Caparrós y el deseo de repetir las sensaciones de su primera vez

José Antonio Jiménez 09/04/2019

Para Joaquín Caparrós, el derbi del sábado que viene es especial por diferentes motivos que no es cuestión de recordar. Un Joaquín Caparrós que el curso pasado tuvo la oportunidad de verse de las caras con el Real Betis sobre la hierba del Benito Villamarín, pero que defendiendo los colores de su equipo no se mide al eterno rival en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán desde 2004. Concretamente, desde el 19 de diciembre de 2004. Esa noche de hace casi tres lustros, sus pupilos acabaron imponiéndose a los hombres de Lorenzo Serra Ferrer por 2-1 (Daniel Alves hacía el 1-0, empataba al filo del descanso Fernando… para anotar el tanto del triunfo sevillista Javi Navarro).

Curiosamente, aunque pueda parecer mentira, los números en el banquillo sevillista como local de Joaquín Caparrós ante los profesionales de las trece barras no son demasiado brillantes. De hecho, su única victoria es la antes mencionada. Con anterioridad, cuatro duelos fratricidas saldados con otros tantos empates: 1-1 en la temporada 2000/01; 0-0 en la 2001/02; 1-1 en la 02/03 y 2-2 en la 03/04. Números que igual sorprenden a algunos… por el valor que el daba el técnico utrerano a los empates ante el vecino. Hablando en plata, reparto de puntos que para Caparrós sabían a triunfo cuando la exigencia deportiva a los pies de la Giralda era superior en Avenida de la Palmera que en Nervión. 

Hasta la fecha, 23 han sido las veces en las que Joaquín Caparrós se ha medido al Real Betis entre Primera y Segunda división: Nueve triunfos para los equipos del preparador utrerano, once empates y apenas tres alegrías verdiblancas (una como técnico sevillista, otra como inquilino del banquillo del Deportivo de la Coruña y la última, como entrenador del Levante en la temporada 13/14).

Dicen que la primera vez de todo es muy especial. Que genera una sensación difícil de olvidar y no digamos de igualar. Pero seguro que Joaquín Caparrós espera repetir dentro de unas horas la sensación vivida en 2004 cuando con casi 50 años doblegaba al calor de su gente al Real Betis. Una circunstancia que espera repetir este fin de semana para que el Sevilla FC esté más cerca de certificar su presencia en la competición continental la campaña venidera.