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14 de abril de 1984: Un triste epílogo a la Liga del Cambio

José Antonio Jiménez
José Antonio Jiménez
14/04/2024

¿Se imaginan que el Comité de turno decidiera en el palco del estadio Santiago Bernabéu qué sanción habría que imponerle a un jugador del Real Madrid? Imposible, por mucho peso que tenga la camiseta del Real Madrid. Sin embargo, hace 40 años se vivía un episodio de tales características que le ponía un triste epílogo a la primera liga de baloncesto bajo el mandato de la ACB. Una sanción gestionada en el bar de la extinta Ciudad Deportiva del Real Madrid que motivaría que el FC Barcelona no se presentara al tercer partido de la final. Un sucedido que este 14 de abril cumple cuatro décadas años.

Hay que retroceder 24 horas para contextualizar la decisión culé. Un equipo que no tenía más remedio que ganarle a los de Lolo Sainz para forzar el tercer partido tras la derrota del primer partido en el Palau Blau Grana (65-80). Una obligación que convertía el segundo duelo de la final en una batalla que acabaría por llegar a su máximo esplendor en la segunda mitad: Un altercado entre Juan Manuel López Iturriaga y Mike Davis, al que se sumó Fernando Martín, provocó una trifulca que terminaba con la descalificación de los tres implicados. Ya sin ellos y tras una prórroga, el FC Barcelona igualaría la final (79-81, el score de dicho encuentro). Todo estaba encaminado a un tercer duelo por todo lo alto y sin un favorito claro… a la espera de saber qué pasaría con los protagonistas de dicha pelea. Es en este momento cuando todo salta por los aires.

En caliente, al presidente del Comité de Competición (Eugenio Mazón, empleado cualificado de la Federación Española de Baloncesto) no se le ocurre otra cosa que tomar una decisión en el bar del pabellón que había vivido un incidente todavía recordado: El culé Mike Davis sería suspendido con seis partidos; el madridista Fernando Martín, con tres, y López Iturriaga, compañero de éste, sólo amonestado. Sin duda, algo que nadie entendía y que sin duda condicionaría el desarrollo del tercer encuentro.

El FC Barcelona, nada más enterarse de la injusticia, lo tuvo claro: No se presentaría al desempate. “Es injusto, manipulado, tendencioso y discriminatorio”, recalcaban sus cabezas visibles. A las ocho de la mañana del 14 de abril, la expedición azulgrana tomó el primer puente aéreo. Esa misma mañana la directiva azulgrana pidió el aplazamiento del partido de desempate en tanto la Federación Española de Baloncesto y el CSD no revisen el fallo. El recurso cayó en saco roto. Horas más tarde, el Real Madrid y los colegiados se presentaron a un partido al que faltaba uno de los protagonistas. Y sin el FC Barcelona… el Real Madrid se proclamaría campeón de Liga sin haber jugado. Lo dicho, un triste epílogo a la Liga del Cambio. Una Liga que, en su ecuador, proclamaba campeón de Copa al CAI Zaragoza tras una Final Four jugada a orillas del Ebro y que encumbraría para siempre a Kevin Magee (fallecido hace algunos años) y a los jugadores de un equipo que demostraba que era posible acabar con el poder establecido en nuestro baloncesto.

Mazón cerca estuvo de generar algo mucho más grave. A las puertas del Preolímpico de Los Ángeles 84, la prensa catalana anunciaba que el FC Barcelona planeaba la opción de sugerir a sus jugadores que boicotearan a la selección española. Un combinado en el que eran muy protagonistas Epi, De la Cruz y Solozábal. Afortunadamente, no hubo boicot tras una noche de la que no se conocen excesivos detalles en Castelldefels (en los 80, el lugar en el que España se preparaba para Europeos, Mundiales y Olimpiadas). En plena concentración con vistas al Preolímpico (en el que España sería segunda y certificaría su presencia en unos JJOO en los que meses después lograría la medalla de plata), Antonio Díaz Miguel calmó las aguas tras una decisión que motivaría que la ACB creara sus propios Comités.