Ahora pueden y deben demostrar si de verdad valen para algo

Paco Cepeda 08/08/2020

Confirmado lo ya tantas veces confirmado, que Haro y Catalán son presente y futuro del Betis, es ahora, en tiempo complejos, cuando la talla del dirigente puede cobrar fuerza o estrellarse para siempre. Yo particularmente compré el discurso y las formas de esta exitosa pareja. Me pareció su llegada oportuna para el Betis. Luego, con el tiempo, me desencanté y no me he tragado ya casi nada, porque el club no tira hacia arriba en lo deportivo y porque al lavado de cara de modernidad y los mejores números económicos, con una LFP (La Liga) que casi te obliga a ser mejor y más equilibrado, no les concedo el mérito que le quiere conceder la propaganda. Yo soy menos listo, menos sensato, menos casi de todo que mis padres, y sin embargo los tiempos me obligan a parecer más preparado. Así que el despacho más bonito, los programas informáticos y las cuatro palabras en inglés de las reuniones no valen para nada. Haro y Catalán, sin Serra, siempre se han equivocado en lo deportivo, pero han presumido de todo lo demás. Es momento de demostrarlo.

Con Cordón y Pellegrini, salga bien, mal o regular, han hecho una apuesta firme en lo deportivo, al menos contrastada, pero la pandemia ha puesto entre la espada y la pared a las empresas, por tanto a los empresarios. Es ahora cuando hay que demostrar si Martínez Feria, Ramón Alarcón y por supuesto Haro y Catalán son capaces de meterle un plus de eficacia a un club que va a ser golpeado por la falta de liquidez más espantosa que nuestra generación ha conocido. Apuntarse al crecimiento generalizado del mundo del fútbol, en el que todos los clubes aumentaron sus ingresos y equilibraron sus cuentas con todo tipo de controles fue sencillo, ahora toca lo feo. Lo mismo es ahora cuando descubrimos que hay madera en la planta noble del Betis. Lo mismo ahora sí demuestran algo sin trucos de transparencias y programas informáticos que los maneja mi sobrino. Es tiempo de grandes hombres y mujeres. Veremos si los hay. No dudaremos en darle su sitio si lo logran.