0-1: Oro puro en Croacia

El Sevilla encarrila el pase a octavos, mejora en el juego pero adolece de delanteros y maldad en ataque

Paco Cepeda 18/10/2016

El Sevilla dio un paso de gigante en Croacia para clasificarse para los octavos de final de la Champions League, tras vencer a la cenicienta del grupo, el Dínamo de Zagreb, con un gol de Nasri en la primera mitad que se quedó muy corto dada la tremenda superioridad que se podía ver en el terreno de juego en casi todas las facetas del juego. Le faltó a un mejorado Sevilla, sin valorar el nivel del oponente, tener delanteros más delanteros y en general más maldad de todos para golear a un equipo muy justito por lo visto. Quizá la suficiencia, por supuesto la falta de puntería, puedan explicar que el Sevilla no se fuera con muchos más goles en su haber. Pero se fue con tres puntos, y ya son siete, y con el pase muy encarrilado, porque además la Juventus venció en Lyon. 

Jorge Sampaoli ha dado con el grupo, con los hombres que hoy por hoy le rinden. Y en los últimos tiempos no hace rotaciones llamativas en cuanto a los futbolistas elegidos. Otra cosa es que eso signifique jugar igual. En Zagreb no lo hizo. Podemos decir, con respecto al equipo base de las últimas victorias, que sólo cambió a Ramí, un mes lesionado, por Ben Yedder. Eso acarreó mucho más que lo que significa quitar un punta para meter un defensa. El argentino volvió a la defensa de tres, porque Escudero y Mariano, sobre todo el brasileño, directamente eran extremos largos. Nasri seguía siendo capitán general con mando en plaza, con Nzonzi de guardaespalda pero con galones; Vitolo partiendo por la izquierda pero liberado para buscar los huecos por donde estimara por oportuno; y el Mudo Vazquez, acostado en la derecha, pero con la vocación también de meterse por dentro para buscar a Vietto, el delantero, el que le tocó jugar más feo, más incómodo, sin físico para pelarse con los centrales, pero con movilidad. Y todo fue como la seda. El Dínamo, inferior claramente, hizo un repliegue intensivo evidente que el Sevilla del toque fue capaz de leer perfectamente. Cierto es que se echaba en falta un punta con maldad, con físico y con maldad rematadora, pero el control de la situación fue brutal. Esta vez era una posesión con sentido, y con la verticalidad que aportaba principalmente Mariano, pero también con muchas participación en ese sentido de Escudero y Vitolo. Lo normal, con más puntería y con ese delantero distinto a lo que hace Vietto, que en realidad no es delantero nato, es que ese buen Sevilla se hubiese ido con una goleada al descanso, pero sólo entró uno, el de Nasri, tras asistencia del hiperactivo Mariano. El portero, que antes se había lucido un par de veces, hizo un movimiento extrañísimo que ayudó a Nasri a hacer el gol como se marca en los entrenamientos cuando la mitad se ha ido a la ducha.  

El Sevilla no era mejor, era infinitamente mejor. El Dínamo se estiró un poco más en la segunda mitad, y a ráfagas, con el paso de los minutos, como el conjunto de Sampaoli no lo mataba, pues tenía ciertas esperanzas de hacer el gol que metiese muchos nervios en el equipo que tenía todo hecho pero no sentenciaba. Vietto falló un gol que no falla ni Vietto. Nasri se gustaba más de la cuenta y caía alguna vez en la frivolidad. No acertaba Vitolo en un mano a mano... Cada vez el Sevilla era más suficiente y eso era más un problema que una solución. Los cambios llegaron, para cuidar a la gente, para cuidar el resultado, pero no pasó nada, afortunadamente, porque los puntos ya estaban en el zurrón. 

FICHA TÉCNICA

Dínamo Zagreb (0): Livakovic; Stojanovic, Schildenfeld, Sigali, Sosa; Pavicic (Jonas, minuto 52), Benkovic, Knezevic (Henríquez, minuto 87), Soudani, Antolic (Fiolic, minuto 16) y Junior Fernandes. 

Sevilla FC (1): Sergio Rico, Mercado, Nico Pareja, Rami, Escudero, Mariano, N’Zonzi, Nasri, Vitolo, ‘Mudo’ Vázquez (Iborra, minuto 88) y Vietto (Ben Yedder, minuto 65).

Gol: 0-1, minuto 37: Nasri.

Árbitro: Michael Oliver, inglés. Cartulinas amarillas para Vitolo, Stojanovic, Nico Pareja y Jonas.