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Los pecados capitales de Serra, según ABA

Paco Cepeda
Paco Cepeda
02/07/2020
Ya conocen la mayor parte de los béticos que nos siguen, y los que no nos pueden ni ver, qué ocurre cuando Lorenzo Serra Ferrer no anda cerca del Betis. A comienzos de mayo de 2017, con Rafael Salas tocando los costados, Haro y Catalán, casi tan acosados como ahora, deciden tirar de Serra Ferrer para aplastar la incipiente revolución de la diezmada oposición. Arrasaron con Serra y llegaron los mejores meses de su gobierno en el Betis. También conocen que año y pico después todo acabó como el rosario de la aurora, diez folios de por medio, y que públicamente se declaró una incompatibilidad de estilo de trabajo como argumento de la ruptura. Pero todos, hasta los vetados, tenemos información 'subacuática' sobre cuáles fueron los puntos de fricción que acabaron en divorcio de los feos. Pues bien, vamos a relatarlos. No tienen por qué ser verdades absolutas, son simplemente las razones por las que ABA (Ahora Betis Ahora) entendió que la deslealtad de Serra hacia ellos era intolerable. Esas cosas tan graves (o no) que han deslizado en sobremesas y que aquí vamos a relatar para conocimiento de todos los interesados. 

Limpiar a Torrecilla a las primeras de cambio para quedarse como único referente deportivo. Cuando Serra llegó al Betis como asesor y vicepresidente deportivo, el club tenía director deportivo, Miguel Torrecilla, hombre que hizo cosas buenas en el Celta, que luego fracasó en el Betis y en el Sporting, y que era muy del gusto de Haro y Catalán. Con Serra no duró ni quince días. Torrecilla no se sintió cómodo, tenía otra oferta y Serra se lo limpió rápido, para efectivamente pasar a ser el director deportivo de la entidad. Eso a los que mandan les gustó muy poco, nada.

La contratación de William Carvalho y la aparición de un hijo de Serra. Otra cosa que le afean, sin entrar en detalles. Serra propuso el fichaje de un campeón de Europa como William Carvalho, una gestión de gran dificultad, porque era una pieza muy preciada, pero la debilidad institucional del Sporting Clube le abrió una puerta al Betis que la aprovechó. Cuentan las dos partes que Ángel Haro estuvo muy activo e imaginativo en toda la operación y que salió gracias a él. Sin embargo, no les gustó ni un pelo que apareciera en un hotel donde se iba a celebrar una de las reuniones finales un hijo de Serra que se dedica a la representación e intermediación de jugadores. Eso, para Haro y Catalán, fue algo que anotaron para siempre.

La figura de Pep Alomar. Hombre de confianza de Serra en todos los proyectos que ha estado el balear, en Sevilla y fuera de Sevilla. Con un sueldo elevado en el Betis, Haro y Catalán consideraban, al final, que su trabajo era absolutamente prescindible, tanto en cantera como de apoyo a Serra. Fue de los primeros grandes encontronazos.

La gestión del no cese de Setién. Haro y Catalán no querían cargarse a Setién tras caer eliminado en Copa ante el Valencia y en UEFA ante el Rennes. Serra sí era partidario. Al final, después de dos votaciones, Serra ganó pero de mentira. Se acordó en consejo que el polémico cántabro no seguiría a partir de junio, pero que terminaría la temporada. Haro y Catalán entienden que Serra quiso dinamitar ese acuerdo filtrando a la prensa la situación de debilidad máxima de Setién. Eso también lo anotaron en una libreta ya muy en contra del balear.

Reunión con el Pitu Abelardo a espaldas del consejo. Relacionado con lo de Setién, Haro y Catalán se sintieron o se hicieron los muy ofendidos cuando Serra, en previsión de una destitución de Setién, se reunió con algunos entrenadores sin el conocimiento de los consejeros delegados. Lo que peor les sentó es que alguien sorprendió a Serra en un hotel reunido con Abelardo. 

Estos son los cinco puntos digamos que más llamativos de ese desencuentro que todavía hoy colea. Como dice mi suegro, todos esos detalles son verdad aunque puede que no hayan ocurrido. No es la verdad absoluta, es la verdad que deja caer una de las partes y que no quisieron elevar a público seguramente para evitar una guerra que está más que lanzada, pero que no se privaron nunca de comentar en semiprivado ante numerosos periodistas y elementos más o menos influyentes del llamado entorno. Esos son los principales pecados capitales que abrieron la brecha que tiene al Betis en esta situación. Analicen ustedes, sin son graves o no, si sólo son excusas para quitarse de en medio a Serra o si eran motivos de algo más que el despido por la vía de la humillación profesional.