Batshuayi, Mariano, Caleta-Car... pues no era para tanto

Paco Cepeda 03/10/2018

Querían 'lapidar' a Joaquín Caparrós y su inexperta dirección deportiva porque o bien por las filtaciones o por su falta de pericia en esa jungla no cerraban operaciones que se consideraban por entonces vitales. Nos referimos a Caleta-Car (Marsella), Batshuayi (Valencia) y Mariano (Lyon).

Pues bien, Caleta-Car, con el que el Sevilla tenía un acuerdo cerrado por cuatro temporadas, y por el que se llegaron a ofrecer más de 15 millones al Salzburgo, hoy está en el Marsella con el consiguiente resultado: tres partidos disputados, tres derrotas, una tarjeta roja. No debutó en el primer partido de la Ligue 1 ante el Toulouse, donde su equipo goleó (4-0), lo incluyeron en el once en el encuentro siguiente, ante el Nimes (3-1) y esa primera derrota le dejó tres partidos seguidos en el banquillo (dos victorias y un empate del Marsella), reapareciendo ante el Lyon, y perdiendo el Marsella 4-2, siendo expulsado. Ahora está sancionado. El otro encuentro que ha disputado fue en Europa League y también lo perdió el Marsella en casa ante el E. Francfort.

Batshuayi, el otro gran objetivo sevillista del verano, terminó en el Valencia procedente del Chelsea, ha jugado mucho más que Caleta-Car, pero igualmente su equipo sólo ha ganado un partido con él en sus filas. Ha jugado siete partidos de Liga, anotando un gol, y los dos de Champions, sin ver puerta. El Sevilla estaba dispuesto a poner hasta 40 millones encima de la mesa.

Por último, Mariano, que hubiese tenido un coste por encima de los 33 millones de euros, y que por ahora ha metido un gol, en Champions ante la Roma, y que ha jugado cuatro ratos con el Real Madrid, dos en Liga y dos en Champions. Participación irrelevante en un Madrid en problemas.

No sabemos qué pasará y cuál será el rendimiento de estos jugadores dentro de unas semanas, pero sí que conocemos lo que han hecho hasta ahora. No merece la pena casi nunca encastillarse con las cosas del mercado porque precio y rendimiento no van de la mano en demasiadas ocasiones. Y el Sevilla también sabe de eso.