabreado conmigo”.

Quizá sea mejor explicación que 'aquel' Jordan mantenía una dura rivalidad con Clyde 'The Glide' Drexler, 'El Planeador' en aquellos Blazers de Portland, alero 'All-Star' y también, del deslumbrante 'Dream Team' USA en los Juegos Olímpicos de 1992. En ese primer partido, el 'Shrug Game', la diferencia de puntos Jordan-Drexler fue 39-16. Sólo en uno de los seis partidos de esas 'NBA Finals' superaría Drexler a Jordan en puntos... y también lo perdió Portland, donde Drexler sólo duraría temporada y media más. Se fue a Houston y allí cerró su carrera en 1998.


6) FEBRERO-1997: INCOMPARABLE EN SEATTLE

Jordan contra Gary Payton

'Peerless in Seattle', 'Sin comparación en Seattle', 'Incomparable, 'inigualable', 'simpar' en Seattle'; ése es el lema en esta hermosa ciudad del Estado de Washington, la 'Peerless City'. El domingo 2 de febrero de 1997, en el Key Arena de la 'Peerless City', los Seattle SuperSonics de George Matthew Karl y los Chicago Bulls de Phil Jackson se medían por primera vez desde su duelo en las 'NBA Finals' de 1996 (Chicago, 4-2). 

Lo que se respiraba en el anticuado Key Arena de la 'Peerless City' era odio puro y simple hacia los Bulls, que en esas finales de 1996 habían martirizado al intenso, agresivo equipazo que Karl manejaba: Gary Payton, Hersey Hawkins, Detlef Schrempf, el brutal prodigio físico llamado Shawn Kemp, 'empaquetado' en sus irresistibles 208 centímetros de altura... y nada menos que con Craig Ehlo en las filas de esos Sonics.

Este choque de 'regular season' no lo vería demasiada gente en España. Pero uno, el aquí firmante,que sí que lo vio porque se hallaba en el Key Arena... no está lejos de definir ese partido como el mejor que le ha visto a Michael Jordan, quien resultó... incontenible para la agresiva defensa de los Sonics de Karl. Un azote, un demonio desde fuera, desde dentro; en todas las posiciones. Y eso que esa misma temporada 1996-97, el 6 de noviembre, uno ya había visto a Jordan desconcertar y atomizar a los Miami Heat de Pat Riley y Timmy Hardaway -que le había retado, locura suprema- con ¡¡50 puntos!! en un triunfo por 100-106 de los Bulls en el Miami Arena: 18/33 en tiros (1/2 en triples) 13/14 en tiros libres. Este día de Miami, Dennis Rodman atrapó... 22 rebotes.

Pero en Seattle, a mediodia del domingo 2.2.1997, al límite del primer tiempo, con 39-47 a favor de los Bulls... y con 26 puntos en la cuenta de Jordan (ojo; el rival era el segundo mejor equipo de la NBA en 1995-96), los Bulls sacaban de fondo con tres segundos en el reloj. El balón quedó en manos del mismo jugador y del mismo modo que había quedado en 1991, en Inglewood, ante los Lakers de 'Magic' Johnson, Scott y Divac... o en el mismo Forum, en 1984, ante la España de Corbalán y Díaz-Miguel (o Fernando Martín... o Epi). En las manos de Michael Jordan.

Jordan había tenido 'palabritas' con Karl, quien dispuso vigilancia especial para Michael en esa última jugada final antes del descanso... porque sabía lo que podía ocurrir. Hawkins, el mejor defensor 'sonic', persiguió a 'His Airness' desde la salida del ataque, con Kemp ojo avizor en la primera ayuda y Payton algo más atrás. Pero Jordan cruzó el campo con tranquilidad, atravesó la media pista, y elevándose -'Air...- sobre Hawkins y el cruce final de Kemp (recordemos, 2,08 de altura) lanzó una suspensión limpia, maravillosamente coordinada para descender hacia el aro desde 12 o 13 metros de distancia, junto a la mesa de anotadores. 

El disparo se estampó sobre la sirena del descanso en el aro 'sonic'... como justamente un cohete supersónico, entre el asombro de espectadores, jugadores propios y extraños. Era de ver la expresión indefinible del desventurado Craig Ehlo, bajo la canasta de los Sonics, con cara de '¿Otra vez? Sí, otra vez, esto ya lo he visto antes...'. Se iba al intermedio con 39-50 pero todos tenían conciencia de que, como le pasó a la Selección española en los Juegos de 1984 o a los Lakers en la serie final de 1991... el partido había acabado. Chicago costeó sin demasiado problema hasta el 84-91 definitivo... que llegaría con 45 puntos finales de Jordan: 19/28 en tiros de campo (2/3, triples) más 7 rebotes. Bajo la feroz defensa de esos Sonics -que sólo cayeron ante Jordan, es así de simple-, ningún otro hombre de Chicago llegaría a la decena de puntos. Fue algo asombroso, algo muy raramente visto. Lo dice un testigo.


7) THE SHOT: FINALES DE 1997

Jordan y Karl Malone.

En las 'NBA Finals' de 1997, los Bulls (69-13 en 'regular season) chocaban con la maquinaria de Utah Jazz, mejor ajustada que nunca con el dúo de John Stockton y Karl Malone, 'MVP' en la NBA de 1996-97, algo que motivaba especialmente a Jordan. Los 'Jazzmen' de Jerry Sloan [fallecido en 2020], antigua leyenda como jugador en Chicago, consignaban un mejor registro de 64-18 para dominar la Conferencia Oeste. Y habían barrido por 4-0 en semifinales del Oeste a los primeros Lakers de Shaquille O' Neal y un novato Kobe Bryant...

Los Bulls llegaban al primer partido de la gran final, mediodía del domingo 1.6.1997, en el United Center de Chicago, con un presunto problema en el pie de Scottie Pippen... que se recuperaría para anotar 27 puntos. En combate a cara de perro, y tras triple de Stockton (81-82), Jordan empató a 82 con un tiro libre (1/2) a 35,8 segundos del límite. 

Con 9,2 segundos por delante, Rodman cometió falta sobre Karl Malone... quien falló ambos tiros libres entre la rechifla del United Center, atestado con 24.544 espectadores que coreaban en mofa y befa a 'Mailman' Malone el grito 'MVP, MVP'... mientras Pippen también se burlaba: "Solo recuerda, Karl, el cartero ('Mailman') no entrega los domingos", Jordan capturó el rebote del último tiro fallado por Malone y rápidamente pidió 'tiempo muerto'.

Quedaban 7,5 segundos. Con todo sobre el tapete, los técnicos de los Bulls -Phil Jackson, Tex Winter- pusieron la carta final en las manos de Jordan, quien recibió, sorteó en 'dribbling' la mayor parte de los segundos finales... y ganó el partido con el 84-82, un tiro inapelable desde la esquina izquierda del ataque -muy parecido al sitio del de la final NCAA de 1982, ante Georgetown-, que traspasó la red justo sobre la sirena. 

Jordan (31 puntos más 8 asistencias, por 23 puntos y 15 rebotes de Karl Malone) levantó firmemente el puño, en señal de triunfo, como en 1989 ante Ehlo, aunque sin los saltos frenéticos de Richfield ante los Cavaliers. Pero era exactamente 'The Shot', algo clavado, calcado a lo que hizo en el Louisiana Superdome en 1982, en Inglewood en 1991... y así quedaría reconocido en el mural del 'Michael Jordan's Restaurant', en 'Downtown Chicago'.


8) El FLU GAME: NBA FINALS 1997

Jordan enfermo en las finales de 1997 contra Utah

El quinto partido de esas 'NBA Finals' de 1997, el miércoles 11.6.1997 en el Delta Center de Salt Lake City -sigue siendo hoy el mismo campo de Utah Jazz, aunque cambiando nombres- fue, probablemente, el segundo más recordado en la mejor 'Era Jordan'.  Fue el llamado 'Flu Game' ('El Partido de la Gripe... o, más libremente, del 'Virus') ... con otro tiro mortal de Jordan al corazón de los 'Jazzmen' de Sloan y de los mormones del Estado de Utah... que vestían a cerditos campestres con camisetas rojas de los Bulls con el número '91' del maldito Dennis Rodman, hereje y anarquista provocador .

A las 02:30 am de la madrugada del martes 10, Jordan se despertó y comenzó a experimentar vómitos y diarrea. Llamó a su entrenador personal, Tim Grover, a su habitación del Hotel Marriott, donde lo encontraron acurrucado en posición fetal, temblando y sudando. El médico diagnosticó un virus estomacal o intoxicación alimentaria, probablemente causada por una 'pizza' en mal estado que Michael había pedido la noche anterior, algo que el propio Jordan confirmaría en 2020 en el documental 'The Last Dance'. Los preparadores de los Bulls dieron cero posibilidades a Jordan para jugar al día siguiente, pero Michael insistió en salir a la pista del Delta Center, justo mientras Mr. Rodman regresaba en vuelo 'charter'... directo desde Las Vegas. Sí.

Hasta ahí, en esos 'playoffs' 1997, Utah Jazz -que había igualado 2-2 la final, al regreso de Chicago- mantenía un perfecto 10-0 en casa. Un triunfo daría el 3-2 al potente bloque de Jerry Sloan. A las 5:50 pm, 17:50 del miércoles 11, día de ese quinto partido Jordan se levantó de la cama del Marriott con el tiempo justo para irse a jugar. El asunto daba comienzo a las 19:00 horas de Salt Lake City. 

'Number 23', debilitado y mantenido por antigripales y antibióticos... ni siquiera calentó. Con un Jordan inicialmente sin rastro de energía... los 'Jazzmen' escaparon hasta con 36-20 en el segundo cuarto. Célebres locutores españoles hablaban en el segundo cuarto de cómo los Bulls se encaminaban 'al matadero de los mormones'. Poco a poco, Jordan fue volviendo a la vida... y con él los Bull. Michael anotó 17 puntos en ese segundo cuarto, para limitar en el descanso la ventaja de Utah a cuatro puntos: 53–49.

Jordan abrió en el banquillo el tercer cuarto, devorado por la fatiga y la debilidad. Ahí, Utah se estiró hasta 77–69. Pero en el último cuarto, ya refrescado, Michael, 'Dios disfrazado de Michael Jordan', lanzó su ira sobre Salt Lake City. De modo casi paranormal, iba a resurgir de sus cenizas hasta sumar 15 vitales puntos, sentencia de estas 'NBA Finals'.

A falta de 46,4 segundos, Chicago perdía por 85–84. Jordan recibió falta y anotó 1/2 tiros libres. Falló el segundo, pero tocó el balón del rebote y ya con 85-85, Toni Kukoc pasó al fin al propio Jordan el rechace del rebote ofensivo. Michael dribló hacia atrás para establecer al ataque estático, pasó a Pippen, éste le devolvió cuando recibió presión... y Jordan, entonces, anotó un tiro de tres -'The Shot', de nuevo...- para dar a los Bulls ventaja de 85-88 a 25 segundos del final. 

Greg Ostertag acortó en 'slam dunk': 87-88... pero el australiano Luc Longley machacó el 87-90, de vuelta. Chicago se aferró a la victoria cuando John Stockton falló el primero de dos tiros libres frente a la atónita multitud. Con solo unos pocos segundos en el cronómetro, tras el fallo de Stockton y el partido ya en manos de Chicago, hasta el 88-90 definitivo, Jordan colapsó en los brazos de Scottie Pippen, creando la imagen icónica que simbolizó 'The Flu Game'.

Karl Malone (19 puntos) fue el máximo anotador de Utah Jazz, pero tiró muy mal (7/17 en total, 1/6 en la segunda, 5/9 en tiros libres) y uno de sus tiros desequilibrados estuvo en el origen de la jugada del triple de Jordan. Al fin, Jordan totalizó 44 minutos, terminando el partido con 38 puntos (13/27 en tiros de campo, 2/5 triples, 10/12 en tiros libres), 7 rebotes y 5 asistencias.

Con el 3-2 por delante y de regreso a Chicago, los Bulls liquidaron la serie final de 1997 el viernes 13 de junio, en el United Center. Jordan aportó 39 puntos más 11 rebotes para sellar el 4-2 en el séptimo partido (90-86).. y sirvió a Steve Kerr la asistencia del tiro definitivo, el 88-86, a cinco segundos de la conclusión, cuando Michael se vio rodeado por una tropilla de defensores de Utah. Después de la canasta de Kerr, Pippen cortó el último pase desesperado de Bryon Russell y pasó a Toni Kukoc, quien terminó machacando la canasta de los 'Jazzmen'... y la estridente moral de aquellos pobres, indesmayables, sufridos locutores españoles, quienes tenían lujoso refuerzo en un tal Emilio Butragueño, 'camuflado' con credencial de técnico de Canal Plus.


Y 9: FINAL SHOT, 1998

Tiro final de Jordan contra Utah Jazz en la final de 1998 de la NBA.

Aunque aún quedarían una serie de 'shots jordánicos' con los Washington Wizards y en los 'All Star Games' de 2002 y 2003, en 1998 se produjo lo que sí cabría llamar 'Finale' o 'Grand Finale'. Otro partido definitivo Bulls-Jazz... y otra vez en el Delta Center de Salt Lake City, Utah.

En realidad, este partido, el sexto de las 'NBA Finals 1998' se pareció bastante al 'Flu Game' de 1997, con la diferencia de que Utah (62-20 en 'regular season', había dominado los dos duelos directos con los Bulls, también en 62-20) tenía la ventaja del campo. Así, los Bulls de Jordan llegaban en ventaja de 3-2 a ese sexto turno... pero la serie ya no iba a volver a Chicago en modo alguno, iba a morir en Salt Lake City. Y bien pronto que murió.

También como en las finales de 1997, Pippen llegaba semilesionado -esta vez, de la espalda- al momento decisivo de la temporada. 'Pip', resentido de verdad, sólo lograría 8 puntos en ese sexto y último partido. Los Bulls dependían casi por completo de un hombre de 35 años cumplidos. Pero ese hombre era Michael Jordan, quien produjo 23 puntos en la primera mitad: 49-45, Utah... y eso, con la anulación muy discutible de un triple de Howard Eisley por dictaminar el árbitro Dick Bavetta 'fin del tiempo de posesión'.

En un escenario tan parecido al de un año atrás, con 19.911 espectadores rugiendo como posesos en el abarrotado Delta Center, sendos tiros libres de un tal Michael Jordan empataron a 83 a falta de un minuto para que todo terminara. Con 41,9 segundos por delante, John Stockton anotó el triple que significaba el 86-83 a favor de Utah y convirtió 'aquello', el Delta Center, en algo muy parecido a un manicomio.

El resto es historia, hermosa y relativamente reciente historia de la NBA, del deporte mundial. Jackson 'aclaró' a su equipo en la jugada llamada 'Whathafuck', más o menos 'Qué coj...', simplemente poniendo el balón en manos de Michael, que rompió la defensa de los 'Jazzmen' para, en bandeja 'aérea', acortar hasta 86-85, por muy desesperado que fuera el clamor de 'de-fen-se' que atronaba el cavernoso cubil del Delta Center.

De vuelta, ya a por los 38 segundos definitivos y en ambiente de tensa agonía que se podía cortar con un cuchillo, Stockton pasó el balón a Karl Malone en el poste bajo del ataque de Utah, pero Jordan activó las manos a espaldas de Malone, al que 'quitó la cartera'... y empezó a avanzar por la pista. Solo, tranquilo, inmenso. Ahí faltaban 18 segundos. Bryon Russell se puso frente a él, como en su momento habían hecho Craig Ehlo, Byron Scott, Juan Corbalán, Clyde Drexler... pero a 10 segundos del fin, Michael Jordan amagó penetrar a la derecha para cambiar de dirección hacia la izquierda... mientras se protegía y frenaba a Russell con antebrazo y mano izquierdos, al límite de la falta en ataque con 'el brazo libre'. "Está cansado. no va a poder conseguir elevación alguna en el tiro", decía Phil Jackson a Tex Winter en esos mismos momentos.

Al fin y a 6,6 segundos del final de la agonía del Delta Center, la agonía y el tiempo que nos muestra la famosísima fotografía de Fernando Medina ("no era tan difícil, sólo había que apuntar a Jordan, todos sabíamos que el balón del último tiro era suyo", explicó Medina)... Michael Jordan se alzó como caminando sobre las aguas embravecidas de Salt Lake City para conectar otra vez 'The Shot', el mismo tiro matador de seis metros de 1982, 1984, 1989, 1991, 1992, o 1997, del Louisiana Superdome, Inglewood, Chicago o Seattle; ahora fue después de romper y 'sentar' a Bryon Russell. 

Fue el mismo disparo que siempre atravesaba la red con efecto de granada perforante. Esta vez estalló en el Delta Center para dar a los Bulls una ventaja de 86-87, con 5,2 segundos por delante en las 'NBA Finals 1998'. Después del 'tiempo muerto' de Jerry Sloan, John Stockton, 'Stock', no acertó en el eventual triple ganador. En el último salto sideral de Michael Jordan, un salto a la estratosfera del deporte, tan parecido a aquél de Richfield, Ohio, en mayo de 1989, volaba todo el simbolismo de los seis anillos de 'sus' Chicago Bulls y de una maravillosa era de sueños y de ensueño... que justo concluía ahí. 'What a finish, Michael', 'Vaya final, Michael, vaya modo de terminar', le decía Jackson cuando le abrazaba, entre sonrisa y lágrimas 'Zen'.

Ese último día de 'The Shot' en el Delta Center, Michael 'Air' Jordan descargó 45 puntos (15/35 en tiros de campo; 3/7 en triples, 12/15 en tiros libres más 4 robos de balón) sobre toda la apabullada, abrumada afición de los mormones de Utah. Jordan -que aún volvería a jugar dos años más o menos opacos con Washington Wizards entre 2001/03, hasta cumplir 40 años- fue nombrado MVP de las Finales de la NBA; por sexta vez. 

Fue 'The End' o 'Grand Finale' para aquellos Chicago Bulls, el 'Equipo del Destino' que iba a saltar por los aires. El fin de 'The Running of the Bulls', 'La Estampida de los Bulls'. Será tópico. O no. Pero 'estar allí', vivirlo, fue una maravilla, una hermosura. 'What a Finish, Michael. Whathafuck'.