El banquillo no responde

Miguel Ángel Chazarri 05/10/2018

Como era de esperar, los suplentes del Sevilla dijeron poco ante el Krasnodar. Ni uno solo se rebeló contra su suerte y demostraron que son suplentes por algo. Únicamente no existen demasiados motivos para criticar en este encuentro a Gnagnon, que no falló y ayudó a la salida de balón. Cierto es que no encimó con demasiada convicción en el gol de Pereyra. Pero ahí estaba ya todo el bloque muy vendido y la endeblez vino del centro del campo.

De los demás, nada de nada. Nolito, pese a que marcó, sigue nadando entre sus carencias y con dificultades para controlar el balón y darle fluidez al juego. Se esperaba una mejor versión de Quincy Promes y lo que apareció tampoco convenció, pues no encaró de verdad nunca y creó poco peligro. Falló una clara ocasión en la segunda parte. Hasta ahora, muy poca cosa. Roque Mesa estuvo tremendamente desafortunado. Le cuesta ganar ese medio metro que necesitan los mediocentros para jugar o cortar una internada del rival. Naufragó en una zona clave, donde tampoco Banega fue un gran Banega. Y Muriel...

Posiblemente las únicas buenas noticias que dejó el partido ante el Krasnodar fueron que unos cuantos de titulares descansaron. También el rendimiento de Arana, que sí se sube al carro. El brasileño no es suplente, se le puede considerar titular a todos los efectos por la lesión de Escudero. Y va entonándose. Por su banda creó peligro el Sevilla con centros peligrosos. Recuperó cuatro balones, completó de forma acertada un total de 41 pases de 49 intentos... Se va sacudiendo la timidez del principio. Los demás le dejaron bien claro a Machín el once del domingo ante el Celta.