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Una cláusula no muy alta, a petición del propio Fekir

Pepe Elías
Pepe Elías
01/09/2019
Quedó fijada en 90 millones de euros”

Nabil Fekir dio el sábado una exhibición de recursos técnicos, anotó el gol de la victoria del Real Betis y empezó a callar las bocas de muchos que dudaban de su condición física cuando se consumó a finales del pasado mes de julio su fichaje por el Real Betis en una brillantísima operación del área deportiva, con José Miguel López Catalán, Alexis Trujillo y Federico Martínez Feria al frente.

Fekir firmó por cuatro años con el Real Betis tras llegar a un acuerdo con el Olympique de Lyon para cerrar su traspaso por 19,75 millones de euros -a pagar en tres plazos- y otros 10 en variables, que difícilmente se cumplirán todas. El Olympique de Lyon, según informó el propio club francés, se reserva un 20% de la plusvalía de un futuro traspaso y el propio Fekir, un 10%. El Olympique, que también traspasó a su hermano Yassin, se quedaría también con el 50% de un futuro traspaso de este.

El Real Betis tenía cerrado el acuerdo con el padre de Fekir, que ejerció de su representante en esta operación -tras romper con Jorge Mendes por su frustrado traspaso al Liverpool un año antes-, desde varias semanas antes de que se anunciara el traspaso, e incluso su mujer ya había alquilado una casa en el Real Club de Golf y adelantado una señal tras una visita a Sevilla que realizó junto a otros familiares, manteniendo la palabra dada de fichar por el Betis pese a la intromisión de otros clubes a última hora en la operación, entre ellos el Sevilla FC, tal y como confirmó el propio futbolista.

Una de las condiciones que pusieron Fekir y su padre para que se cerrara la operación con el Real Betis era fijar una cláusula de rescisión no demasiado alta y está quedó establecida finalmente en 90 millones de euros -la de Borja Iglesias es bastante superior-, una cantidad muy respetable pero al alcance de los grandes clubes europeos, en los que podría acabar recalando el franco-argelino, del que ahora ya disfrutan los béticos.