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Dabbur: el fracaso perfecto

Javier Santos
Javier Santos
07/01/2020

Munas Dabbur es ya historia (breve) en el Sevilla. El israelí ha hecho las maletas con destino a Alemania, concretamente el Hoffenheim, que le va a pagar al Sevilla 12 millones y posiblemente 2,5 más en función del rendimiento del atacante. El traspaso del delantero israelí confirma un fracaso inevitable que se ha gestado a base de imprevistos desde que hace un año lo contratar el Sevilla por 10,2 millones.

Dabbur se resistió durante meses a ese fracaso perfecto que el destino le tenía reservado en un Sevilla totalmente cambiado respecto al que le contrató hace ahora un año. Después de menos de 500 minutos sobre el campo, el israelí ha aceptado su destino y buscará mejor suerte en la Bundesliga. Y el Sevilla, pese al pobre rendimiento deportivo, obtiene recompensa a su anticipación en los despachos en el pasado mercado y invernal.

Dabbur quiso quedarse en verano, cuando ya sabía que Lopetegui no le encontraba sitio en su idea de Sevilla: el técnico quiere un delantero centro que se sacrifique de espaldas en beneficio de llegadores y ese perfil ya lo tenía (y tiene) con De Jong. El corte del israelí, que sólo ha jugado 24 minutos en la Liga, tampoco se ajusta al segundo perfil solicitado a final del verano y que fue cubierto con el Chicharito. Las actuaciones de Dabbur se concentran ante los rivales de la Europa League (Qarabag, Dudelange y APOEL Nicosia) y de la Copa (Bergantiños). Tres goles y dos asistencias en 443 minutos sobre el campo, dejando detalles de delantero de buen olfato dentro del área pero diluido jugando por la izquierda, como hizo la mayor parte del tiempo.

Es, pues, un fracaso perfecto. Por el no perjuicio económico (incluso plusvalía) y por ser la excusa deportiva tan evidente como inevitable: fue fichado pensando en otro proyecto muy diferente y encima llegó a Nervión más tarde, justo en el momento del cambio. La idea del Sevilla ahora es la de buscar otro '9' que se amolde más a las demandas de un Lopetegui encomendado a De Jong, por ahora peleado con el gol pese a que cumpla con ese perfil de delantero centro deseado, y cada vez menos al Chicharito, quien espera acontecimientos en una posición incómoda: sólo ha participado en dos de los útimos siete partidos de la Liga y su figura se diluye al tiempo que crece el protagonismo de Munir. El mexicano no es intocable en este mercado invernal.