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Ocho razones, 8, para que Nadal gane Roland Garros (o no)

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
04/05/2024

A quince días mal contados de que arranque en el Stade Roland-Garros de París, a escasos metros de la Port d'Auteuil y casi en pleno Bois de Boulogne, la edición número 128 de los Internacionales de Francia de tenis, y segundo evento del año en Grand Slam, después del Australian Open, el gran maratón de la tierra batida... la pregunta cae por sí sola. ¿Se halla un tal Rafael Nadal Parera, 14 veces campeón del torneo (y esto es un récord monstruoso, prácticamente imbatible)... en condiciones de aspirar a alzar por decimoquinta vez -¡'15ª'!- la llamada 'Copa de los Mosqueteros', su título número 23º en Grand Slam en la que muy probablemente y sin 100% de garantía de nada [Nadal acaba de decir en Madrid que 'el viaje no ha terminado' y que 'queda camino']... sería la última participación del gran campeón de Manacor en su evento-fetiche?

Intentaremos no ya responder a esta cuestión -algo metafísicamente imposible; aún no hemos regresado del futuro, ni con IA-, con la enumeración de una serie de pistas que, en uno u otro sentido, se le ocurren al firmante, fotografiado aquí junto a Nadal Parera [en Wimbledon], en días seguramente más felices para ambos dos; por la sencilla razón de que todos éramos más jóvenes y vivíamos en un país y sociedad mejores. Fuimos. 'Erat, est, fuit'. 

La otra fotografía que nos ilustra este texto en 'collage' es la estatua de Nadal, obra del escultor Jordi Díez Fernández, inaugurada en 2021 y que preside la nueva puerta de acceso al llamado 'Jardín de los Mosqueteros'. Vamos con esas pistas, no de tierra batida. De nada.

 


Intimidación y palmarés

Esté como esté y llegue como llegue a París un Rafael Nadal Parera con el cuerpo, articulaciones y 'tuberías' repletos de remiendos y parcheos por tanta lesión -y por el paso del tiempo; Nadal cumple 38 años el próximo 3 de junio, al abrirse la segunda semana en Roland Garros-... el tal Nadal siempre es favorito en París, donde su balance resulta, simplemente... monstruoso: 14 títulos y ¡¡112 triunfos en 115 partidos jugados!!, con esas tres 'ridículas' derrotas ante Robin Soderling (1/8, 2009) y, dos... frente a Novak Djokovic: 1/4, 2015 y semifinal de 2021. Hay también una incomparecencia ante Marcel Granollers en 1/16 de 2016, tras retirada por lesión de muñeca después de arrasar a Groth y Bagnis en las dos rondas iniciales, pero esto no cuenta como resultado en pista  'cara a cara'.

Es imposible que nadie que salga a cualquier pista de Roland Garros (RG) ante Rafael Nadal no sienta el apabullante peso de la intimidación de estos números. Le pasa incluso a los otros dos únicos jugadores en el mundo que, junto a Nadal, han alcanzado la 'Cota 20' en conquistas de Grand Slam: Novak Djokovic (24) y Roger Federer (20). Por si sirviera de algo, Nadal se ha medido con Federer seis veces en Roland Garros, con balance de 6-0, cabe imaginar a favor de quién... y mantiene un 8-2 a favor en sus diez partidos con Djokovic entre los aledaños de Auteuil y el Bois de Boulogne. 

Nadal ha perdido CERO finales en Roland Garros (14-0) y entre sus 14 victorias definitivas se comprenden las cuatro finales que allí discutió (fácilmente) con Federer (2006, 07, 08, 11)... o las otras tres con Djokovic (2012, 14, 20)... que sólo le ha superado allí en turnos de cuartos de final y semifinal; 2015, 2021. Nadal no pierde la serie 'cara a cara' en pista con NADIE en Roland Garros. Incluso con Soderling, el autor de la sorpresa -partidazo del sueco- descomunal de 2009,  al que Nadal domina por 3-1 en partidos de los Internacionales de Francia [incluida la final de 2010, más turnos de 2006, 11], hasta un balance total de 6-2, 'cara a cara'. Por aquí, poco más que añadir. 

El único tenista que medio se puede comparar con estas cifras es nada menos que Bjorn Rune Borg, con seis títulos casi en fila en Roland Garros entre 1974 y 1981, y sólo dos derrotas en los Internacionales de Francia, ambas a manos del hábil campeón italiano Adriano Panatta: 1973, 76. Al fin fue 10-6 en el total para Borg, entre 1973 (Valencia) y 1982, en Montecarlo. Pronto volveremos sobre Borg.


Liftado, pista y superficie

¿Cuál es el secreto que hace a Nadal prácticamente imbatible en los arenales cercanos a la parisina Port d'Auteuil, sobre las rugientes arterias 'periphériques', 'D103', 'D910', bien en las proximidades del Sena? Globalmente, el único secreto es que nos hallamos ante el mejor y más importante tenista de todos los tiempos sobre pistas de tierra batida, por fortaleza general, 'peculiaridades', juego de de 'topspin' -un liftado de revoluciones, que, sobre todo, en tiro de 'drive' va como lanzado por una maza en remolino o un 'súper nunchaku'- puede 'acelerar' la bola hasta a más de 4.000 RPM con facilidad, piernas, mentalidad hipercompetitiva e imbatible adaptación a la superficie arcillosa. "La tierra batida es para Rafa como el patio de su casa. Ha aprendido a construir los puntos desde pequeño, que es lo que se necesita en tierra", sentenció cierta vez el propio Borg al aquí firmante. 

El liftado o 'pique con efecto', donde la raqueta hace de maza o casi 'nunchaku' o como un fusil, qué se yo... que se ajusta como un guante en el puño de hierro de Nadal... permite defenderse a Rafa incluso en las situaciones más apuradas, para salir jugando y golpeando en transición, con cambio de alturas y velocidades, con tiros escalofriantes en suspensión. 

Para ganar en tierra batida a cinco sets, el servicio relampagueante y los tiros planos profundos sirven de bastante poco si se comparan con el juego liftado, de alturas, ángulos y situaciones, inclusive psicológicas. Justo, todo lo que Nadal ha dominado como nadie en las dos últimas décadas del tenis mundial.

En estas condiciones, cuando Nadal -a partir de su debut en 2005- salta al inmenso secarral de la pista Philippe Chatrier, la 'Central' de Roland Garros, se encuentra, en efecto y como Borg observa... en su 'patio' o 'jardín particular'. El hábitat ideal para este peligrosísimo depredador del ecosistema de la tierra batida. Pero es que fuera de la Chatrier, aunque haya jugado muchísimo menos, Nadal simplemente... nunca ha perdido en Roland Garros (RG). Ni en la moderna Suzanne Lenglen... ni en la antigua 'Pista 1', la hoy desaparecida 'Plaza de Toros', que sí pisó en sus años mozos y que tanto se echa de menos.

"Cuando juegas contra Nadal en Roland Garros, es como si estuvieras caminando por un desierto y ves al fondo unas montañas y unas colinas verdes: pero las montañas y las colinas verdes... nunca llegan", dijo cierta vez el californiano (de ascendencia coreana) Kevin Kim, de Torrance, Los Ángeles, apodado 'Rey de los Challengers' por sus numerosos éxitos en esos torneos menores -casi siempre, en pista dura- tras sucumbir ante Rafa en la segunda ronda de los Internacionales de Francia, en 2006: ese 2006 iba a ser el año del segundo título de Nadal en el Bosque de Bolonia. 

Hoy, K. Kim -que con su revés a una mano supo incluso ganar a Ferrero en 2004, en Pekín, con doble 64-, tras dar algunos pasitos como entrenador, se encuentra retirado del tenis hace décadas, se dispone a cumplir... 46 años y es un economista -licenciado en UCLA- de cierto prestigio. Vean dónde se halla Nadal.


Puntos de break

Aunque el servicio no sea precisamente en estos momentos el arma de mayor calibre del actual Nadal [ con 'plomo bajo el ala' en la musculatura abdominal  ]... ello no le impide conservar una habilidad especial para rescatar y ganar puntos de 'break'... en una superficie donde el saque no hace tanto daño como en pistas duras o de hierba. 

Como su mano 'buena' en tenis es la zurda, la izquierda -en fútbol es diestro-, Rafa, aunque esté medio cojo, se encuentra particularmente a gusto en los puntos de 'break', en el lado de las ventajas... y también de los 0/40. Él gana partidos y títulos en los grandes torneos a base de cifras como éstas. A Federer, en Roland Garros (6-0, Rafa), Nadal le ha 'rescatado' o 'salvado' en seis duelos directos desde 2005 un total de 44 puntos de 'break' sobre las 62 'chances' de que Roger disfrutó. Hablamos de un 71% (70,97) de 'break points' salvados, con alguna ocasión tan escandalosa como los 16/17 puntos de 'break' salvados por Nadal en la final de 2007, que Nadal acabó ganando, como siempre en el evento de Grand Slam de París: 63, 46, 63, 64. 

Con Novak Djokovic, en 10 duelos directos (diez) en RG, la cosa se ajusta algo, pero la cifra sigue siendo buenísima para Nadal: 57/86 de puntos de 'break' salvados, que equivale al 66,28% de esas situaciones, dos tercios prácticamente exactos.

A la inversa, Nadal ganó a Federer durante sus seis choques en RG 39/83 puntos de 'break' bajo saque de Roger (46,99%), lo que supone que Federer resistió en el 53,01% de esas oportunidades. Curiosamente -aunque sea obvio; Federer es el mejor y más versátil sacador de todos, libra por libra-, Nadal hizo más veces 'break' a Novak Djokovic -incluso porcentualmente- en su decena de partidos en Auteuil: 63/129, 48,84% de 'break points' a favor de Rafa sobre servicio de Nole... que evitó el 'break' en el 51,16% de esas oportunidades, menos que Roger. 

Por ejemplo, para ganar el título de RG en 2013, cuando necesitó durísimos partidos ante Fognini o Djokovic -semifinal-, Nadal 'limpió' 35/52 bolas de 'break' en contra: 67,3%, más de dos tercios, con cifras tan elocuentes como ante Fognini (8/11), el durísimo zurdo eslovaco Martin Klizan (7/10)... o Kei Nishikori: 4/4. Con Djokovic, en la famosa semifinal 'del toque en la red' (fatídico, decisivo 'toque' de Novak en el el quinto y último set, con 'break' arriba) se fue a 4/9, siempre hablando de puntos de 'break' evitados o rescatados por Rafa. Esto lo puede seguir haciendo; creería uno.


El patio

Volviendo sobre las palabras de Borg, no ya es que Roland Garros, RG, sea el 'patio' o 'jardín' particular de Rafael Nadal. Lo es la tierra batida propiamente dicha, 'en si'. A día de hoy, las plusmarcas de Nadal sobre tierra roja, 'polvo de ladrillo', se antojan sencillamente inalcanzables. Y eso, más allá de los 14 títulos en Roland Garros, que ya es decir. Nadal maneja el récord de títulos en torneos en tierra batida: 63; se incluye aquí una brutal estampida, la que Rafa firmó en 2010, no completada siquiera por el mismo Djokovic, que comprende TODOS los Masters 1000 en tierra (Montecarlo, Madrid, Roma) más Roland Garros... y eso, sin incluir, por ejemplo, el 'Barcelona Open/Conde de Godó'.

En estos momentos, tras su participación en el Madrid Open, Rafael Nadal ha sufrido 47 derrotas en esta superficie 'terrícola'... en 525 partidos. Balance, 89,5% de triunfos a día de hoy; superaba el 91% antes de jugar en Barcelona y Madrid, pero sendas derrotas ante De Miñaur y Lehecka, en el total de seis partidos, han rebajado el promedio ganador... que en su día llegó a rebasar el 92%, rumbo al 93%.

El segundo mejor registro de todos los tiempos en tierra batida pertenece a Bjorn Borg, que se despidió de Roland Garros tras el título de 1981 (sexto del 'Vikingo de Oro' en Auteuil), con 25 años recién cumplidos: 251 victorias en 292 partidos, con 30 títulos, 41 derrotas totales y 86% de triunfos. Tercero, Ivan Lendl: 329 éxitos en 404 partidos, 28 títulos, 75 derrotas, 81,4% de victorias. 

Ya, sólo Guillermo Vilas (49 títulos) supera el 80% de triunfos: 80,2 %, con sólo 163 derrotas en 823 partidos, por un total de 660 triunfos. Juan Carlos Ferrero (72,8%, 254-95, 13 títulos) y David Ferrer (72%, 83-32, 4 títulos) ocupan los lugares 17º y 20º entre los 20 tenistas más ganadores de todos los tiempos sobre tierra batida. Djokovic es sexto en este listado de campeones 'terrícolas' (78,8% de triunfos) y Federer 'baja' hasta el 76,3%.


Cuadro e inactividad

Hasta aquí, todo han sido notas o argumentos a favor de la posibilidad de que Rafael Nadal conquiste su 15º -¿último? ¿quién sabría decirlo...?- Campeonato en los Internacionales de Francia. Vayamos con los inconvenientes. Desde que se despidiera ante el estadounidense Mackenzie McDonald en el Abierto de Australia de 2023, el 18 de enero de ese año, con grave lesión en el psoas ilíaco, en el mecanismo de la cadera, Nadal ha disputado... nueve partidos de competición. Tres fueron ya en enero de 2024 sobre la pista dura de Brisbane -con derrota final ante Jordan Thompson-, dos en Barcelona -apeado por De Miñaur- y estos cuatro últimos de Madrid.

Aquí, en la Caja Mágica del madrileño barrio de San Fermín, Rafa Nadal se despidió en octavos ante el tenis sin fisuras del potente checo Jiri Lehecka ('yo sólo vengo a ganarle al 600 del mundo, no vengo a recibir un regalo de Nadal...'), aunque la realidad dictaba que la dura prueba de la ronda anterior ante el argentino Pedro Cachín, tres sets a tope, con tres horas y cinco minutos en pista, pesó como una losa sobre el organismo y el juego del 'actual Nadal', a día de hoy en el número 512 del Ranking ATP... aunque hasta el 15 de abril navegaba por debajo del puesto 600.  

La situación no va a cambiar demasiado de aquí a París, haga Nadal lo que haga en Roma (a partir de ya)... de donde las lesiones han apartado a Jannik Sinner y Carlitos Alcaraz. Al no entrar Rafa en el listado de los 32 mejores, los 32 'cabezas de serie'... cualquiera de esos 'preclasificados' (valga como ejemplo, alguien como De Miñaur; o Lehecka, sin ir más lejos)... ya podría cruzarse en el camino de Nadal en París desde las primerísimas rondas. 

Por supuesto, a cinco sets y en RG, Nadal es bien capaz de batir a De Miñaur, incluso a Ledecka o similares; pero cabe descartar que lo lograra sin un esfuerzo que se iría acrecentando y le iría lastrando, ronda tras ronda, cuando el camino se empine -como se le empinaba o 'borraba' al pobre Kevin Kim ante Nadal, en 2006-... precisamente cuando los 'grandes' estén listos para aparecer en la ruta de los supervivientes de esas rondas iniciales. Preocupante.


Servicio: dolor

Seguimos con los puntos flacos, que no son pocos... ni leves. Nos hemos referido a que Nadal con 'plomo bajo el ala' en la musculatura abdominal por sucesivas lesiones/roturas... tiene un problema al servicio para coordinar elasticidad, potencia y 'masa': Esto le apremiará más en los 'tirones' y espasmos de los se-gun-dos saques (donde Rafa viene 'viajando' entre unos escasos 130 y 140 km/h; le cuesta llegar a 150); aquí toca 'arquear' bastante más la musculatura abdominal y de la misma espalda... precisamente dos de las zonas que el Nadal de hoy no tiene en perfecto estado de revista. Esto se añade al planteamiento de intentar evitar a toda costa la repetición de una lesión que -justo en estos momentos- sería letal, devastadora. 

Aunque Nadal sabe defenderse perfectamente al resto, y ahí están las cifras que hemos hecho observar... todo tiene un límite. Frente a restadores como Djokovic (...), Sinner (...), Ruud, Rublev o el mismo Alcaraz, si es que éste se halla en pasable estado en forma, más el presumible cansancio de las eliminatorias iniciales... todo puede configurar un escenario de emergencia para el 'actual' Rafa Nadal cuando visite la antesala de las rondas finales.


No más FRS

En los años dorados de Rafa, entre 2008-2010 (desde este último, por ejemplo, Nadal no ha vuelto a pisar  la final de Wimbledon), Joan Forcades, su amigo y preparador físico personal de los mejores años, todo un 'gurú' en la materia [Forcades acaba de incorporarse al cuadro técnico del FC Barcelona] siempre dijo que "Nadal es el mejor jugador de todos los tiempos en 'FRS', en esa cualidad es algo irrepetible". De su puño y letra, Forcades traducía 'FRS' como 'Frecuencia en Repetición de Sprints'. En otras palabras, el arma 'definitiva' que conducía a Nadal a toda suerte de recuperaciones y puntos 'imposibles'.... 

Resulta evidente que con los apoyos ortométricos -que también influyen en la mecánica del saque- y la dinámica de tracción física (Nadal... 'tracciona') ya muy castigados, todo con todo... los vatios del Nadal de 2024 en 'FRS' quedan muy lejos de los que Rafa acumulaba y hacía relampaguear a babor y estribor en los buenos, viejos días de 2008 o 2010. Queda 'FRS' en el tanque o depósito de Nadal, sin duda; pero, poniéndonos optimistas, el depósito no va más allá del 50% de los tiempos más felices


¿Lesión?

Pero la 'intimidación', el palmarés, los 'cara a cara', el abismo psicológico entre el gran patrón de Roland Garros y todo el resto -incluido Djokovic, sí-, el masivo liftado/'topsin' que se alza en una montaña de revoluciones de la bola, la hipercompetitividad, la mentalidad salvaje, la resistencia demoledora en los puntos de 'break', la 'montaña que siempre se aleja', la Pista Philippe Chatrier, su 'patio' en Roland Garros, la 'FRS' que aún quede en el tanque... todo se tambalearía y se iría al garete en el caso de una nueva recaída en pie, rodilla o abdominales. 

El mismo Nadal, que ya había indicado... 'la vida es la que te marca el camino a seguir" reconocía todo esto más o menos explícitamente al dar la -presunta- despedida a Madrid, después de perder con Lehecka: "El viaje continúa y no todo ha terminado con la raqueta en la mano... tengo a mis espaldas cuatro partidos en Madrid. He terminado con alguna molestia y más cansado muscularmente, pero no es grave. Mi cuerpo ha resistido varias horas de exigencia. Y a nivel de tenis también me voy más contento de lo que llegué. Es una rueda: si no tengo la confianza en el cuerpo, el tenis es imposible que vaya a funcionar. Si mi cuerpo aguanta no sé que puede pasar..."

El que sepa leer entre líneas, ya puede aplicarse. En su 'Canción del jinete', Federico García Lorca nos dejó unos versos que, imaginativamente, recuerdan la situación del actual Rafael Nadal Parera -o del Cid Campeador, que ganaba batallas a caballo después de muerto-, justo cuando 'Roland Garros 2024' va emergiendo entre el Bosque de Bolonia y las 'periphériques' D103 y D910, en 'Port D'Auteuil': 'Caballito negro, ¿Dónde llevas tu jinete muerto?... Las duras espuelas del bandido inmóvil, que perdió las riendas... Caballito frío, ¡Qué perfume de flor de cuchillo!'

Puede que para algunos, muchos, Rafael Nadal Parera, esté entonando la lorquiana 'Canción del Jinete'... muerto. Para otros, entre los que uno se encuentra, Rafael Nadal Parera en Roland Garros, Auteuil, París, siempre tiene perfume de flor de cuchillo.

Habrá que verlo.