1ª División (2016/2017) > Jornada 10

Esto no hay quien lo aguante

Otra tarde de sofocón para el Betis. Pasó el Espanyol por Heliópolis y con media jugada se llevó tres puntos. No le hizo falta más. Cambien la palabra fortín por bicoca, y el resultante es el Benito Villamarín, campo donde cualquier equipo se gusta, cualquier equipo toca el balón con comodidad, cualquiera puntúa. Cualquiera gana. Ésta es la situación con Gustavo Poyet al frente, entrenador al que ya nadie quiere. Lo tendrá difícil para remontar la situación. Además de la absoluta falta de plan, volvió a dejar otro 'detallito' de los suyos dejando fuera del banquillo a Dani Ceballos. Es verdad que Ceballos no agarra la camiseta con fuerza, pero si ése fuera el criterio no podría confeccionar una alineación con más de dos o tres jugadores. Lejos de aportar, Poyet estorba. No parece tener demasiado sentido seguir con este entrenador, aunque mientras no haya caída a los puestos bajos lo más probable es que no se mueva un varal.  

Transcurrió la primera pare entre bostezo va y bostezo viene. Justo lo que generó el Betis. Pidió el club apoyo indesmayable desde la grada, como si faltara ambiente alguna vez en el Villamarín. El equipo lo puso imposible. Jugó el Betis con su habitual falta de fuerza, espíritu y por supuesto calidad. A veces llegaba el error en un pase fácil por falta de concentración o simple desidia. En este sentido, se espera bastante de Jonas Martin. Por ahora, le sobrepasan los partidos. Pierde demasiados balones, que es como decir que un pintor no maneja la brocha. Pues vaya plan... Tampoco atrás anduvo fiable el Betis. Ahora que se celebra Halloween, cuenta con una pareja de centrales de película de terror. Cualquier pelota con algo de sentido los desarma. No son agresivos en la marca ni contundentes en el despeje. Y mejor que no lo sean, pues meten la pata cuando van a por todas. Pezzella a punto estuvo de irse expulsado antes del descanso por una segunda falta absurda en el centro del campo. Con todo, sí hubo tres remates limpios, dos de Sanabria y uno de Rubén Castro. Los mismos que generó el Espanyol, por mediación de Gerard y de Piatti al filo del descanso. El partido fue un monumento a la sosería. Fútbol lento, sin casta ni emoción. El Espanyol planteó el clásico partido sin riesgo y se salió con la suya. Y encima, al haber tan poca materia prima en el banquillo, más que soluciones hacían falta milagros.

Y no, el Betis no está para milagros. Solo tuvo un arreón de orgullo al inicio de la segunda parte, cuando al menos, con algo más de intensidad, encerró al Espanyol. Con un par de faltas laterales y un par de robos de balón, se estableció más conexión con la grada. Para nada. Puro espejismo. La cabra tiró al monte y en un córner fatal defendido por Mandi llegó el gol de Diego Reyes. Mandi, ese líder de la defensa según Poyet, le hizo la foto al defensa del Espanyol, cuyo cabezazo salió como un tiro. A partir de ese momento, el Betis quedó con todas sus carencias al descubierto. Los cambios no mejoraron nada y el entrenador decidió esconderse en el banquillo para no aguantar el chaparrón de la grada. El único plan fue acumular delanteros y colgar balones a la olla. Tal mediocridad a veces da resultado, a veces llega el empate de cualquier forma, pero no deja de ser un plan rudimentario, de equipo muy menor. Prácticamente sin tirar a puerta, sin desborde, sin una jugada potable, sin una carrera de verdad y con la grada clamando contra el técnico, terminó un partido que el Espanyol se llevó haciendo lo mínimo. Este Betis sigue sin norte y, una vez más, el ¿proyecto? deportivo presenta grietas serias. Menudo nivel el de los fichajes. Menudo hallazgo el de Torrecilla con Poyet...

Real Betis (0): Adán; Rafa Navarro (Álex Alegría, minuto 80), Pezzella, Mandi, Álex Martínez; Petros, Jonas (Álvaro Cejudo, minuto 63), Joaquín (Nahuel, minuto 63), Felipe Gutiérrez; Rubén Castro y Sanabria.

RCD Espanyol (1): Diego López; Víctor Sánchez, David López, Diego Reyes, Aarón; Hernán Pérez (Demichelis, minuto 82), Marc Roca, Javi Fuego, Pablo Piatti (Pape Diop, minuto 75); Leo Baptistao (José Antonio Reyes, minuto 69) y Gerard Moreno.

Goles: 0-1, minuto 62: Diego Reyes.

Árbitro: De Bengoetxea Burgos, vasco. Cartulinas amarillas para Pezzela, Jonas, Hernán Pérez, Pablo Piatti, Felipe Gutiérrez y Víctor Sánchez. 

Sanabria

No es que brillara, nadie lo hizo, pero al menos tiró a puerta dos veces. Sin gol, es cierto. Pero es que el nivel de los demás...