Luis Oliver tanteó la cesión de Diego Costa hasta enero para el Betis
Una operación parecida a la que ha protagonizado el Atlético con Vitolo a través de Las Palmas, pero no convenció jurídicamente
Redacción 27/07/2017 |
Luis Oliver se mueve muy bien en el mundo del fútbol y tiene varios amigos del 'alma' en este negocio, uno de ellos es Miguel Ángel Gil Marín, el que manda en el Atlético de Madrid. A través de ese contacto, y porque Luis Oliver quiere agradar todo lo que pueda y más en el Betis (es aliado de Haro y Catalán en estos momentos), se ha producido un ofrecimiento de alto nivel mediático, porque el futbolista en cuestión es la bomba. El Atlético de Madrid se ha puesto de nuevo en marcha para cerrar de una vez el fichaje de Diego Costa procedente del Chelsea. Pasa igual que con Vitolo, que el jugador se ha impacientado, que ha llamado a Simeone, que le dice que tiene en la puerta esperando al Milan y que si el Atlético no da el paso, que se marcha con destino a Italia. El Atlético, además de mucho dinero para firmar a Diego Costa, necesita un club puente, a poder ser en España, en un conjunto que no juegue competición europea, porque Diego Costa quiere igual que Vitolo estar cerquita de Julen Lopetegui y sin dejar de competir seis meses, en año de Mundial. Y aquí es cuando aparece Luis Oliver, que se interesó para el Betis (con o sin permiso) para este negocio a tres bandas que tiene sin duda cierto riesgo (aunque aquí el Chelsea, si le pagan no pondría problema) ya que la FIFA observa estas operaciones con celo en vista de que el Atlético está sancionado. El acuerdo tendría que ser una cesión del Chelsea al Betis hasta enero y luego, un traspaso al Atlético de Madrid. Teniendo en cuenta que el Betis tiene a 'su' Diego Costa cedido en China hasta enero, sería una solución de mucho nivel para suplir esa baja de Rubén Castro hasta saber qué va a pasar con el futuro del mayor goleador de la historia del club bético.
En los números de Diego Costa no hace falta abundar mucho. Se trata de uno de los mejores goleadores del mundo, muy particular, pero uno de los 'nueve' por lo que se pagan 70 ó 75 millones de euros. Un auténtico cañón. Pero tras un análisis jurídico, según informan fuentes de la negociación, se decidió que ese riesgo era demasiado elevado si no cambiaba la situación actual.